España pisa el freno con los deberes hechos
Las grandes ciudades españolas tienen la mayoría de sus calles ya adaptadas a la nueva limitación a 30 kilómetros por hora para reducir los accidentes urbanos, que entró en vigor este martes
Las ciudades han hecho a tiempo sus deberes. Las grandes urbes han llegado a tiempo al primer día de aplicación de la nueva norma que limita a 30 kilómetros por hora la velocidad máxima con un buen número de sus calles ya adaptadas. La implantación de la medida, recogida en un real decreto de noviembre que entró en vigor este martes, se desarrolló con naturalidad en un gran número de capitales, muchas con medidas similares desde hace meses o años. Cambio de señales, campañas informativas y algunas moratorias en las sanciones son algunas de las medidas que han ido adoptando los consistorios para que las nuevas restricciones, impulsadas desde la DGT para reducir el número y la gravedad de los accidentes viales urbanos, calen en conductores y peatones. Este es un recorrido por la situación por algunas de las principales ciudades de las comunidades autónomas:
Andalucía
Sevilla ya había implantado la Zona 30 en todo el conjunto histórico desde 2017, pero el nuevo reglamento extiende esa límite a toda la ciudad. En la mayoría de las vías de la capital andaluza el límite máximo serán los 30 kilómetros por hora. Desde el Consistorio recuerdan que se han lanzado campañas informativas y divulgativas para advertir a los vecinos. Desde la Asociación Movilidad Personal Ecológica de la capital hispalense señalan, sin embargo, que el éxito de las zonas 30 se debe más a la “concienciación de los ciudadanos” que a las campañas oficiales, pero celebran como “muy positiva” la implantación.
En Málaga, agentes de la Policía Local han instalado radares móviles para “sensibilizar” a los conductores sobre la nueva normativa. En las próximas dos semanas, la labor policial será “de carácter pedagógico y meramente informativo”, según fuentes municipales. También colocarán radares fijos, aunque el municipio no ha desplegado ningún tipo de señalización en las más de 3.000 calles —el 73% del total— y 724 kilómetros donde se ha reducido la velocidad en la capital malagueña. Durante el primer día de aplicación de la medida no ha habido incidencias. El alcalde, Francisco de la Torre, cree que la reducción de velocidad disminuirá los accidentes como ha ocurrido en las carreteras. “No tiene mayor importancia que se vaya un poco más despacio: respetar 30 kilómetros por hora puede ser más difícil que 50, pero no es imposible”, ha apuntado el regidor. Óscar López, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Solidaridad, también afirma que la medida es positiva porque “da mayor seguridad a los peatones” e invita a conductores a utilizar el transporte público en detrimento del privado, “algo que mejorará el tráfico y reduce la contaminación”.
En Granada, la implantación de carriles 30 comenzó hace pocos meses, cuando el Ayuntamiento modificó los llamados “carriles pacificados” —restringidos a bicicletas, buses y motocicletas— y permitió su uso por los coches aunque a una velocidad limitada a 30 kilómetros por hora. En la actualidad, hay más de 70 kilómetros de estas vías, según señalan fuentes municipales, que señalan que durante un mes y medio los agentes de la Policía Local de Granada han parado a vehículos que superaban la velocidad en los carriles pacificados para informarles de las nuevas medidas de la DGT y entregarles un folleto informativo. Este martes, agentes de la policía municipal han efectuado un control de velocidad específico de las nuevas normas en una de las principales calles de la ciudad, la Gran Vía. Se han controlado 446 vehículos, de los que se ha sancionado a 17 infractores por superar la velocidad. De ellos, 13 eran motocicletas, una de las cuales doblaba la velocidad máxima permitida cuando circulaba a 64 kilómetros por hora.
El Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, la ciudad más grande y más poblada (116.979 habitantes) de la provincia de Cádiz, “reforzará la señalización de tráfico en las vías urbanas que así lo requieran para adaptarse a la citada normativa y garantizar la seguridad vial”, según ha informado este martes el Consistorio. El delegado de Movilidad y Seguridad, Rubén Pérez Carvajal, ha explicado que “las ciudades están experimentando un cambio de tendencia en el que el vehículo privado debe de convivir cada día más con el peatón y otros modos de transporte más sostenibles en alza, como los vehículos de movilidad personal, las bicicletas, o el simple placer de caminar. Somos conscientes de que se están produciendo cambios significativos en materia de conducción en las zonas urbanas y comprendemos que la ciudadanía tiene que adaptarse a ellos”.
