Malestar en sectores del PP con el nuevo discurso territorial de Génova
Feijóo trata de sofocar el incendio corrigiendo a Bendodo: “España no es un Estado plurinacional, eso es una obviedad”
El PP se ha atragantado con el debate territorial a las puertas de las elecciones andaluzas, en un error no forzado que ha desconcertado a amplios sectores del partido y ha provocado el primer episodio de malestar con la nueva dirección de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP tuvo que salir este martes a corregir a su número tres, Elías Bendodo, que había defendido en una entrevista la “plurinacionalidad” de España, aunque luego matizó sus palabras. Feijóo censuró este martes el “error rectificado” de su coordinador general e insistió en que su modelo es el que consagra el artículo 2 de la Constitución, que establece la indisoluble unidad de la nación española, pero también reconoce las “nacionalidades y regiones” que la integran. El discurso sobre las nacionalidades, que el líder popular pronunció por primera vez en el Cercle de Economía de Barcelona el pasado 6 de mayo, en referencia a la “nacionalidad catalana”, tampoco ha caído bien en algunos ámbitos del PP. El temor en las fuentes consultadas es que este debate puede dar alas a Vox.
Ante el incendio en el partido, Feijóo corrigió a Bendodo de forma contundente. El líder reaccionó con firmeza ante la percepción generalizada en el PP de que un relevante miembro de su nueva dirección se ha equivocado de principio a fin en un asunto que es medular para la derecha, el modelo territorial del país. “España no es un Estado plurinacional, eso es una obviedad”, defendió Feijóo en Ceuta a preguntas de los periodistas tratando de dar por zanjado el asunto, aunque esa obviedad la había defendido su recién estrenado número tres, que es también consejero de Presidencia de Andalucía y coordinador de la campaña de Juan Manuel Moreno Bonilla para las elecciones autonómicas del 19 de junio.
Feijóo no tuvo miramientos porque el traspié de Bendodo ha causado estupor en todas las familias del PP. Desde el ala más a la derecha del PP madrileño, donde se escucha en boca de dirigentes históricos que ha sido “un error importante, que puede hacer que la gente de Vox que dudaba en volver ya no lo haga”, hasta el sector más moderado. El sorayista José Luis Ayllón, que fue jefe de gabinete de Mariano Rajoy, reconoció este martes en la Cadena SER que Bendodo “se ha equivocado”.
Pero el problema no termina en la plurinacionalidad de España, ya que el malestar se extiende también en algunos territorios sobre el debate de las nacionalidades que introdujo Feijóo en Cataluña. “Es una barbaridad. El partido está revolucionado porque nadie entiende esto de galleguizar el País Vasco y Cataluña y porque hay que cuidar las palabras y no adoptar el lenguaje de los nacionalistas”, dicen fuentes de una baronía autonómica. “El batacazo electoral en Cataluña fue precisamente por adoptar ese discurso para atraer los votos de Unió, como evidencia el auge de Vox en aquellas elecciones”, inciden estas fuentes. Otros barones reconocen que las nacionalidades están recogidas en la Constitución, pero creen que es preferible no entrar en ese tipo de “terrenos pantanosos”. “¿Qué somos? Es muy sencillo: España”, opina uno. En el PP catalán, el territorio al que supuestamente beneficiaría este debate, se limitan a remitirse “al discurso y aclaración de Feijóo, que es el discurso netamente constitucional de siempre del PP”.
Lo paradójico es que el PP haya devuelto el debate sobre la plurinacionalidad de España a la primera línea de la actualidad política siete meses después de que el PSOE renunciase a ese mismo concepto en el 40º Congreso Federal que los socialistas celebraron en octubre en Valencia. Un término que Pedro Sánchez acuñó en el proceso de primarias en el que la militancia le reeligió como líder del partido en 2017, y que generó muchas discrepancias dentro del PSOE. La plurinacionalidad le valió al PP para identificar los últimos años a Sánchez con las posiciones identitarias del independentismo.
El tema llegó a ser recurrente para el PP en sus críticas al PSOE. “Ni es un Estado plurinacional, ni es un Estado multinivel ni, con perdón, la madre que los parió”, llegó a decir el expresidente José María Aznar. “¿Usted defiende que España es un Estado plurinacional?”, requirió el hoy presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, a Susana Díaz en la campaña de las andaluzas de 2018. “¿Cuántas naciones hay en España? Usted abraza el concepto de plurinacionalidad, que solo existe en la populista Bolivia de Evo Morales”, interpeló Pablo Casado a Sánchez en un debate electoral de 2019.
Con el tiempo, el PSOE, ya en el Gobierno, abandonó la plurinacionalidad. En su programa electoral para las últimas elecciones generales (noviembre de 2019), no hacía ninguna referencia, ni siquiera indirecta, a la plurinacionalidad que Sánchez había abanderado. El PSOE terminó de reorientar su proyecto para los próximos cuatro años en el Congreso Federal de Valencia: de la España plurinacional se pasó a la “España multinivel moderna”, que ofrece “cauces democráticos de diálogo y pacto en el marco de la ley para dar salidas a situaciones como la de Cataluña, en clave de mayor profundización del Estado de las autonomías”.
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