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Aragonès negocia con otros socios del Gobierno un frente común para exigir responsabilidades por el espionaje del ‘caso Pegasus’

Los aliados parlamentarios reclaman a Sánchez varias investigaciones y que se implique la presidencia del Congreso

Pere Aragonès, este jueves, frente al Congreso de los Diputados. Foto: MANU FERNÁNDEZ (AP) | Vídeo: Cadena Ser
Javier Casqueiro

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se ha reunido este jueves en el Congreso de los Diputados con los principales socios gubernamentales y parlamentarios del Gobierno y ha negociado con ellos una estrategia “de frente común” para forzar a que el Ejecutivo y el PSOE que dirige Pedro Sánchez permita poner en marcha varias investigaciones sobre el caso Pegasus, el presunto espionaje a más de 60 personalidades catalanas y vascas. El partido de Aragonès, ERC, y algunas de esas formaciones, como JuntsxCat, PDeCAT, EH Bildu, el PNV, la CUP y hasta Unidas Podemos han registrado la petición de una comisión de investigación en el Parlamento y exigen responsabilidades políticas y comparecencias al máximo nivel. El presidente catalán ha avanzado que si esas condiciones no se cumplen “será inviable e imposible” que las relaciones y apoyos entre ERC y el Gobierno continúen como hasta ahora y ha puesto en duda la continuidad de la legislatura.

Pere Aragonès se ha desplazado este jueves a Madrid para mantener en el Congreso varias reuniones con grupos parlamentarios que suelen apoyar las votaciones de los principales proyectos del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos. Estos apoyos, que habían proporcionado hasta ahora bastante estabilidad al Ejecutivo, están en cuestión por el caso Pegasus y por la constatación de que cuatro presidentes y expresidentes catalanes y más de 60 políticos de tendencia independentista pudieron ser espiados entre 2017 y 2020 gracias a un programa informático que en teoría solo pueden adquirir los Estados.

El dirigente catalán ha considerado, tras terminar sus encuentros políticos en el Congreso de los Diputados, que este escándalo es “el mayor de espionaje que se ha producido en la democracia en España” y que “no puede quedar impune” . Aragonès también se ha encontrado con representantes de Unidas Podemos, socios en la coalición, y les ha agradecido en persona que hayan apoyado junto a otros nueve grupos políticos la petición para que se formalice una comisión de investigación en la Cámara.

El PSOE no apoya en estos momentos la creación de una comisión de investigación. La ministra de Defensa, Margarita Robles, confió ayer en que se constituya la Comisión de Control de los créditos destinados a gastos reservados para que se pueda hablar “sin ninguna reserva”. Robles ha pedido comparecer en la Comisión de Defensa para hablar sobre la política de la UE, pero allí no puede dar explicaciones sobre este asunto, aunque sea preguntada por los grupos parlamentarios.

Esos ofrecimientos no han convencido a los socios parlamentarios, que además de una comisión de investigación parlamentaria, demandan otra investigación interna e independiente sobre el caso y varias comparecencias más, entre ellas las del propio presidente, Pedro Sánchez, y los responsables de la Dirección Nacional de Seguridad. Algunos grupos se plantean aprovechar este próximo lunes la comparecencia ya programada del jefe de gabinete del presidente, Óscar López, en otra comisión del Congreso para preguntarle sobre este caso. Varios partidos nacionalistas argumentan que no es creíble que España haya comprado el programa Pegasus y se haya podido utilizar, incluso por parte del CNI y con autorización legal de un juez del Tribunal Supremo, y que el jefe del Ejecutivo no supiese nada ni hubiese tenido acceso a esos informes.

Pere Aragonès
“Esta situación no se arregla con una mesa de diálogo o una reunión privada”
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“Confianza cero”

El caso Pegasus se ha ido complicando con el paso de los días porque los socios parlamentarios ven insuficientes las explicaciones del Gobierno y de la ministra de Defensa, una de las responsables del funcionamiento del Centro Nacional de Inteligencia. Aragonès ha afirmado, ante la puerta de los leones del Congreso, que al Gobierno no le valdrá la estrategia de “dejar pasar el tiempo, mirar para otro lado o echar balones fuera”. El presidente catalán ha avisado de que la confianza entre ERC y el PSOE se ha roto totalmente, hasta situarse ahora “en el mínimo” o “en cero”, y ha planteado que para que se restablezca debe “restaurarse el juego limpio” en una democracia. El dirigente de ERC ve “inviable” e “imposible” continuar respaldando al Ejecutivo en estas circunstancias y hasta ha avanzado que esta situación “no se arregla con una mesa de diálogo o una reunión privada”. Aragonés ha añadido más tarde que “no está programada” aún ni la mesa, ni la cita bilateral con Sánchez.