Aragón
Zaragoza tiene asumida la nueva medida desde hace tiempo. La capital aragonesa ya introdujo en 2009, con la ordenanza de Circulación de Peatones y Ciclistas, aprobada por unanimidad, la posibilidad de pacificar las calles de un único carril a una velocidad máxima de 30. En 2010 ya estaban señalizadas todas las calles de un carril único, que además dan prioridad a los ciclistas. Esta pacificación afectó, en un primer momento, a unos 360 kilómetros de calles, un 50% del total. El 60% de los carriles tienen un límite de 30 kilómetros por hora. Fuentes del Consistorio explican que con el cambio normativo no se han introducido nuevas vías con estas limitaciones. Sin embargo, aseguran que siguen creando nuevos ciclocarriles, y que en calles con dos o más carriles por sentido se limita la velocidad a 30 kilómetros en el derecho.
Asturias
El Ayuntamiento de Gijón ha optado por la retirada de las señales de 50 kilómetros por hora de las calles, si bien el cambio no ha resultado brusco porque en esta ciudad asturiana la mayor parte de las calles eran de circulación a un máximo de 30 kilómetros por hora, especialmente en el casco urbano. Los portavoces del Ayuntamiento entienden que es “pronto” para hacer una valoración y aseguran que no se han notificado ningún percance o incidente derivado de la normativa nueva.
Canarias
Las Palmas de Gran Canaria ya había adelantado la limitación a 30 kilómetros por hora de las vías afectadas, sobre todo en los barrios más populosos de la capital, según ha explicado el concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez (Nueva Canarias), con lo que, según sus cálculos, en más de la mitad de la ciudad está limitada la velocidad. La medida, sostiene la corporación, ayudará a reducir la siniestralidad y aumenta la seguridad “de los nuevos protagonistas”, como los peatones o los usuarios de bicicletas y patinetes. Las asociaciones de taxistas no se han mostrado tan entusiasmados con la medida, dado que, sostienen, se ralentizará aún más el tráfico. Cabe destacar en este sentido que el Consistorio ha aplicado en las dos últimas legislaturas una agresiva política de peatonalización e implantación de carriles bici por buena parte de la novena ciudad de España (381.223 habitantes), lo que ha conllevado la reducción del espacio dedicado al tránsito de automóviles.
En Santa Cruz de Tenerife, la otra capital provincial canaria, el Ayuntamiento no ha organizado ningún dispositivo específico para el primer día de la norma, ni tampoco ha registrado incidencias. Fuentes del Consistorio señalan que se está actuando en unas 200 vías que han visto modificada su velocidad máxima y completando su señalización. “Se trata de un cambio de hábitos en la conducción que requerirán de un tiempo para ir adaptando la señalización, y los propios elementos vinculados al tráfico. A medio plazo va a traer más seguridad en las calles”, apunta un portavoz del Ayuntamiento.
Cantabria
El concejal de Movilidad Sostenible de Santander, César Díaz, ha explicado que el Ayuntamiento ha instalado nueva señalización, cambiando las señales de velocidad actuales, y ha realizado una campaña informativa y de sensibilización para los próximos días. La primera jornada con estos cambios en la velocidad vial ha transcurrido sin incidentes, según afirman portavoces del Ayuntamiento. La norma afecta a unas 700 de las 718 travesías santanderinas y el Consistorio ha reforzado los mensajes para concienciar a la ciudadanía de la reducción de la velocidad.
