España identifica ante la UE a 263 excombatientes yihadistas, 40 retornados y en libertad

España ha inscrito en el Listado Único Común europeo de Combatientes Terroristas Extranjeros (CTE) a un total de 263 residentes en España que se unieron a grupos yihadistas como el Daesh (Estado Islámico) o Al Qaeda, según el Informe Anual de Seguridad Nacional 2022 remitido al Congreso. De esta cifra, 102 constan como fallecidos, 98 continúan en zona de conflicto (principalmente Siria o Irak) y 63 han retornado. El documento, elaborado por el Departamento de Seguridad Nacional, explica que nueve de estos últimos, que son los que más preocupan, están en prisión en España y otros 14 en cárceles de otros países; mientras que 28 se encuentran en libertad en el extranjero y 12 más en España (40 en total). En su último informe, este departamento adscrito a la Presidencia del Gobierno cifraba el número de excombatientes yihadistas con origen en España en 258; entre ellos, 76 fallecidos y 57 retornados.

El nuevo balance sostiene que la cifra de CTE declarada por España es “relativamente baja”, en comparación con otros países (Francia, 1.900; Alemania, 1.070; Bélgica, 536), pero, aun así, se considera que estos excombatientes son “uno de los mayores retos y peligros para la comisión de atentados terroristas en España”. Por eso, se ha adoptado con todos ellos “alguna medida de monitorización”, sea una orden europea de detención o un control específico. El documento asegura que, aunque Daesh y Al Qaeda mantienen el objetivo de cometer atentados en Europa, “su capacidad ha decrecido bastante en los últimos años, por lo que resulta difícil que se puedan cometer en España actos terroristas de compleja ejecución. De hecho”, agrega, “en 2022, España no ha sufrido ningún ataque de etiología yihadista”. El texto está escrito antes del atentado del 25 de enero en Algeciras (Cádiz), en el que resultó muerto el sacristán Diego Valencia. Eso sí, advierte de que “la posibilidad de que se perpetren acciones terroristas en territorio español, especialmente mediante lobos solitarios, está aún presente”. En 2022 fueron detenidos a iniciativa española 53 presuntos yihadistas (13 más que el año anterior), 46 en España y siete en otros países.

Estos son los apartados más destacados del documento que analiza los mayores riesgos para la seguridad de España:

Guerra de Ucrania. España ha bloqueado 64 fondos y cuentas bancarias vinculadas a magnates rusos en aplicación de las sanciones de la UE. En total, se han inmovilizado bienes por valor de casi 1.022 millones de euros. El informe asegura que las sanciones impuestas a Rusia por EE UU y la UE “están teniendo un impacto creciente”, pero reconoce que “Moscú ha conseguido nuevos socios comerciales […] lo que ha permitido que la economía rusa muestre una fuerte resiliencia, especialmente mientras siga contando con el apoyo de China”. Según el informe, “España, tanto en el plano internacional como por iniciativa nacional, se ha mantenido como un apoyo leal y firme a Ucrania”, mediante la ayuda humanitaria (más de 160.000 concesiones de protección temporal), el suministro de material bélico y el adiestramiento de hasta 2.400 militares ucranios al año. España es el quinto país europeo que más refugiados ucranios ha acogido (el 4,1% del total), tras Polonia, Alemania, República Checa e Italia.

Crisis del Sahel. “La situación se ha agravado en la región por el impacto global del conflicto de Ucrania”, advierte el texto. En paralelo, “crece la presencia de Rusia con una agenda de desestabilización y fomento de un sentimiento antioccidental” con el despliegue del grupo paramilitar Wagner. “La política de España”, señala el documento, “está centrada en la prevención y mitigación de los riesgos derivados de la actuación de grupos terroristas de naturaleza yihadista y de crimen organizado”. Por eso, pese a la retirada de países como Francia, España mantiene un contingente de 350 militares en Mali, aunque “irá ajustando su despliegue a las condiciones establecidas para que Rusia no se beneficie de ese apoyo”. A 31 de diciembre pasado, Defensa tenía a un total de 2.614 militares en misiones en el exterior, además de 40 policías y guardias civiles.

Auge de la extrema derecha. El informe constata “un aumento de ataques violentos de extrema derecha” en Europa, “facilitado en gran medida por las plataformas de comunicación en línea”. Aunque en España la amenaza que suponen estos grupos, tanto de extrema derecha como de extrema izquierda, “está en un nivel bajo y contenido”, participa en ejercicios europeos de monitorización de contenidos violentos en Internet. En diciembre, se identificaron 831 páginas de extrema derecha a retirar de 34 plataformas, “aportando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españoles 275 de ellas”.

