La vida oculta del fugitivo David Ungi, armado hasta en casa
La colaboración ciudadana ha sido fundamental para detener al huido británico en la localidad malagueña de Coín, donde se le han incautado armas y diversas cantidades de cocaína y hachís
David Ungi iba armado hasta en su casa. Este británico de 30 años siempre llevaba encima una bandolera donde guardaba una pistola cargada, lista para abrir fuego. Lo hacía incluso en el interior de su domicilio en la localidad malagueña de Coín (22.147 habitantes) a la que solo daba acceso a su círculo más íntimo. Asociado con el narcotráfico, llevaba una vida anónima, sigilosa y de perfil muy bajo entre grandes medidas de seguridad. Era uno de los delincuentes británicos más buscados y el principal sospechoso del asesinato de un joven de 18 años en Liverpool en 2015. Se encontraba huido de la justicia, hasta que el jueves 5 de mayo, mientras se inscribía al gimnasio de un centro comercial, fue arrestado por la Policía Nacional junto a otros tres compatriotas que lo habían ayudado a permanecer oculto. Los agentes encontraron en sus domicilios varias armas, 15 kilos de cocaína y 19 de hachís con envoltorio con la marca de El Chapo. Todos están ya en prisión.
Han sido necesarias una orden internacional de detención, varias campañas en las que se difundía su rostro entre los delincuentes más buscados y siete años de investigación para dar con él. Lo único que se sabía es que menos de 24 horas después de apretar el gatillo mientras conducía un Audi A3 en la zona de Gerston, a las afueras de Liverpool, se subió a un ferri. Las cámaras de seguridad captaron sus movimientos y la policía sospechó entonces que había escapado hacia Ámsterdam. Su rostro, sin embargo, desapareció. Solo dejó tras de sí el cadáver de Vinny Waddington, un joven de 18 años que falleció por las heridas de bala en el hospital tras ser tiroteado cuando viajaba en moto y embestido más tarde por el coche que Ungi conducía.
La policía británica detuvo a otras dos personas que participaron en la agresión junto a Ungi. Ambos fueron juzgados y condenados a 24 y 25 años de cárcel. La prensa británica reflejó cómo los tribunales dejaban en el aire la posible detención del autor material de los hechos. Nadie conseguía dar con él, a pesar de que se le reconocía por sus facciones juveniles, una cara de niño que nada tiene que ver con la actual. Las campañas lanzadas por la Nacional Crime Agency británica con la publicación de los rostros de los delincuentes más buscados han sido fundamentales para que la policía acumulase pistas sobre el delincuente procedentes de la ciudadanía. “Su comprobación y análisis posibilitaron la apertura de una línea de investigación que permitió la localización y detención del fugitivo”, ha explicado la Policía Nacional en un comunicado, que con la colaboración de las autoridades británicas, la policía de Merseyside y la National Crimen Agency pudo dar finalmente con él. Sucedió en Coín, una tranquila localidad del Valle del Guadalhorce a unos 40 kilómetros de Málaga y 30 de Marbella.
Durante su detención a la entrada del gimnasio, que le pilló por sorpresa, los agentes se incautaron de una pistola, cargada con munición y sin seguro. El prófugo, a quien también se relaciona con la distribución de cocaína en Liverpool, la llevaba escondida en una bandolera y dispuesta para abrir fuego. Los investigadores solicitaron entonces al Juzgado de Primera Instancia Número 1 de Coín la entrada y registro al domicilio de los investigados. Cuando lo hicieron, hallaron tres pistolas —una de ellas, una ametralladora— además de cargadores y numerosa munición. Había también 15 kilogramos de cocaína, 19 más de hachís y otros 123 gramos de cogollos de marihuana. A los cuatro arrestados se les considera presuntos responsables, según el caso, de los delitos de depósitos de armas, municiones y explosivos, tráfico de drogas y falsedad documental.
Todos se encuentran ya en prisión y las autoridades británicas y españolas han comenzado el procedimiento de extradición de David Ungi para su traslado hacia el Reino Unido. Es el segundo fugitivo de ese país incluido entre los más buscados que ha sido detenido en la provincia de Málaga en lo que va de año. En los últimos días otros dos, Callum Halpin y Alex Male, fueron arrestados en Portugal.
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