El Pequeño Nicolás vuelve al banquillo: “Nunca he visto ese DNI falso, me presenté yo a la Selectividad”
Gómez Iglesias niega que pagase a un amigo para que acudiese en su nombre al examen con un documento falsificado
El Pequeño Nicolás, alias de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, se conoce ya perfectamente el acceso a la Audiencia Provincial de Madrid. Este jueves, por cuarta vez en 10 días, ha subido los 35 escalones que conducen hasta el órgano judicial, donde ha vuelto a sentarse en el banquillo de los acusados. Sin que todavía haya acabado el juicio por hacerse pasar por emisario del Rey, cuya jornada final está fijada para el 31 de mayo, ha arrancado esta mañana una segunda vista oral por la presunta falsificación de su DNI para que un amigo se presentara en su nombre al examen de Selectividad. “Yo nunca había visto ese documento [duplicado]”, se ha defendido el principal imputado en la trama, para quien la Fiscalía pide una pena de cuatro años y seis meses de prisión como inductor y cooperador necesario de un delito de falsedad en documento oficial.
“Me presenté yo al examen de Selectividad. Los tres días”, ha insistido Gómez Iglesias ante el tribunal. A preguntas de la Fiscalía, el acusado, de 27 años, ha negado todo cuanto se le imputa. Según él, nunca llegó en 2012 a un acuerdo con Manuel Avello, hijo de un diplomático, para pagarle 6.000 euros para que acudiera a la prueba en su nombre. Tampoco participó, según asegura, en la fabricación de una copia de su DNI —con los datos del Pequeño Nicolás, pero con la fotografía de este segundo joven— en una comisaría de Madrid donde trabajaba Oliva Peñas, una policía supuestamente amiga de Gómez Iglesias y que presuntamente accedió a participar en la trama.
—¿Qué nos puede decir del DNI en el que no aparece su fotografía? —ha insistido el fiscal mientras se enseñaban los dos documentos: el real y el falso.
—Nunca lo había visto —ha contestado El Pequeño Nicolás.
—¿La fotografía que aparece en ese DNI es de una persona que usted conoce?
—No lo sé
—¿No lo sabe?
—Ahora sí porque se ha hecho una investigación, pero si me lo hubieran preguntado antes no lo hubiera podido acreditar.
—¿Pero conocía a [Avello] en aquella época?
—Creo que sí. En aquella época, era director de salas [de fiesta] y podía tener unos 3.000 o 4.000 contactos. Podría estar entre ellos.
Ante las negativas de Gómez Iglesias, el ministerio público ha echado mano de los principales indicios que constan en la causa. Como un chat de WhatsApp llamado “selectividad” donde, días antes del examen, el joven informaba supuestamente a sus compañeros para asegurarse de que le “encubrirían durante la prueba”: “Lo llamáis Fran y punto”. Según ha explicado un agente que participó en la instrucción, uno de los estudiantes hizo capturas de pantalla de esa conversación y se las entregó a los investigadores. En ellas también se lee: “Soy amigo de comisarios, son gente de cumplir”.
“Yo en aquella época decía también muchas tonterías…”, ha esquivado El Pequeño Nicolás, que se matriculó el 5 de septiembre de 2012 en el examen de Selectividad con un DNI expedido el 25 de agosto de 2008. Solo tres días después, el 8 de septiembre, el joven acudió a una oficina de la policía para obtener uno nuevo con la excusa de que había extraviado el anterior. Y el 10 de septiembre, acude supuestamente a la comisaría donde trabajaba Oliva Peñas, donde se confecciona un nuevo documento con los datos de Gómez Iglesias y la foto del hijo del diplomático. Según la agente que lo expidió, que niega su concertación con los dos jóvenes y afirma no acordarse de los hechos, si aceptó poner esa imagen debió ser porque coincidía con quien tenía delante.
La Selectividad se celebró los días 11, 12 y 13 de septiembre. Y quien acudió bajo el nombre de Francisco Gómez Nicolás Iglesias obtuvo una nota de 8,25 puntos. “Yo no me presenté a nada”, ha negado Avello, que ha reconocido que conocía al Pequeño Nicolás de “la noche”, de las “pandillas de Madrid”. “Yo tenía su teléfono. Pudimos intercambiar algún mensaje, pero no era un amigo íntimo con el que estuviese hablando frecuentemente”, ha apostillado este acusado, para quien la Fiscalía pide cuatro años de prisión. La misma pena solicita para la policía Oliva Peñas.
Los tribunales siguen así desgranando las cuentas pendientes del Pequeño Nicolás. El joven esquivó su primera condena en 2018, cuando se le absolvió de un delito de injurias y calumnias al CNI. La semana pasada comenzó su segundo juicio por hacerse pasar por emisario de Felipe VI y de la entonces vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en un viaje a Ribadeo (Lugo), donde fijó un almuerzo con Jorge Cosmen, presidente de la compañía de transportes Alsa. “Solo quería tirarme el pisto”, se excusó Gómez Iglesias el pasado martes en una causa donde el fiscal le pide siete años de cárcel. Tiene otras dos vistas pendientes, donde el ministerio público solicita que se le impongan otros 15 años y nueve meses de prisión. Una por hacerse pasar por un asesor del Gobierno para estafar a un empresario de Toledo y otra por crear una red para obtener información confidencial de las bases de datos policiales.
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