Castilla-La Mancha
En Toledo, la capital de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento presentó este lunes el cambio normativo con la nueva limitación de velocidad de 30 kilómetros por hora en las vías urbanas. No se ha establecido desde entonces ningún dispositivo especial y el Consistorio apunta a un periodo de adaptación e información. “Nuestra intención es que el ciudadano conozca esta nueva medida y sea informado de ella a través de los canales oficiales de comunicación y las redes sociales, tanto del Consistorio como las de Policía Local”, han explicado un portavoz del Ayuntamiento. “En los próximos días, la idea es ahondar en esa campaña informativa y no denunciar por los nuevos límites”, señalan. El edil de movilidad de la capital castellanomanchega, Juan José Pérez del Pino, valora de forma “positiva” esta nueva limitación de velocidad en las vías urbanas y añade que la medida “supondrá menos humo y ruido y más salud y bienestar” para los toledanos.
Albacete, la ciudad más habitada de Castilla-La Mancha, lleva en vigor desde septiembre de 2020 una ordenanza de circulación que limitó aún más la velocidad en las vías principales. En los accesos a la ciudad pasó de 80 a 60 kilómetros por hora, de 50 a 40 en vías de dos carriles por sentido y a 20 en las zonas de plataforma única. El Concejal de Movilidad del Ayuntamiento, José González valora la decisión del consistorio como un “acierto”, ya que de acuerdo a su análisis, “se ha reducido la siniestralidad” y la emisión de gases contaminantes. “El año pasado se produjeron 315 accidentes menos que en 2019, un 25% menos de siniestralidad. Y el número de heridos cayó en un 30%. Respecto a los atropellos, hubo 39 menos. Y en comparación con 2021, en el primer trimestre se han producido 23 accidentes menos que en el mismo periodo de 2020 y seis heridos menos”, explica.
Castilla y León
El concejal de Seguridad Ciudadana de la capital de la comunidad, Valladolid, Alberto Palomino, ha afirmado que con la nueva norma “todo se mantiene igual” en la ciudad y que los cambios solo se han hecho notar en algunas señales. “Realmente hay muchas calles que ya son de 30, sobre todo en la almendra central”, detalla, y considera que los conductores se han enterado de la nueva norma, si bien cree que quizá la costumbre lleve a seguir circulando como antes: “La gente se acostumbra a unas cosas y ya no miran las señales”. No obstante, confía en que pronto se asimilará el cambio. El concejal de Movilidad, Luis Vélez, piensa que ha sido “un día normal, no ha cambiado la vida” porque la capital vallisoletana lleva tiempo adaptando la velocidad en el centro y en el casco. Vélez también cree que el decreto, conocido desde otoño, se ha ido aplicando paulatinamente en los últimos meses.
Cataluña
La nueva normativa estatal no ha supuesto cambios en Barcelona, donde 30 kilómetros por hora es el límite en las vías de un solo carril desde 2007 y, desde el año pasado, se extendió a todas las vías secundarias de cualquier ancho, que representan el 67% del total de vías. A final de 2021 se alcanzará el 75% del callejero. “Barcelona fue pionera”, señala la concejal de Movilidad, Rosa Alarcón, que ha puesto el acento en que “no sirve de nada fijar límites si no se respetan, y por eso la capital catalana se dotará de un sistema de radares [pasando de 10 a 44] en el interior de la ciudad que ayuden a reducir la velocidad y con ella, la siniestralidad y gravedad de los siniestros”. En los últimos años también se ha reforzado la señalización sobre el límite de velocidad y se han instalado cojines berlineses (piezas de caucho gruesas que obligan al conductor a frenar).
En Tarragona, el Ayuntamiento ha lanzado la campaña “Correr menos para vivir mejor” en defensa de una movilidad más sostenible, segura y saludable. Durante el fin de semana se instalaron ocho señales en los accesos a la ciudad para informar a los conductores. La Ordenanza General de Convivencia y uso del espacio público se ha modificado e informa de que los cambios afectan también a los usuarios de patinetes y bicicletas.
El pasado octubre, Lleida se declaró Ciudad 30. La implantación contempla que el 87% de las vías de la ciudad tengan este límite. Son prácticamente todas salvo las vías principales, donde la velocidad queda fijada en 50 kilómetros por hora.
