Abascal empuja a Feijóo a presentar una moción de censura y evita hacerlo él
El líder de Vox recuerda que su partido ya lo hizo y subraya que otros “tienen sus responsabilidades”
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha instado este lunes al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a presentar una moción de censura contra el presidente del Gobierno, y ha descartado presentarla él mismo en este momento. “Apoyaré cualquier iniciativa que sirva para sacar a Pedro Sánchez de La Moncloa y convocar elecciones anticipadas”, ha dicho en una rueda de prensa en la sede de su partido, la primera en nueve meses.
Abascal ha tendido la mano al PP para buscar un “candidato de consenso” que encabece dicha moción de censura, pero ha dejado claro que, aunque puede haber otros más aceptables que el propio Núñez Feijóo, tampoco vetaría a este. En todo caso, el programa de este candidato, ha puntualizado, debería ser la disolución inmediata de las Cortes y la convocatoria de elecciones. El presidente de Vox ha reconocido que no ha hablado con su homólogo del PP para trasladarle esta oferta antes de hacerla pública.
En su intervención inicial, Abascal ha pintado un retrato pavoroso de la actual situación de España. Ha asegurado que “se promueve la pederastia desde el Ministerio de Igualdad”, retorciendo una frase de la ministra Irene Montero en el Congreso; “se publicita el comunismo con dinero de todos los españoles”, en alusión al sello de Correos conmemorativo del centenario de la fundación del PCE; “se promociona la mutilación de menores”, en referencia a las operaciones de cambio de sexo; y “se promueve el suicidio asistido”, atribuyendo a la ley de eutanasia un efecto que no tiene. A ello ha sumado la intención de “amnistiar a unos peligrosos delincuentes”, como se ha referido a los dirigentes independentistas, y “proteger a los golpistas de mañana”, con la sustitución del delito de sedición por el de desórdenes públicos agravados. En definitiva, España está inmersa en un “proceso destituyente” que lleva “al desmoronamiento del Estado de Derecho y la disolución” de la unidad nacional, según sus palabras.
Precisamente por pintar un panorama tan sombrío ha resultado más sorprendente que Abascal no dé ninguna explicación de por qué no presenta él mismo una moción de censura. Se ha limitado a señalar que “otros tienen sus responsabilidades”, refiriéndose al PP, y a recordar que cuando lo hizo, en octubre de 2020, ningún otro grupo le apoyó y recibió duras críticas del entonces líder popular, Pablo Casado. Preguntado expresamente si él presentará una moción de censura en el caso de que Núñez Feijóo no lo haga, ha respondido: “No voy a decir lo que vamos a hacer si otros no lo hacen”.
De momento, Vox ha presentado un escrito en la Mesa del Congreso en el que pide que no se admita a trámite la proposición de ley de modificación del Código Penal y, dando por sentado que su iniciativa no tendrá ningún efecto, ha anticipado que cuando entre en vigor la lay la recurrirá al Constitucional. Además, ha anunciado una campaña para promover un referéndum sobre la ilegalización de los partidos independentistas; y ha llamado al PP y a Ciudadanos (Cs) a sumarse a las concentraciones convocadas por Vox en Barcelona y Madrid contra la reforma del delito de sedición. “Estamos dispuestos a compartir esa manifestación con ellos”, ha dicho Abascal en referencia a los dirigentes populares y de Cs, antes de subrayar que “quien esté preocupado porque las convoque Vox igual no está tan preocupado por lo que estamos combatiendo”.
El líder de Vox ha salido en defensa de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuya gestión sanitaria provocó que decenas de miles de personas se manifestaran el domingo por las calles de la capital. Ha asegurado que “justas reivindicaciones en materia sanitaria y la preocupación de la población se están utilizando de manera política para atacar a un gobierno”. Abascal ha ofrecido sus propias recetas a Ayuso para resolver los problemas de la Sanidad: devolver al Estado central las competencias en materia de salud, acabando con “17 sistemas sanitarios autonómicos distintos”; negar la asistencia sanitaria a los “cientos de miles de inmigrantes ilegales que colapsan la atención primaria”, afirmación que no avala ningún estudio; y “reducir drásticamente las subvenciones a los sindicatos”, como ha hecho el Gobierno de coalición entre PP y Vox en Castilla y León. Nada ha dicho de incrementar la inversión en Sanidad.
Como es práctica habitual de este partido, Vox ha negado sin ninguna explicación el acceso a la rueda de prensa a EL PAÍS, pese a que se había acreditado oportunamente y a las repetidas condenas que esta conducta ha merecido por parte de las principales organizaciones de periodistas de toda España. Paradójicamente, en su exposición inicial, Abascal ha asegurado que “la libertad de expresión está siendo gravemente amenazada en España como en ningún otro lugar del mundo occidental”, atribuyendo esta supuesta amenaza al Gobierno.
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