Irene Montero: “Estoy dispuesta a ceder y subir algunas penas en la ‘ley del solo sí es sí”
La ministra de Igualdad insiste en que se hace cargo de la “preocupación social” pero que no aceptará una reforma de la norma que “cambie el modelo”
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha reiterado este sábado que está dispuesta a “ceder” para reformar, como ha pedido el PSOE, la Ley de Garantía de la Libertad Sexual, conocida como la ley del solo sí es sí, con tal de tener “una respuesta unitaria como Gobierno ante esta ofensiva contra ella”. Montero ha dicho que aceptará, “si es necesario, subir algunas penas”, pero en ningún caso “cambiar el modelo”, en la misma línea expresada por la propia ministra y otras dirigentes de Unidas Podemos en la última semana. La aplicación de la ley, desde que entró en vigor en octubre, ha provocado la rebaja de penas de unos 400 condenados por agresiones sexuales, y la excarcelación de una veintena.
En el mitin de presentación de las candidaturas de Podemos en Murcia, Montero ha asegurado que se hace “cargo del dolor, del sufrimiento, de la preocupación de las víctimas y de quienes las acompañan, de sus abogadas, de sus familiares y también de la preocupación social”. Pero ha insistido en que aún no hay un acuerdo con el PSOE para esa reforma y que entre ambos partidos existe “una discrepancia fuerte”.
“Nunca he estado más dispuesta a llegar a un acuerdo. Porque yo sé que la ley está bien hecha y que esto es una ofensiva de sectores reaccionarios contra la ley, pero me hago cargo del dolor de las víctimas y de la preocupación social”, ha dicho la ministra de Igualdad. “Solo hay una cosa en la que no estoy dispuesta a ceder: el cambio de modelo, la vuelta al esquema penal de la violencia o la intimidación. El consentimiento ha llegado para quedarse. Ni un paso atrás”, ha añadido.
En realidad, la ausencia de consentimiento siempre fue el requisito central de los delitos sexuales, desde mucho antes de la ley del solo sí es sí. Antes, sin embargo, había dos delitos distintos: abuso sexual (penado con hasta 10 años de cárcel) cuando no había violencia e intimidación, y agresión sexual (hasta 15 años) cuando sí había violencia o intimidación. La ley de Igualdad los agrupó en uno solo (agresión) y eso llevó a mover toda la horquilla de las penas, lo que en algunos casos ha dado lugar ahora a la rebaja de condenas.
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