En Girona, la velocidad se había adecuado a un máximo de 30 kilómetros en algunos puntos de la ciudad con un carril de circulación para mejorar la seguridad. A partir de este martes, todos los vehículos que circulan por el núcleo urbano han tenido que respetarla también, de acuerdo al nuevo reglamento de circulación. El Consistorio ha destacado que, al ser una velocidad genérica, no se colocarán señales de 30 kilómetros por hora en las vías de un carril por sentido. En las vías básicas, que conectan con otros municipios o alimentan estos ejes, se podrá llegar a 40 kilómetros por hora.
Comunidad de Madrid
Madrid. Madrid tiene limitadas a 30 por hora todas las calles de un carril y de un carril por sentido desde octubre de 2018, algo que afecta al 80% de las vías de la ciudad, según cálculos municipales. Fue una de las 28 capitales que se adelantó a la normativa de la DGT que entró en vigor este martes, por lo que nueva norma no supuso ningún cambio, señalan fuentes Área de Medioambiente y Movilidad. No hay datos desglosados de las sanciones específicas por el incumplimiento de esta norma.
Comunidad Valenciana
El Ayuntamiento de Valencia lleva implantando la limitación de velocidad en todo el casco histórico de la capital desde el 1 de septiembre de 2015. La ordenanza de movilidad municipal en vigor obliga además desde junio de 2019 a que todas las calles de un solo carril o de uno por sentido de la ciudad tengan la velocidad limitada a 30, lo que representa más del 60% de las calles de la ciudad, afirma el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi. Destaca la “rápida” adaptación de la ciudad y que la única alegación que presentó la Federación de Vecinos fue que bicis y patinetes circularan por la calzada y no invadieran las aceras de las calles 30.
En Alicante comenzó a implementarse el proyecto Ciudad 30 en agosto de 2020, tras salir del primer estado de alarma. Desde entonces, se ha ido implantando la medida en más de 300 calles, con el cambio de señalética incluido. En la actualidad, el Consistorio valora poner la velocidad de 30 kilómetros por hora en el carril derecho de las vías de doble carril y más de un sentido de circulación. También se ha ampliado la oferta de ciclocalles, en las que la ciclovía está pintada en el centro de la calzada. Otras se están adaptando a itinerarios para patinetes. Y, por último, los domingos se peatonalizan tres zonas de la ciudad: la Rambla, la plaza del Ayuntamiento y la carretera de la Cantera, como prueba piloto para la futura peatonalización del centro. Ninguna incidencia sobre las zonas 30 señala el Consistorio, que hace un balance “positivo”, según detallan fuentes municipales de una ciudad en la que, calcula, el 41% de los desplazamientos se realizan a pie.
En Castellón, la mayor parte del casco urbano tiene limitada la velocidad ya a 30 kilómetros por hora. El Ayuntamiento ha comenzado a señalizar algunas calles pero el despliegue de la señalética se completará los próximos días. Las calles con un solo carril, donde hasta ahora se circulaba a un máximo de 40 kilómetros por hora, se convierten a partir de este martes en “viales 30”. Además, la ciudad rebaja todavía más los límites de velocidad permitidos por la Dirección General de Tráfico en calles con doble carril por sentido y circunvalaciones. La medida se ha recibido bien por el Consistorio, “porque permite avanzar hacia una ciudad más amable, sostenible y segura”, según el concejal de Movilidad, Jorge Ribes”, que no señala ninguna incidencia.
Extremadura
En Badajoz el cambio se aplica a 1.350 de un total de 1.400 calles. La ciudad ha modificado en los últimos meses las señales verticales y horizontales de 50 a 30, señala la concejal de Policía Local y Tráfico, María José Solana. En el primer día de la medida estatal, no se han impuesto sanciones extraordinarias y la población, según Solana, ha aceptado con total normalidad las medidas, incluidos los numerosos visitantes de la vecina Portugal.
En Cáceres, desde la publicación del reglamento, el pasado noviembre, el departamento de Infraestructuras del Ayuntamiento y Policía Local analizan las calles afectadas. El principal cambio de la ciudad se hace notar en la Ronda Norte, que impone un límite de 50 kilómetros por hora y que este martes vio como comenzaban a cambiar las señales. Toda la zona centro de la ciudad ya estaba limitada a 30, y a 20 en el entorno de la ciudad monumental. La capital pacense tiene más de 1.000 calles de las que solo 72 tienen algún tramo con más de un carril por sentido de circulación. Fuentes municipales señalan que el Ayuntamiento estudia reducir a 30 los dos carriles que se encuentren en zonas residenciales, una mejora añadida que, entienden, tiene una influencia directa en la bajada de la siniestralidad, estimada en un 40%.
