Cena de Navidad en medio de una batalla por liderar Ciudadanos, un partido herido
Arrimadas, Villacís y Bal se vieron las caras en un evento organizado por la militancia de Madrid solo unas horas después de que el portavoz de Cs en el Congreso anunciase su candidatura
Era la primera vez que Edmundo Bal iba a asistir a la cena de Navidad de Ciudadanos Madrid. Y no cambió de idea. Ahí se plantó el portavoz de Cs solo unas horas después de anunciar en el Congreso que concurriría en primarias para liderar un partido en descomposición ante la sorpresa de la todavía presidenta, Inés Arrimadas, que no esperaba su comparecencia de este viernes. Ella le había pedido quedar para tomarse un café antes de que hablara frente a las cámaras. Él se negó. “Uno se cansa de esperar”, afirmó Bal este sábado en una entrevista en EL PAÍS. El encuentro llegaría horas más tarde, en la fiesta junto a cargos y afiliados madrileños, y ante la mirada de la vicealcaldesa Begoña Villacís.
Bal saludó primero con dos besos a Villacís. Luego a Arrimadas. Se repitió la escena “cordialmente”, a la que se sumó un “ya hablaremos la semana que viene” de la dirigente al portavoz, relatan fuentes presentes en el evento. Un cóctel con los asistentes en pie, con bandejas que servían comida y bebidas, en un local de Cuatro Vientos, Madrid, que arrancó en torno a las 20.30. También hubo baile. En los corrillos, además de otros temas, la comidilla era el paso adelante del portavoz, que dejó noqueada a Arrimadas un día después de compartir juntos el pleno en el Congreso sobre la sedición y visionar con todo el grupo parlamentario el partido de la selección contra Japón. Ella sigue sin confirmar su candidatura.
La semana había transcurrido entre reuniones de diputados fuera y dentro del Congreso, también con miembros de Cs ajenos a la Cámara baja, además de muchas llamadas de los contrarios a Arrimadas que animaban a Bal a dar el paso como aspirante al proceso de elección interno del próximo 9 y 10 de enero. Algunos de ellos, como los parlamentarios María Carmen Martínez, José Ignacio López-Bas, Sara Giménez y Miguel Gutiérrez, han mostrado en las últimas horas ya su apoyo explícito a la papeleta de Bal en redes sociales. Pero la fiesta de Cuatro Vientos era territorio de Villacís, que además de vicealcaldesa es la coordinadora autonómica de Ciudadanos en Madrid.
Tras el picoteo, llegó el momento de la ansiada foto: Arrimadas, Villacís y Bal juntos. La vicealcadesa madrileña tomó el micrófono, como suele hacer tradicionalmente en este tipo de fiestas, habló sobre la situación del partido, sobre remar juntos, y cedió la palabra a los protagonistas de la pugna. El primero fue Bal. Mientras el portavoz se dirigía a los afiliados, algunos de los asistentes empezaron a gritar: “¡Unidad! ¡Unidad! ¡Unidad!”. “Tenemos un montón de activos en este partido; desde luego no vamos a desperdiciar a absolutamente ninguno. Por lo tanto, pues volved a gritar ‘unidad’, que también es lo que yo voy a gritar, y estoy convencido de que tanto Begoña como Inés lo van a decir también”, respondió Bal al tiempo que Arrimadas miraba al frente con las manos cruzadas y dando la razón al portavoz negando con la cabeza, como se puede ver en un vídeo distribuido en redes sociales en la cuenta @VeteranosLibESP.
El discurso acabó con un aplauso, también de la presidenta, y Villacís alzando una copa de vino, en medio de los dos contrincantes, cuya relación se agrietó hace unas cuatro semanas por las discrepancias sobre el nuevo modelo de dirección del partido en el que la dirigente pretendía perpetuarse como líder política hasta las primarias para elegir candidato, ya en el segundo semestre de 2023, a presidir el Gobierno; mientras otro bando exigía ya votar en enero al cabeza de la formación, como Bal y el procurador Francisco Igea. “El futuro de Ciudadanos pasa por que Arrimadas dé un paso al lado y no se presente a las primarias”, sentenció Bal en este periódico, que en mayo de 2021 se presentó como candidato a la Asamblea de Madrid sin obtener ningún escaño.
