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Rajoy defiende al rey emérito y dice que no se le trata “como se merece”

El expresidente disculpa el fraude fiscal de Juan Carlos I preguntándose “quién no comete errores”

Los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy (a la derecha) y José Luis Rodriguez Zapatero, antes de participar en un curso de verano de la UIMP en Santander.
Los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy (a la derecha) y José Luis Rodriguez Zapatero, antes de participar en un curso de verano de la UIMP en Santander.Pedro Puente Hoyos (EFE)
Miguel González

Mariano Rajoy ha hecho este miércoles una defensa del rey emérito, expatriado desde hace casi dos años en Emiratos Árabes Unidos, a quien a su juicio “no se le está tratando como se merece”. El expresidente del Gobierno ha subrayado que Juan Carlos I “pilotó la transición, con ayuda de muchas personas”, y “representó internacionalmente a España muy dignamente”, realizando de manera “muy eficaz” las gestiones que le encomendaron los sucesivos presidentes, incluido él mismo, por lo que “su balance es enormemente positivo”. Rajoy, que se ha declarado “absolutamente a favor de la institución [monárquica], del rey actual y del anterior”; ha disculpado el fraude fiscal que según la Fiscalía cometió el ex jefe del Estado preguntándose “quién no comete errores”.

Rajoy ha cerrado el ciclo de conversaciones con expresidentes del Gobierno organizado en Santander por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con motivo de su 90 aniversario. Preguntado por Benigno Pendás, presidente de la Academia de Ciencias Políticas y Morales, ha calificado de “exagerado” y “tremendamente injusto” el trato que recibió el PP por el caso Gürtel, en alusión a la sentencia de la Audiencia Nacional que condenó a su partido como “beneficiario a título lucrativo” de la trama corrupta y desencadenó la moción de censura que acabó con su Gobierno. Rajoy ha reconocido que lo pasó “muy mal”, porque “tenía la responsabilidad de mantener el partido en su sitio” y, aunque “hubo gente del PP que hizo lo que no debía haber hecho, la inmensa mayoría [de los militantes] era gente honrada”. En ningún momento ha admitido ninguna responsabilidad personal en el escándalo.

También ha citado el conflicto catalán como uno de los momentos “más desagradables” de su etapa en La Moncloa. Según ha dicho, su mayor problema fue la “imposibilidad absoluta de poder dialogar” con el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien llegó a reconocerle en privado que era consciente de que el Gobierno no podía autorizar la celebración del referéndum independentista. “Sentí impotencia por la imposibilidad de acordar nada con esta gente y lo intenté”, ha asegurado, antes de reconocer que no le gustó aplicar el artículo 155 de la Constitución.

Clima político “asfixiante”

Rajoy ha asegurado que no echa de menos la política y que no piensa volver a ejercerla, aunque también ha dicho que no se arrepiente de haberle dedicado la mayor parte de su vida profesional, a pesar de que el clima político “ha ido a peor” en los últimos años y “se ha vuelto asfixiante” para quienes la ejercen. “He sido bastante feliz”, ha reconocido pese a ello.

El expresidente se ha declarado “inmovilista” en su rechazo a reformar la Constitución y la ley electoral y ha subrayado que Marruecos “debe ser la prioridad de la política exterior española”, aunque hay que preservar las relaciones con Argelia. “Comprendo que no es fácil, pero nadie ha dicho que gobernar fuera fácil. Y además es voluntario”, ha apostillado.

Rajoy ha hecho una defensa de su reforma laboral, asegurando que “funcionó” y que la UE avisó de que no se tocara. “Al final lo que hicieron fue una chapuza en la que cambiaron pocas cosas para quedar bien”, ha considerado. Se ha declarado defensor del bipartidismo y ha asegurado que ve a su partido como “una alternativa con posibilidades de llegar al Gobierno y pronto”. Sin referirse al anterior líder del PP, Pablo Casado, ha elogiado a Alberto Núñez Feijóo, del que ha dicho que “es un adulto que tiene un equipo donde hay adultos”.

A Rajoy le ha precedido en el uso de la palabra el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha calificado a Estados Unidos de “democracia herida” y ha advertido de que, “cuando un país acaba derivando hacia una excesiva soberbia o prepotencia, abre la puerta a su decadencia”. Zapatero ha alertado del riesgo de una nueva Guerra Fría en la que Occidente se enfrente al resto del mundo. “Si se consolida la visión de bloques, eso acabará en una nueva confrontación”, ha dicho. “Malos tiempos aquellos en que el buenismo se interpreta como debilidad y la paz suena a algo naíf”, ha añadido.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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