Galicia
En A Coruña tanto el límite máximo de 30 kilómetros por hora como el de 20 se implantaron ya el año pasado en todas las calles que cumplen los requisitos marcados por la nueva normativa de la DGT. Ahora el Gobierno local está inmerso en dotar al resto de vías del casco urbano con un carril en el que el tope sea también 30 y por el que se podrá circular además en bicicleta o patinete eléctrico. Las mediciones del Ayuntamiento, señalan fuentes municipales, han detectado que introducir un carril 30 en las vías donde se puede circular a 50 ralentiza la circulación en toda la calzada. En áreas sensibles como el entorno de los colegios se ha impuesto un límite de 10 kilómetros por hora. “Es difícil que se cumpla, pero van a 15”, reconocen fuentes municipales. Las mismas fuentes destacan que las “ventajas” de reducir la velocidad en las vías urbanas van más allá de la seguridad vial, ya que supone “menos ruido y menos contaminación”. La asociación Stop Accidentes Galicia celebra la entrada en vigor de una norma de ámbito estatal que acabe con la disparidad de criterios entre ciudades. “Es un avance importante que España tenga una ley así porque en el resto de Europa estas medidas siguen dependiendo de los alcaldes”, subraya su presidenta, Jeanne Picard.
En Vigo, el Ayuntamiento ha realizado un estudio de las más de 1.700 calles de la ciudad para diseñar excepciones que en ocasiones aumentan la velocidad máxima marcada genéricamente por la normativa y en otras, la reducen. Por ejemplo, los 20 kilómetros por hora serán el tope en zonas residenciales aunque no cumplan el requisito de tener las aceras y la calzada a la misma altura, mientras que vías por las que no se deberían superar los 30 mantendrán los 40 kilómetros por hora de límite porque “funcionan bien y no tienen riesgo de seguridad”, alega el Ayuntamiento. El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, vaticina que la nueva normativa de la DGT traerá más seguridad vial y también una circulación más fluida porque, esgrime, “demasiada velocidad no necesariamente redunda en menos tiempo”. “Esto va a salvar vidas”, aplaude Pedro Hernández, miembro de la asociación Stop Accidentes en Vigo. Descarta que la nueva normativa vaya a ralentizar la circulación de la ciudad más populosa de Galicia: “Todo lo contrario. Yendo despacio va uno más atento y la circulación acaba siendo más fluida”.
En la comunidad gallega destaca además el caso de Pontevedra, donde las zonas peatonales constituyen desde hace años la mayor parte de la ciudad.
Islas Baleares
En Palma el Ayuntamiento adelantó el pasado mes de noviembre la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora que afecta al 90% de las calles de la ciudad. Más de 2.700 travesías de la localidad vieron restringida la velocidad a ese máximo en el llamado Plan Palma 30. Los únicos cambios a partir de ahora afectarán a las vías que ya estaban limitadas a 30 kilómetros por hora y que a partir de este martes bajarán a 20 kilómetros por hora. Los cambios más destacables afectan a vías cortas del centro histórico que están rodeadas de calles en las que solo está permitida la circulación de vehículos autorizados. En el casco antiguo de la ciudad, la proliferación de áreas de circulación restringida ya hacía que la gran mayoría de calles estuviera limitada a 20. El Ayuntamiento está pendiente de instalar la nueva señalización. Las medidas se han hecho notar: los accidentes de tráfico en la ciudad han caído un 37% desde la entrada en vigor de las restricciones, señala el alcalde de la capital balear, José Hila. En el caso de los accidentes graves la bajada es del 58%. Entre noviembre de 2019 y febrero de 2020, a pesar de la disminución del tráfico de un 15%, se produjeron 1.404 accidentes de tráfico frente a los 884 del mismo periodo un año después. ”Creo que las cifras hablan por sí mismas”, asegura el primer edil, que considera que el objetivo de reducir la siniestralidad que buscaban con la medida ha dado el resultado esperado.
