Los menores son las víctimas en el 70% de los juicios por violencia sexual
Un estudio revela que una de cada cuatro agresiones a mujeres fue grupal
Las sentencias sobre violencia sexual dictadas por el Tribunal Supremo permiten obtener una radiografía muy fiel de las circunstancias que rodean a estos delitos. El resultado es desgarrador y evidencia que hay unas víctimas especialmente vulnerables: los menores. Sobre ellos se cometen las agresiones o los abusos en 7 de cada 10 casos estudiados por la Sala de lo Penal, según un estudio elaborado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y difundido este jueves, coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El informe revela también que en las agresiones sexuales a menores el 68,4% eran niñas y el 31,6% niños, mientras que en las cometidas contra adultos, el 97,7% de las víctimas son mujeres y en el 26,7% de los casos la violencia fue grupal, es decir, participaron dos o más agresores.
Es la primera vez que el Consejo realiza un estudio médico-legal y forense sobre violencia sexual. Se ha realizado a partir de las 94 sentencias —del total de 102— dictadas por el tribunal en 2020 que contienen información sobre los aspectos analizados. Su autor ha sido el exdelegado del Gobierno contra la violencia de Género Miguel Lorente, médico forense y experto del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ. De los casos estudiados, en 64 había víctimas menores de edad. En varios, más de una, lo que eleva a 95 (65 niñas y 30 niños) el número de víctimas menores total incluido en el informe, que llama la atención sobre el hecho de que en 49 de las sentencias se trataran supuestos de violencia sexual que se habían prolongado en el tiempo. En un tercio de esos casos (30,6%), duró varios meses; en el 14,3%, un año; y en el 12,2%, dos años. El estudio revela que las agresiones se prolongaron durante cinco y seis años en un 10,2% de casos y hasta siete o más en otro 12,2%.
En el caso de violencia sexual sobre personas adultas, se dictaron 30 sentencias que afectaban a 44 víctimas. De ellas, 43 eran mujeres, una cifra que arroja una ratio de 1,5 mujeres víctimas por cada caso. Una de cada cuatro de estas agresiones (26,7%) fueron grupales, con una media de 2,4 agresores por cada ataque (las ocho sentencias dictadas por el Supremo en 2020 sobre agresiones múltiples implican a 19 agresores).
Tipo de delito
En cuanto al tipo de delito cometido, el más habitual (seis de cada 10 casos) fue la agresión sexual sobre una mujer adulta (60,3%); los abusos sexuales supusieron el 11,1% y el asesinato, el 3,2%. Cuando las víctimas son menores de edad, el delito predominante es el abuso sexual, cometido casi en la mitad de los casos (48,6%), de los cuales el 57,7% fueron abusos continuados. El segundo delito más cometido sobre niñas y niños fue la agresión sexual, con un 28,1%, siendo continuadas el 53,6% de ellas. Los delitos relacionados con la pornografía representaron el 6,5%, mientras que los vinculados con la prostitución de menores fueron el 4,7% de los analizados.
El informe confirma datos que ya han constatado otros estudios estadísticos y jurídicos: el agresor es casi siempre un hombre, tanto cuando las víctimas son adultas (100%) como cuando son menores (93,8 %), aunque en estos últimos casos se han dado supuestos de mujeres agresoras (1,5%) y de agresiones mixtas (4,7%). El autor es, además, una persona conocida por la víctima, tanto en el 65,7% de los ataques sobre mujeres adultas como en el 75,3% de los cometidos sobre niños y niñas. Sin embargo, el vínculo entre agresor y víctima varía en uno y otro caso: los agresores de mujeres son en su mayoría amigos o personas conocidas en ambientes de ocio (42,8% de los casos), familiares (20%) o conocidos por las redes sociales (5,7%). En uno de cada tres casos (34,3%), el agresor era un desconocido. Cuando las víctimas son menores de edad, la mayoría de los agresores (37,7%) forman parte de la familia; o son conocidos a través de las relaciones familiares y de vecindad (31,2%) o del ámbito educativo, de ocio o deportes (24,7%). En un 7,8% de los casos, el contacto entre el agresor y el menor se produjo a través de las redes sociales.
Un análisis más profundo del grupo de agresores de menores que forman parte de la familia revela que más de la mitad de ellos (54,5 %) tenían una relación biológica con la víctima: eran padres, abuelos, tíos…; y que en el 45,5% de los casos, el agresor era el padre biológico del menor o la pareja actual de su madre.
Lugar de los hechos
El domicilio del agresor fue el escenario del delito en seis de cada 10 agresiones sexuales cometidas contra víctimas mayores de edad (63,3%). El 32,7% restante se produjeron en la calle, un portal, un parque o un vehículo. Cuando las víctimas son niños y niñas, el domicilio del agresor vuelve a aparecer como el lugar más frecuente y lo hace en un mayor número de casos: ocho de cada 10 (83,6%). Calles, coches u otros espacios públicos fueron el escenario del 11,5% de las agresiones; lugares relacionados con actividades educativas, deportivas o de ocio aparecen en el 4,9 % de los casos.
Un tercio de las mujeres víctimas de violencia sexual (31,1%) sufrieron lesiones físicas leves; un 27,9%, lesiones psicológicas graves y un 26,2%, lesiones psicológicas leves. Las lesiones físicas graves estuvieron presentes en el 11,5% de las víctimas y en dos de los casos (3,3%), el autor mató a la mujer tras agredirla sexualmente. Al igual que en los adultos, las consecuencias más frecuentes de la violencia sexual en las víctimas menores de edad son las del plano psíquico, que afectan a ocho de cada 10 niños y niñas (84,1%). Entre ellas, las predominantes (59,1% de los casos) fueron de carácter grave, probablemente como consecuencia de la prolongación en el tiempo de las situaciones de violencia, la repetición de los hechos, las amenazas utilizadas para que no cuenten lo que les está sucediendo y el consiguiente aislamiento de la víctima. Le siguen las lesiones psicológicas leves (25%), las físicas leves (6,8%) y las físicas graves (4,4 %). En uno de los casos analizados, la violencia sexual condujo al homicidio de una niña.
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