La continuidad de la legislatura, al menos como se ha producido hasta ahora, está en vilo. Y no solo por el giro en la relación con ERC. Unidas Podemos también apoya que se constituya la comisión de investigación sobre el caso en el Congreso, y más teniendo en cuenta que en los dos años y medio que se lleva ya de mandato ha sido imposible conformar la comisión de gastos reservados o de secretos oficiales, que solía ser en la que se abordaban en el pasado este tipo de asuntos porque no es abierta. Esa comisión todavía no está en marcha debido al bloqueo que impone el PP, partido que está en contra de que formen parte de ella miembros de Bildu o ERC. El PSOE también rechazó en su momento que pudieran participar diputados de Vox en estas sesiones, pero luego lo asumió. Sigue sin constituirse, con lo que esa opción ahora no es posible.

Pablo Echenique, el portavoz en el Congreso de Podemos, ha sido rotundo en su toque de atención al PSOE: “No puede haber un país democrático que acepte que se pueda espiar a sus ciudadanos por motivos políticos e ideológicos. Hay dos opciones, que esto se haya llevado a cabo de manera ilegal, con lo cual el ministerio de Defensa e Interior deberían hacer una investigación a fondo y se deberían depurar responsabilidades, deberían rodar cabezas. La otra opción es que se haya hecho con cobertura legal, en cuyo caso se debería pedir como mínimo perdón a las personas afectadas y se debería garantizar que esto nunca vuelve a ocurrir en España”. Jaume Asens, presidente de ese grupo parlamentario, añadió en alusión a una posible implicación de lo que llaman en esa formación las cloacas del Estado: “El Gobierno debe comprometerse a actuar con transparencia y a acreditar que se ha acabado con la herencia del PP”.

Las críticas contra el Gobierno y el PSOE por la posible implicación de estamentos del Estado, y en particular del CNI en este caso de espionaje, han puesto de acuerdo este jueves en el Congreso a los portavoces del PDeCAT (Ferrán Bel), de JuntsxCat (Míriam Nogueras), la CUP (Mirehía Vehí y Albert Botrán), con los que se ha entrevistado Aragonès. Después ha mantenido encuentros con los representantes de EH Bildu y de Unidas Podemos, que también le han respaldado.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, mostró su “profunda preocupación” tras verse con Aragonés y ofreció el apoyo de su partido: “Nadie, y me incluyo, tiene certeza de no ser espiado por los servicios de inteligencia. Es grave en cualquier caso, pero siendo representantes políticos pone aun más de relieve el nivel de calidad democrática del propio sistema de gobierno”.

Ni el PDeCAT, ni Junts, ni siquiera la CUP, relacionaron su enorme malestar y rechazo al espionaje con el desmarque en próximas votaciones de la máxima relevancia, como la que debe convalidar el jueves de la semana que viene el decreto del Ejecutivo con las medidas para combatir la crisis provocada por la guerra en Ucrania. Esa negociación se lleva en paralelo, y por ahora se desliga del caso Pegasus.

Los portavoces del PDeCAT, Junts, EH Bildu, la CUP sí quisieron transmitir al Gobierno que este caso no puede pasar sin más. Y también apuntaron que a partir de ahora coordinarán futuras acciones y estrategias parlamentarias para pedir más información y aclaraciones, y no solo al Ejecutivo. Los diputados de los partidos catalanes y vascos espiados, aliados habituales, expresaron su indignación por cómo han sentido violada su intimidad, pero también los datos y la información oficial que manejan en el Congreso, y en ese sentido también requirieron alguna actuación en su defensa de la presidenta de las Cortes, la socialista Meritxell Batet. Nogueras, de Junts, indicó que tiene sospechas de haber sido espiada, incluso hasta hace poco más de un año, cuando una amiga la advirtió: “Lo siento mucho, estás infectada, tu móvil está intervenido”.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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