La Rioja
El Ayuntamiento de Logroño ya tenía la intención de reducir la velocidad en sus calles, señalan fuentes del Consistorio, que explican que hace un año se puso en marcha una estrategia denominada Logroño calles abiertas que incluye, entre otros aspectos, la reducción en las vías urbanas la velocidad a 30 kilómetros por hora. Por ello, cuando se anunció el nuevo reglamento para esta primavera, la Administración local comenzó a elaborar un mapa para aplicar la medida progresivamente y para que la capital riojana estuviera preparada para cuando entrara en vigor la norma. Fuentes del Ayuntamiento explican que hay algunas zonas de la ciudad que tienen límite de menos de 30 kilómetros por hora, como unas zonas semipeatonales o algún puente de la ciudad, como el puente de piedra. El municipio asegura que desde este martes Logroño está completamente adaptada a la normativa y la señalización colocada en la ciudad.
Murcia
En la ciudad de Murcia, la modificación del Reglamento General de Circulación ha afectado a 34 vías que cambian este martes su velocidad máxima permitida. Por ello, el servicio de Tráfico del Ayuntamiento ha cambiado más de un centenar de señales verticales de límite de 20 y 30 kilómetros por hora. Durante dos semanas la Policía Local efectuará controles informativos en las calles donde ha variado la velocidad máxima, señala el Ayuntamiento en un comunicado.
Navarra
En Pamplona, la ordenanza de tráfico contempla “desde hace varios años” una limitación de 30 kilómetros por hora en el 60% de las 740 calles que tiene la capital navarra. El Ayuntamiento de la ciudad asegura que la nueva medida no implicará ningún cambio, pues ya está adaptada a la nueva regulación. La normativa municipal permite ir a 50 en un total de 73 calles. El Consistorio no ha tenido que modificar la señalética, ni ejecutar inversión alguna para aplicar la nueva regulación de tráfico.
País Vasco
En Bilbao es obligatorio circular a 30 kilómetros por hora desde el pasado 22 de septiembre. Fue la primera ciudad europea de más de 300.000 habitantes en limitar el tráfico rodado a esa velocidad en todas las vías de su término municipal.
En San Sebastián es obligatorio circular desde este martes a menos de 30 kilómetros por hora en el 88,5% de las vías urbanas. Solo se podrá llegar a los 50 kilómetros por hora en las entradas a la ciudad y en las principales arterias. En una de las más transitadas, el paseo de La Concha, la limitación está fijada en 40. Así ocurre también en otros tramos de mucho tránsito, para evitar que el transporte público se vea excesivamente ralentizado. Las señales ya están colocadas en toda la red viaria, pero el Ayuntamiento donostiarra ha decidido que la implantación de la reducción circulatoria se vaya realizando de forma gradual y por ello dará un mes de tregua a los conductores. Durante este periodo no multará las infracciones que se cometan en la denominada Zona 30.
En el caso de Irún, la segunda ciudad más populosa de Gipuzkoa, la limitación a 30 kilómetros por hora se puso en marcha en esta localidad fronteriza hace 10 años en las principales vías. Este martes solamente ha tenido que ampliar la nueva regulación a los accesos al municipio y a zonas industriales.
Vitoria cuenta desde 2014 con una ordenanza municipal que regula la velocidad en las calles de la ciudad, con un máximo de 20 kilómetros por hora en vías urbanas con plataforma única de calzada y acera, y de 30 en aquellas de un solo carril o dirección única. En las grandes avenidas se puede marchar a 50. La Policía Local ha comenzado este martes una campaña para vigilar la velocidad de los vehículos que circulen por las vías de la ciudad limitadas a 30 kilómetros por hora.
Con información de Eva Sáiz, Nacho Sánchez, Javier Arroyo, Jesús Cañas, Clara Blanchar, José M. Abad Liñán, Miguel Ángel Medina, Cristina Vázquez, Rafael Burgos, Sonia Vizoso, Juan Navarro, Mikel Ormazabal, Guille Vega, Diego Estebanez, Elisa Tasca y Lucía Bohórquez.
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