Granada se estrena como Zona de Gran Afluencia Turística, un título fastidioso para el pequeño comercio
La declaración, que entra en vigor este domingo, permite la apertura de centros comerciales en festivos seis meses al año para disgusto de tiendas de la ciudad y de la provincia
La conjunción de ciertos parámetros de población y turistas permiten a los ayuntamientos solicitar la declaración de Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), un título que, aunque desprende aroma a turismo, no tiene ninguna repercusión en hoteles, restaurantes, aeropuertos o museos, pero sí en el comercio y en sus horarios de apertura. Las áreas así declaradas —teóricamente no tiene por qué ser toda la ciudad, ni siquiera los 12 meses del año— tienen libertad completa para abrir en domingos y festivos. Una nueva interpretación de la ley tras una sentencia del Supremo de 2019 ha llevado a la Junta andaluza a declarar ZGAT a ciudades enteras y no a zonas específicas, lo que supone que todo el comercio, relacionado o no con el turismo, tiene libertad de apertura. En Granada, a partir de este domingo y durante seis meses al año, los grandes establecimientos y centros comerciales podrán abrir siete días a la semana. Las pequeñas tiendas de la ciudad y también de la provincia se quejan de la imposibilidad de competir con ellos. Además, no ven la relación entre el turismo y esas grandes moles a las afueras de la ciudad. La relación, quizá, podría ser lo que comenta Roberto Ariza, responsable de Servicios de Comisiones Obreras (CC OO) en Granada: “Ahora ocio y consumo es lo mismo. Divertirse es gastar”. Y esa es la esencia de los grandes centros comerciales.
En el caso de Granada, 228.000 habitantes y más de 600.000 pernoctaciones al año han servido para que el Albaicín y el entorno de la Alhambra y el Generalife, zonas declaradas Patrimonio de la Humanidad, sean ZGAT cinco meses al año desde hace tiempo. Son entornos con tiendas pequeñas a las que, por su tamaño de menos de 300 metros cuadrados, se les dio libertad horaria hace años. El casco histórico de la ciudad, donde sí hay grandes cadenas y comercios, nunca ha sido ZGAT por lo que los festivos, el paseo por el centro es entre locales cerrados.
A partir este domingo, todo cambia: la Junta andaluza ha declarado ZGAT la ciudad de Granada en abril, mayo, agosto, septiembre y octubre, lo que, añadido a que en diciembre se abren todos los domingos, suma medio año de libre apertura en festivos frente a los 16 que se pueden abrir en cualquier ciudad andaluza que no tenga esa declaración. Pequeño comercio, Ayuntamiento y sindicatos están en contra de esa liberalización que, dicen, da todas las ventajas a los grandes espacios comerciales y amenaza el cierre de muchas tiendas de barrio y de pueblos. Este es un problema que en Andalucía atañe también, con sus especificidades, a ciudades como Córdoba o Jerez.
Rosa Molina Romero trabajó durante una década en un gran supermercado y ahora es propietaria de una tienda de ropa y complementos en Dúrcal (7.216 habitantes), a media hora de la capital y 20 minutos de un gran centro comercial. Por eso, tiene las dos perspectivas. “Como empleada de un comercio grande, nos venden la moto de que se creará empleo, pero no es así. Utilizan a la misma plantilla para trabajar un día más, sin refuerzos. El mismo empleo en peores condiciones”, dice Molina. Como dueña de un comercio explica que “esto es una putada”. “Si ahora la gente no pierde oportunidad de ir a los centros comerciales en cuanto puede, que abran los domingos es la perdición para nosotros”, se queja. Al otro lado de la provincia, a 40 kilómetros de la capital está Montefrío (5.406 habitantes). María Victoria J. C. tiene ahí una zapatería que atiende sola de lunes a sábado a mediodía y se pregunta: “¿Cómo conciliamos entonces? En este comercio, la plantilla soy yo. ¿Cómo competimos con los centros comerciales? Yo no puedo abrir siete días a la semana”.
