El no de Feijóo revuelve a los socios de Gobierno

El último fracaso en los intentos de renovar, ya totalmente fuera de plazo, los principales cargos institucionales y judiciales del país ha enervado a Unidas Podemos, el socio del PSOE en la coalición de Gobierno. Pero también a los aliados habituales en el Parlamento. Y todos señalan como máximo responsable al líder actual del PP, Alberto Núñez Feijóo. En Unidas Podemos (UP) presionan al PSOE para retomar una reforma dura de la ley del Poder Judicial y recuperar la idea de implantar una mayoría absoluta simple (es decir, 176 escaños) para la elección de los 12 vocales del turno de los jueces que deben nominar ahora las Cortes, con la participación de al menos la mitad de los grupos parlamentarios de la Cámara. Es lo que sucede ya para otros cargos institucionales, como los de RTVE. Algunos partidos de la izquierda, como Más País, ponen reparos a ese plan porque podría perjudicar a las minorías. PNV tilda de “irresponsable” a Feijóo.

Ni a Unidas Podemos ni a otros socios habituales del Gobierno les agradaba la intención del PSOE de sacar adelante de manera bilateral con el PP el pacto para la renovación de los cargos judiciales más importantes del país, aunque habían optado por silenciar sus críticas lo máximo posible a la espera del anhelado acuerdo. Tanto Unidas Podemos como otras formaciones, como el PNV, estaban pendientes, además, de poder incorporar a esos puestos a personas cercanas a sus posiciones en los cupos negociados entre el PP y el PSOE. Nada de eso parece ahora posible, tras la ruptura provocada el viernes pasado por el PP de Feijóo. Por ello, Unidas Podemos ha retomado sus reivindicaciones más radicales.

El portavoz parlamentario de UP, Pablo Echenique, ha calificado la actuación del PP de Feijóo de “golpe sedicioso contra la democracia en el poder judicial” y ha reafirmado que ahora “solo queda una opción: cambiar el método de elección del CGPJ en el Congreso y arrebatar así a Feijóo su minoría de bloqueo”.

El dirigente de Unidas Podemos ha refrescado los requisitos que se requieren para proceder a esa infructuosa renovación, al exigir la ley orgánica del Poder Judicial tres quintos de los diputados del Congreso para la nominación de esos 12 vocales del turno de los jueces. Pero ha recordado también que esa norma se puede modificar en el Parlamento, en línea con el proyecto de ley que ya registraron en octubre de 2020 ambos grupos para esquivar ese veto. Echenique ha remarcado que lo contrario “otorga al PP una minoría de bloqueo” que es la que ha provocado “el secuestro del máximo órgano de gobierno de los jueces durante casi cuatro años en flagrante incumplimiento de la Constitución”.

La fórmula de Unidas Podemos para desatascar este bloqueo es cambiar esa ley orgánica para que los 12 vocales del turno de jueces que deben seleccionar las Cortes salgan por mayoría absoluta y con la participación de al menos la mitad de los grupos parlamentarios de la Cámara, que ahora serían cinco, como ya ocurre con el Consejo de RTVE.

Podemos sostiene que esa opción respeta la pluralidad, evita un Consejo monocolor o bipartidista y es más garantista que lo que se exige ahora para la investidura del presidente del Gobierno. Los ocho vocales del turno de juristas que se eligen por el Congreso y el Senado para completar los 20 que componen el Consejo no se pueden cambiar porque ya están así blindados en la Constitución. Podemos incluiría una disposición en la nueva ley para que las renovaciones del CGPJ se tengan que hacer efectivas, aunque alguien pretenda un bloqueo dentro de ese turno de juristas porque con los otros 12 vocales ya habría quórum.

La Comisión Europea expresó en 2020 una “profunda preocupación” por la reforma planteada en España, que pretendía rebajar la mayoría parlamentaria necesaria para el nombramiento de los miembros del llamado gobierno de los jueces. La creciente fragmentación del Parlamento ha hecho que la mayoría actual (3/5) parezca inalcanzable desde hace cuatro años, por lo que el Ejecutivo de Sánchez se planteó dejarla en mayoría absoluta, aunque renunció por la oposición de Bruselas.

El PSOE y hasta el presidente del Gobierno respaldaron hace dos años aquella iniciativa, pero luego Pedro Sánchez la retiró para intentar otro pacto con el PP de Pablo Casado que también acabó frustrado. Los socialistas, por ahora, no se pronuncian sobre esta posibilidad. Otros grupos, como ERC o PNV, aún mantienen la esperanza de que la presión política, social y mediática sobre Feijóo acabe dando resultados y rectifique sus exigencias, aunque desde la formación republicana catalana ven al líder popular muy atrapado ante la presión interna del sector del partido liderado por Isabel Díaz Ayuso. Nueve partidos con presencia en el Congreso que suelen votar junto al Ejecutivo ya se pronunciaron en septiembre de 2020 sin ningún éxito contra el bloqueo practicado por el PP. Uno de ellos, Más País, liderado por Íñigo Errejón, ha arremetido ahora contra las excusas del PP “más ultra” que mantienen atrapado a Feijóo, pero matizó que sería “prudente” al cambiar las mayorías para la elección de ese órgano proteger el futuro de las minorías.

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, que esta semana se entrevistó de forma discreta con Feijóo para reabrir esa vía de comunicación, le tachó, sin embargo, de “auténtico irresponsable” por romper la negociación judicial. Y rebatió el argumento usado por Feijóo para justificar esa ruptura al introducir el debate de la posible rebaja de las penas en el delito de sedición: “En democracia hay que respetar los procesos. Si en un ámbito hay un camino para revisar un tipo de delito penal y ese tipo de delito jurídicamente se ve que puede tener otro encaje y hay una mayoría parlamentaria en las Cortes que lo respalda y lo apoya, la democracia es eso, juntarse, votar y el que más tenga decide”.