_
_
_
_

España planea un primer envío a Ucrania de entre cuatro y seis tanques Leopard rehabilitados

El Ejército impartirá a los militares ucranios un curso acelerado de uso del carro de combate alemán en el campo de maniobras de San Gregorio, en Zaragoza

Dos militares sobre un tanque Leopard en Adazi (Letonia), en mayo de 2022. En el vídeo, los tanques Leopard.Foto: TOMS KALNINS (EFE)
Miguel González

Entre cuatro y seis Leopard 2A4. Ese es el número de carros de combate que España planea suministrar a Ucrania, según fuentes gubernamentales. La cifra final dependerá del estado en que se encuentren los 53 tanques almacenados desde hace una década en la Agrupación de Apoyo logístico número 41 de Zaragoza, cuya rehabilitación urgente negocia el Ministerio de Defensa con la industria militar; y de la aportación que realicen otros países. Hasta ahora, Alemania ha anunciado la entrega de 14 Leopard 2 “como primer paso”; y Canadá, de cuatro.

Lo que prima, en este caso, es la rapidez, pues el objetivo que se han marcado los países que forman la coalición informal que facilitará a Kiev el carro de combate alemán es que el Ejército ucranio disponga de dos batallones operativos en primavera.

El plazo estimado para la puesta a punto de los Leopard 2 españoles (que podría superar el medio millón de euros por unidad, según los expertos) coincidirá con los dos meses y medio que dura el curso que el Ejército de Tierra ha diseñado para instruir a los carristas ucranios. Se trata de un plazo extraordinariamente breve, pero se considera suficiente si los futuros alumnos son ya especialistas en carros de combate, aunque sea de otro modelo, y se apuran al máximo las horas de prácticas, mediante el uso intensivo de simuladores y softwares como el Steel Beast (”Bestia de Acero” en inglés), una especie de videojuego adaptado para distintos vehículos de combate.

La formación, solicitada por el ministro de Defensa ucranio a su homóloga española, se realizará en el Centro Nacional de Adiestramiento (CENAD) de San Gregorio, a las afueras de Zaragoza, que dispone de simuladores dinámicos del Leopard, para reproducir los movimientos del blindado en plena marcha, y de cuatro simuladores de torre de la firma española Indra que permiten formar simultáneamente a la dotación de una sección completa de tanques. Además, cuenta con varios Leopard 2A4, como los que se suministrarán a Ucrania, con los que está previsto realizar ejercicios reales en el vecino campo de maniobras, de más de 30.000 hectáreas. El plan es iniciar cuanto antes la instrucción de al menos 10 tripulaciones (integradas por conductor, tirador, cargador y jefe de carro), así como de personal mecánico y de mantenimiento. Hasta ahora, Defensa ha formado a los militares ucranios en la Academia de Infantería de Toledo, donde antes de Navidades recibieron instrucción básica durante cinco semanas 64 reclutas y este año más de 200.

Además de los carros de combate, el Ministerio de Defensa podría suministrar a Kiev un paquete de repuestos del Leopard, elemento fundamental para que se pueda mantener la cadena logística. Más dificultades plantea la entrega de munición (proyectiles de 120 milímetros de su arma principal), ya que España no la fabrica y habría que recurrir al stock del Ejército. El pasado jueves se celebró, por videoconferencia, una primera reunión de la coalición de países dispuestos a suministrar carros Leopard a Kiev, convocada por el nuevo ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, en la que participaron sus homólogos de Canadá, Portugal, España, Países Bajos y Finlandia. Sorprendentemente, en el encuentro no estuvo Polonia, el país que más presionó para suministrar los Leopard a Kiev y que amagó con entregar una compañía (14 carros) incluso sin el permiso de Berlín, país que tiene la licencia y debe autorizar cualquier reexportación.

Los expertos advierten de que los primeros Leopard que aparezcan en el campo de batalla se convertirán en objetivo prioritario de las tropas rusas, no solo por razones militares sino también propagandísticas. Por eso recomiendan que los carros de combate de fabricación alemana no desembarquen en solitario, sino que lo hagan acompañados de otros tanques prometidos por los socios de la OTAN: los 14 Challenger 2 británicos, los 31 Abrams estadounidenses o los Leclerc que se espera acabe entregando Francia, aunque de momento se resista. La heterogeneidad de tipos de carros de combate supondrá un quebradero de cabeza para el Ejército ucranio, que tendrá que gestionar cadenas de suministro diferentes para el Challenger, el Abrams, el Leclerc si llega y los dos modelos de Leopard (el A6, que le entregará Alemania y el A4, que suministrarán Polonia o España), además de los tanques de origen soviético T-64, T-72 y T-80 con los que ya estaba equipado. Para evitar la destrucción de sus nuevos carros occidentales, Ucrania deberá asegurarse de que Rusia no consigue la superioridad aérea en el campo de batalla, para lo que necesita multiplicar su arsenal de armas antiaéreas de baja y media cota. Estados Unidos ha prometido reforzar la defensa de Kiev con el envío de una batería de Patriot especializados en defensa antimisiles.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_