El Pequeño Nicolás suma su cuarta condena de cárcel

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, alias El Pequeño Nicolás, suma su cuarta condena de cárcel. La Audiencia Provincial de Madrid lo ha sentenciado a cuatro años y tres meses de prisión por urdir una trama ilegal para conseguir información confidencial de bases de datos policiales, con el objetivo de “obtener ingresos paralelos y otras prebendas relacionadas con los ambientes sociales y políticos que frecuentaba” cuando fue detenido en 2014. El procesado, que cumple 29 años el próximo abril, contó con la ayuda de agentes de la Policía Municipal de Madrid para poner en marcha esta red irregular, según recalca la resolución del tribunal. En total, Gómez Iglesias acumula ya penas por un total de 12 años y cinco meses de reclusión.

Hasta ahora, El Pequeño Nicolás ha fracasado en casi todos sus intentos de tirar abajo las imputaciones que se le atribuyen. El veinteañero esquivó en 2018 una primera condena de calumnias e injurias al CNI por decir que “pinchaba ilegalmente” teléfonos —un juicio del que salió absuelto tras tener que repetirse—. Pero, desde 2021, solo ha recibido reveses. Además de la sentencia conocida este miércoles, la Audiencia de Madrid le ha impuesto penas de cárcel por falsificar el DNI para que un amigo se presentase a la Selectividad por él (1 año y 9 meses de prisión); por hacerse pasar por emisario del rey Felipe VI y de Soraya Sáenz de Santamaría, exvicepresidenta del Gobierno, durante un viaje a Ribadeo (3 años); y por hacerse pasar por enviado del CNI y de la exdirigente del PP ante un empresario (3 años y 5 meses).

El último golpe le ha llegado este marzo, con la sentencia sobre la trama policial. Los magistrados consideran probado que Gómez Iglesias entabló una relación de amistad —que llegan a definir, en algún caso, como “estrecha”— con dos agentes de la Policía Local del Ayuntamiento de Madrid (Jorge González y Felipe Gallego), con el coordinador municipal de Seguridad y Emergencias (Emilio García Grande) y con un guardia civil (Javier Sánchez). Los cuatro le suministraron información confidencial de bases de datos sensibles, como la titularidad de placas de matrícula (que en la mayoría de los casos resultaron ser de empresarios), que el joven usaba para sus intereses personales.

La Audiencia de Madrid subraya que El Pequeño Nicolás entregaba “gratificaciones” a los dos policías locales a cambio de la información, que aprovechaba para “conseguir dinero que terminaban repartiéndose”. En este punto, el tribunal enumera numerosos mensajes que se cruzaron a través de aplicaciones de mensajería, donde usaban términos en clave —como “lechugas verdes, lechugas moradas, rábanos”— para intentar ocultar que “realmente hablaban de dinero”. En una de esas conversaciones, Jorge González le llega a preguntar a Gómez Iglesias: “Bueno, ¿qué? ¿La gallina ha puesto huevos? Que estamos en código rojo”. A lo que el joven respondió: “Os paso a código verde”.

Los jueces condenan a El Pequeño Nicolás por delitos de descubrimiento y revelación de secretos, violación de secretos oficiales y cohecho activo. Sin embargo, el tribunal le absuelve de pertenencia a grupo criminal. La Fiscalía pidió que se le castigara a nueve años y nueve meses de cárcel por esta causa.

La Audiencia también sentencia a cuatro años y tres meses de prisión a Jorge González y Felipe Gallego; a un año y medio de cárcel a Javier Sánchez; y al pago de una multa de 3.600 euros a Emilio García. Sobre este último, coordinador de Emergencias durante la etapa de Ana Botella como alcaldesa, la sentencia dice que mantenía una relación “personal” con Gómez Iglesias “al moverse ambos en el mismo ambiente político en torno al PP”. La resolución no es firme y cabe recurso ante el Tribunal Supremo. De hecho, El Pequeño Nicolás se encuentra pendiente actualmente de que el alto tribunal resuelva las alegaciones que ha presentado contra sus tres condenas anteriores.