Coletazos de la pandemia. Según el informe, “se consolida la tendencia a la disminución del número de casos de covid-19 tras la ola sufrida a principios de 2022 con la variante Omicron”. Los contagios confirmados en España desde el inicio de la pandemia ascienden a 13,7 millones y los fallecimientos a 117.095 personas, con una tasa de mortalidad de 246,77 por cada 100.000 habitantes. A 31 de diciembre, la población vacunada con pauta completa ascendía a 40,7 millones, con más de 104 millones de dosis administradas.

Ciberataques. La invasión de Ucrania ha generado “una gran tensión dentro del sector de la energía y el subsector del gas”, con ciberataques de grupos prorrusos a infraestructuras críticas en países de la OTAN. En España, se han detectado 15.507 ataques contra dichas infraestructuras, de los que casi la mitad (49,5%) han afectado a medios de transporte. La mayoría de ellos (60,1%) han tenido un nivel de peligrosidad alto. En conjunto, el Centro Criptológico Nacional (CCN), dependiente del servicio secreto CNI, gestionó el año pasado 55.696 incidentes informáticos (un 19,5% menos que en 2021) en las administraciones públicas, con una caída de los más graves, que pasaron de 139 a 75. Por el contrario, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), que se ocupa de los ciberataques a particulares y empresas, gestionó 111.197 (un 18,9% más que el año anterior), ninguno de ellos crítico.

Calentamiento global. “El año 2022 representa el verano más caluroso de la serie histórica”, recuerda el informe, con récord de días en ola de calor (42), triplicando la media de la última década. La segunda ola de calor, en julio, fue “la más intensa de todas las registradas en España”. Como consecuencia, “la campaña de incendios forestales ha sido la peor del siglo”, superando la de 2021. La superficie quemada (267.949 hectáreas) fue casi el triple de la media del último decenio, aunque el número total de incendios (10.053) no aumentó significativamente. El año hidrológico 2021-22 fue el tercero más seco desde 1961, con una precipitación media de 478 milímetros, un 75% del valor normal.

El alza del gas. La invasión de Ucrania ha provocado graves problemas en el suministro de gas a Europa, utilizado por Moscú como arma de guerra, señala el Departamento de Seguridad Nacional. Aunque “España es uno de los países con menor dependencia de Rusia” en materia energética, ha sufrido los fuertes incrementos del precio del combustible. A finales de 2022, subraya el informe, los precios en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) mostraban un incremento del 127%; inferior, en todo caso, al 140% de Francia. Como causas de este aumento, menciona no solo la guerra, sino el propósito de los países exportadores de desquitarse de las pérdidas sufridas durante la pandemia. No alude, sin embargo, a la crisis diplomática con Argelia.

Desinformación. “En el contexto de la invasión rusa de Ucrania, la FIMI (Manipulación de la Información e Interferencias del Exterior, por sus siglas en inglés), promovida por el Kremlin es una estrategia híbrida más desplegada como parte del conflicto bélico”, advierte el informe. En España, agrega, “las FCSE [Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado] llevan a cabo, en el ámbito de las funciones que le son propias, la monitorización y seguimiento para la detección de campañas de desinformación e injerencia extranjera, especialmente ante eventos como la pasada cumbre de la OTAN, la futura Presidencia española de la UE o los procesos electorales previstos para 2023″. El reconocimiento de que esta monitorización de las redes sociales se llevaba a cabo durante la pandemia causó un considerable revuelo político.

Cae la inmigración irregular. En 2022 entraron irregularmente en España 31.219 personas, un 25,6% menos que el año anterior, según el informe. Las entradas por vía marítima (28.930) disminuyeron un 29,6%, gracias en buena medida al cambio de actitud de Marruecos. Especialmente significativa fue la caída de las llegadas en patera a Canarias (30%), mientras que aumentaron un 24% las entradas por vía terrestre a Ceuta y Melilla, mucho menores en términos absolutos (2.289). En contraposición, la llegada de inmigrantes por la ruta del Mediterráneo central aumentó un 55%, por la del Mediterráneo oriental un 72% y por los Balcanes un 147%. España recibió el año pasado 118.842 solicitudes de protección, casi el doble que en 2021. La mayoría de los solicitantes fueron venezolanos (38,4%) y colombianos (30,3%).