Feijóo reclama de nuevo que gobierne la lista más votada pese a omitirlo en el programa electoral

Hay muchas cosas de Portugal que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, copiaría para España. Una de ellas es el modelo fiscal luso para atraer inversiones y rentas extranjeras, muy criticado tanto por Bruselas por fomentar la competencia fiscal entre países como por la oposición por la discriminación que representa para los portugueses, que pagan más impuestos. La otra es la norma que obliga a que los presidentes de las cámaras municipales (alcaldes) sean los candidatos de la lista más votada que Feijóo ha defendido en varias ocasiones y que, sin embargo, no se ha incluido en el programa electoral del PP para los próximos comicios. “Quisiera felicitar al pueblo portugués por su sistema de elección en las alcaldías, que automáticamente convierte en alcalde el candidato de la lista más votada. Sería muy bueno que en España copiásemos el régimen electoral local de la República portuguesa”, elogió el político español, situado junto al alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, que llegó al cargo por ser el más votado y que gobierna con dificultades porque la oposición, mayoritaria en el pleno, tumba muchas de sus iniciativas.

Mientras en el Congreso de los Diputados se aprobaba la reforma de las pensiones con el apoyo del bloque de la investidura y los votos en contra del PP y Ciudadanos, Feijóo justificó el rechazo de su partido porque la propuesta del Gobierno “abre la puerta a seguir incrementando las cotizaciones y a bajar las pensiones”. “Nadie responsable puede apoyar algo que la Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) no apoye. Si el Gobierno pretende llegar a las elecciones es una cosa, si pretende mantener un sistema de pensiones sostenible es otra”, criticó. La alternativa popular es “crear empleo para aumentar los ingresos de la Seguridad Social, contener las cotizaciones y subir las pensiones cada año según la inflación”.

Tampoco la otra noticia económica del día, la suavización de la escalada inflacionista (los precios subieron en marzo el 3,3% frente al 6% de febrero), fue celebrada por Feijóo. “En los dos últimos años los precios han subido un 14% y la inflación subyacente solo es una décima menos que el año pasado. Seguimos teniendo una crisis inflacionista en España. No creo que haya datos para festejar”, indicó. En cuanto al déficit público, que se situó en 2022 en un 4,8%, por debajo del 5% comprometido con Bruselas, el líder del Partido Popular contrastó el dato con el portugués, que fue del 0,4%. “España tiene un déficit público diez veces superior, por tanto, es un mal dato. Me parece sorprendente la interpretación triunfalista del Gobierno”, señaló.

La visita de 24 horas de Núñez Feijóo a Lisboa pretende realzar su perfil internacional en un momento en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, goza de especial relevancia exterior tras la organización de la cumbre de la OTAN en Madrid en 2022 y en vísperas de asumir la presidencia de la Unión Europea. La agenda del presidente del PP no ha incluido un encuentro con el primer ministro, el socialista António Costa, que mantiene estrechas relaciones con Sánchez, y solo se entrevistó con políticos del Partido Social Demócrata (centroderecha), principal fuerza de la oposición. El miércoles cenó con el presidente de la formación, Luís Montenegro, y en la tarde del jueves tenía previsto reunirse con el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, tras la entrevista con el alcalde de Lisboa.

En los Paços do Concelho, donde se proclamó la república portuguesa hace más de un siglo y sede municipal, Feijóo esbozó cuál sería su plan ibérico, que pasaría por reforzar el liderazgo peninsular como eje atlántico dentro de la Comisión Europea, que ve debilitado tras el Brexit y la ampliación comunitaria hacia el Este. Una reivindicación compartida por António Costa. Además, Feijóo reclamó a Sánchez que aproveche el semestre comunitario para cerrar los acuerdos comerciales de la Comisión Europea con Mercosur, Chile y México.

El líder del PP, que ha tenido una estrecha relación con Portugal durante los 14 años que presidió la Xunta de Galicia, defendió mejorar las conexiones ferroviarias entre España y Portugal, tanto en el eje atlántico (Oporto-Vigo-A Coruña) como entre las dos capitales (Lisboa-Madrid), que ahora mismo carecen de un tren directo. Para viajar entre ambas es necesario realizar dos o tres transbordos y se tarda entre nueve y once horas. En cuanto al mecanismo ibérico de electricidad, que ha permitido contener la subida de precios en España y Portugal y que Feijóo criticó en su momento, pasó de puntillas: “Lo importante no es ser una excepción ibérica si no ser una solución ibérica para incrementar la autonomía energética de nuestros países y contribuir a la autonomía europea”.