Y no solo es la conciliación, probablemente tampoco sería rentable abrir el domingo en un pueblo. La gente, dice Victoria, ya aprovecha las visitas a la capital entre semana para comprar. Añadir los festivos es facilitar la vida a los grandes, añade. Roberto Ariza, de CC OO, añade: “Se declara toda la ciudad ZGAT sin sentido. En el Fargue, el Zaidín o Chana [barrios de la ciudad], no hay turistas ni nadie desamparado buscando un supermercado o una tienda de ropa un domingo. Esto está hecho para beneficiar a las grandes cadenas”. CC OO intenta, dice, que se desligue la liberalización de horarios de la declaración ZGAT. Para Ariza, “esa decisión del Gobierno andaluz lo que hace es poner una bomba en un ecosistema que, con sus dificultades, estaba más o menos equilibrado”, comenta. En los pequeños comercios, añade, se quedarán sin descanso si quieren plantar cara a los grandes, una competencia “que no es tal porque es imposible competir con ellos”.
El Ayuntamiento granadino ha estado renovando la declaración de ZGAT periódicamente. Este año tocaba por primera vez tras la sentencia de 2019, cuando el Ayuntamiento de Cádiz pidió el título para unas pocas calles y las grandes empresas de distribución acudieron al Supremo para dar una respuesta que, en resumen, es: excepto casos muy excepcionales, ZGAT es para todo el municipio. Un triunfo para los grandes comercios que la Junta andaluza considera debe inspirar ya todas sus declaraciones. José Javier Martín, delegado de Empleo de la Junta en Granada, insiste en que el fallo del alto tribunal les obliga a tomar esa decisión. Por eso, cuando Granada pidió la declaración exclusivamente para el Albaicín y el entorno de la Alhambra, el Gobierno andaluz amplió la declaración a todo el casco urbano.
Eduardo Castillo, concejal socialista de Comercio, ha anunciado un recurso en los tribunales contra esta declaración porque cree que “la Junta trata de beneficiar a las grandes superficies y pone en riesgo miles de empleos en el pequeño comercio”. Martín, delegado de la Junta, acusa al Ayuntamiento “de no justificar con datos objetivos por qué quiere la declaración solo para esas zonas”. Tampoco, dice, “ha aportado motivos para excluir otras zonas, ni soluciones”.
Miguel Moreno, secretario general de la federación de comerciantes de Granada, explica que “no existe demanda turística para que se abra el centro los domingos”. Moreno conoce la trayectoria de esta declaración y explica que “se restringió la petición a esa zona y esos meses porque es una zona de mucho turismo en fines de semana y era una oportunidad de revitalizar comercialmente el barrio y permitir a gente abrir nuevos negocios”. Los turistas, añaden, “no necesitan un gran centro comercial el domingo; es una medida innecesaria que hace mucho daño al comercio”.
Roberto Ariza, de CC OO, está de acuerdo con la propietaria de la tienda de modas, que aseguraba que las grandes empresas no aumentan plantilla: “Al ser la mitad del año, se adecúan con lo que tienen a costa de los descansos”. Además, advierte de otros cambios. “Al abrir tantos domingos, la gente se acostumbra y cambia sus hábitos de consumo”, aduce. Y concluye: “Al final, toda la provincia dirá: los domingos, a Graná de compras”. O, lo que es lo mismo, al centro comercial.
Disparidad en España
En España existe una gran disparidad en la apertura de domingos y festivos para el comercio de más de 300 metros cuadrados. Mientras Madrid tiene liberalizado por completo este asunto, Andalucía y Murcia, según información facilitada por CCOO, permiten la apertura 16 festivos al año; Aragón 13; Castilla-La Mancha, 12; y Comunidad Valenciana, 11. En el rango bajo están Extremadura y Cataluña, con 8 aperturas de festivos anuales, y Navarra con 9. El resto de comunidades autorizan a los grandes comercios abrir 10 jornadas festivas cada 12 meses.
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