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Adriana Lastra, la dirigente fiel a Sánchez desde el principio

La ya exvicesecretaria general del PSOE, uno de los pilares en el proyecto del presidente, abandona el cargo después de ocho años a su lado

Paula Chouza
San Lorenzo de El Escorial -
Adriana Lastra
Adriana Lastra, en una imagen de 2021, en el Congreso de los Diputados.

Adriana Lastra (Ribadesella, 43 años) llevaba al lado de Pedro Sánchez desde que este ocupó la secretaría general del PSOE en 2014. Entonces fue designada responsable del área municipal de la ejecutiva del partido. Afiliada desde los 18 años a las Juventudes Socialistas de su pueblo, la ya exvicesecretaria general de la formación llegó al Congreso de los Diputados en 2015. Pese a las sucesivas crisis que ha enfrentado Sánchez dentro y fuera de su partido, Lastra siempre ha estado ahí.

Tras la última remodelación del Gobierno en julio de 2021, el presidente nombró a Óscar López jefe de gabinete y, después del 40º Congreso del PSOE en Valencia del pasado octubre, repescó a Antonio Hernando como su director adjunto. Actualmente, el secretario de Organización del partido es Santos Cerdán, y Félix Bolaños sustituyó a Carmen Calvo como ministro de Presidencia. “En la democracia de la igualdad entre mujeres y hombres, no es bueno que salgan mujeres de la primera línea de la política. Adriana, mucha suerte”, ha reaccionado este lunes la que fuera vicepresidenta primera hasta hace un año.

“En los últimos meses, se han producido cambios importantes en mi vida personal que me exigen tranquilidad y reposo y que, en las dos últimas semanas, me han obligado a tomar una baja laboral que se va a prolongar aún un tiempo”, ha justificado en un comunicado la política asturiana, antes de anunciar su renuncia al cargo en el PSOE, motivada, oficialmente, por su embarazo. “Así se lo trasladé, hace días, al secretario general del partido, a quien quiero agradecer su confianza”, ha reconocido la política. “Querida Adriana Lastra, eres una socialista ejemplar. Gracias a tu compromiso y entrega durante todos estos años el cambio en el PSOE y en España fue posible. Seguiremos trabajando juntos”, ha correspondido Sánchez a través de un mensaje en redes sociales.

Febrero de 2017. Por aquel entonces, Pedro Sánchez es el hombre del “no es no” a Rajoy, que ha tenido que renunciar a su acta de diputado y ha emprendido una nueva carrera por la secretaría general del PSOE, cargo del que ha sido expulsado en una reyerta pública con aroma a tragedia griega. El candidato elige para su presentación de credenciales el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Logra un lleno absoluto con cientos de personas en la calle sin poder entrar. En un rincón, Adriana Lastra reflexiona sobre la pelea que se avecina. “Vamos a ganar no solo en Asturias, sino en toda España”, cuenta. Lastra conoce su territorio como nadie, las agrupaciones y a sus militantes. Es, de entre todos los que arropan a Sánchez en el inicio de la reconquista del poder, la más optimista, pese a que la batalla no puede ser más desigual: el poder institucional socialista está de parte de Susana Díaz, la entonces todopoderosa presidenta de la Junta de Andalucía. Pero Lastra hace cuentas, suma y sigue. Y resuelta responde a quienes la quieren oír: “Vamos a ganar fácil”. Y ganan relativamente fácil, porque el “no es no” de Sánchez convence a las bases.

Lastra, detrás de Pedro Sánchez, en la presentación de credenciales del candidato en febrero de 2017 en el Círculo de Bellas Artes.
Lastra, detrás de Pedro Sánchez, en la presentación de credenciales del candidato en febrero de 2017 en el Círculo de Bellas Artes.
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En junio de 2018 triunfaba la moción de censura contra el presidente popular y Sánchez llegaba al Palacio de la Moncloa. Solo unos días después, el nuevo mandatario la elegía portavoz parlamentaria, primera mujer en ocupar el cargo, un puesto para el que carecía de una “autoridad moral y orgánica” que, sin embargo, nadie le cuestionaba dentro del partido. Esta última etapa, según algunas fuentes, fue muy diferente: “Su relación con el secretario de Organización no era la mejor, hasta el punto de que hace días comenzaron a llover rumores sobre la intención de Pedro Sánchez de crear un área de coordinación general por encima de Lastra y Cerdán. Y eso a ella, si es que llegó a ser algo más que un rumor, le pudo doler especialmente”.

Lastra llevaba como vicesecretaria desde 2017, un año antes de que Sánchez llegara a La Moncloa. Tras la última remodelación del Gobierno en julio de 2021, el presidente le dio a elegir entre ser portavoz o centrarse en el partido. Ella se quedó con el segundo encargo y fue relevada en el Congreso por Héctor Gómez. Tras el batacazo electoral del PSOE en Andalucía, en el partido no gustaron sus explicaciones, una intervención en la que afirmó que el ganador candidato del PP, Juan Manuel Moreno, había llegado a los comicios tras superar la crisis de la covid “con los ingentes recursos aportados por el Gobierno de España”. En la última semana, ya de baja laboral, siguió el debate del estado de la nación desde su reposo en Asturias. En la bancada socialista llamó la atención su silencio. No publicó ni un solo mensaje en redes sociales.

La estrategia del PSOE frente a la corrupción del PP ha preocupado a Lastra durante los últimos años. Días antes de que, en octubre de 2016, el partido regalara a Rajoy su investidura con una abstención, ella se fustigaba por el silencio que los suyos mantenían ante los escándalos que acorralaban a los populares, destapados gota a gota en la instrucción del caso Gürtel. Y así ha seguido este tiempo ya como número dos del PSOE. Hace solo dos meses, calificó como “homenaje a la corrupción” el congreso del PP donde se sacrificó a Pablo Casado para poner en su puesto a Alberto Núñez Feijóo: “Nosotros seguiremos trabajando para crear más empleo y ganar peso en Europa mientras el PP de Feijóo seguirá aplaudiendo la corrupción a manos llenas como ha hecho este fin de semana”, declaró entonces. El feminismo ha sido también una de las banderas de Lastra a lo largo de toda su carrera. Incluso en mayo fue la encargada de poner voz al descontento con Unidas Podemos en la tramitación de la ley de libertad sexual por sus diferentes posturas en el debate sobre la abolición de la prostitución.

Tras conocerse su dimisión este lunes, uno de los más elocuentes en sus mensajes ha sido el presidente de Asturias, Adrián Barbón, secretario general de su federación. “También como amigo, quiero expresarle públicamente todo mi cariño y apoyo ante esta valiente y consciente decisión. Siempre ha demostrado su lealtad al partido y a la militancia socialista”, ha elogiado en Twitter. “Ningún/a otro militante socialista de Asturias ha ocupado responsabilidades orgánicas tan importantes en el PSOE, asumiendo las funciones de número dos del partido. Solo José Barreiro, en un período muy distinto, el del exilio, asumió la Vicesecretaría General”, ha resumido Barbón, quién ha valorado su “capacidad política, su lealtad y sus firmes convicciones”.

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Sobre la firma

Paula Chouza
Periodista de Política en EL PAÍS. Participó en el lanzamiento de EL PAÍS América en México. Trabajó en el Ayuntamiento de A Coruña y fue becaria del Congreso de los Diputados, CRTVG o Cadena SER. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, Máster en Marketing Político y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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