A la “unidad” y a evitar “egos” ya había llamado la propia Villacís el miércoles, en medio de una guerra soterrada y ante la expectación de quién daría el paso primero, si Bal o Arrimadas. El portavoz ha provocado que Arrimadas tenga que jugar a la contra. “La verdad es que no me lo esperaba”, sostiene un miembro de la ejecutiva afín a la presidenta sobre el anuncio de Bal. Por su parte, la vicealcadesa, una de las figuras más mediáticas de Cs, se ha desmarcado de la batalla para capitanear un partido herido de muerte, con las encuestas a cero en prácticamente todos los sitios y con la incertidumbre de cuál será el resultado del proceso de refundación, cuya asamblea se celebra entre el 13 y el 15 de enero, una semana después de las primarias.
A la dirigente madrileña no le interesa liderar un Ciudadanos en desplome, con la vista puesta en “ser decisiva” en el Ayuntamiento de Madrid y con la oferta sobre la mesa del PP para integrar una lista unitaria. Incluso se le ha abierto la posibilidad de ir como segunda si decidiese cambiar de chaqueta. Villacís ha negado por activa y por pasiva ese movimiento. Pero, la excusa de una refundación fallida, a su juicio, le valdría como pretexto de cara a la galería para abandonar el barco. “Begoña está buscando apoyos para una candidatura de Inés y, por otra parte, está pactando con Adrián Vázquez otra candidatura”, afirma otro miembro de la ejecutiva.
Adrián Vázquez, el tercero en discordia. Porque no solo uno ni dos, sino que hasta tres nombres suenan como posibles competidores por un partido político con todo perdido. Cualquiera puede acabar quemado, si es que no lo está ya. El eurodiputado, miembro del equipo de refundación, es de los menos conocidos entre el público, aunque lleva años ligado a Cs. En verano además tomó el relevo de Luis Garicano como jefe del grupo en Bruselas tras la marcha de este. Y se ha hecho fuerte entre la militancia como la voz cantante del conocido como G-8. Vázquez tampoco se ha postulado de momento. “Inés dijo al grupo de refundación en un primer momento que no se iba a presentar”, asegura un alto cargo.
¿Cómo es posible que haya tantos hipotéticos aspirantes en una formación con en torno al 2% en intención de voto al Congreso y cero escaños en los sondeos? Con, además, motines cada dos por tres, como los últimos de los ayuntamientos de Madrid y Barcelona, donde finalmente el portavoz del grupo, Paco Sierra, ha sido expulsado. “Eso es la muestra de que estamos más vivos de lo que dice la gente, si no nadie se presentaría”, afirma otra fuente de la ejecutiva. “Hay quienes no aceptan la refundación y quieren seguir ahí, en su sillón”, añade otra. “Con ese puesto te garantizas otros años más de sueldo cuando entre mayo y diciembre todo dios se va para casa”, subraya otra más, en referencia a las elecciones municipales y autonómicas, y generales, posteriormente. “Al haber muchas candidaturas también nos atrae el foco perdido”, dice otra distinta.
Lo cierto es que la militancia pide “refrescar caras” y “aire fresco”, según se desprende de los resultados de los cuestionarios del proceso de refundación. Características que ni Bal ni Arrimadas reúnen. “Mantengo la esperanza en que las diferencias entre candidaturas, sean las que sean, se puedan hablar, negociar y resolver antes de medirse en un voto que siga dividiendo nuestro partido, que ya pasa por un momento suficientemente complejo”, apunta una fuente de la refundación. La tensión en el seno del grupo parlamentario, en el que Arrimadas solo cuenta con el diputado Guillermo Díaz como fiel, tendrá que recoserse tras el proceso de primarias. El 29 de diciembre acaba el plazo para presentar candidaturas. Y el 2 de enero empieza la campaña. Bal, el primero en postularse, se marchó también el primero de la fiesta de este viernes. “Después de que Bal se fuera, las palabras de Villacís ya no eran tan buenas”, revela otro asistente. Tras la marcha del portavoz, Villacís invitó a un reto de baile. “Cuando Begoña va a una fiesta, va a una fiesta. No todo es política”, explica otro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.