Igor el Ruso ataca a cuatro funcionarios el día antes de su juicio por asesinato: “Vuestras muertes me salen gratis”

Norbert Feher, alias Igor el ruso, acusado de asesinar a tres personas en Teruel en diciembre de 2017 cuando se escondía de la justicia, ha agredido a cuatro funcionarios de la prisión de Dueñas (Palencia) cuando han entrado en su celda para trasladarlo a Zuera (Zaragoza). El criminal, ya condenado en España por otros dos intentos de homicidio, ha atacado a los trabajadores con un azulejo roto, según denuncia la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones. “Si entra alguien más lo mataré, vuestras muertes me salen gratis”, ha amenazado el preso, según fuentes del sindicato. Finalmente han conseguido reducirlo para realizar el traslado. Los cuatro funcionarios han sido atendidos por las lesiones.

Los funcionarios han encontrado varias notas en su celda. En una de ellas se lee en español: “Primera parte completado”. Otra es un folio lleno de ceros y unos en lo que parece un código binario. En una tercera, Feher ha escrito en italiano: “El tiempo solo es una ventana, la muerte solo es una puerta. Volveré y os buscaré a cada uno de vosotros...”. Los trabajadores de la prisión también han requisado el azulejo con el que Igor el Ruso les ha atacado, informa Óscar López Fonseca.

Ni se llama Igor ni es ruso. Su nombre verdadero es Norbert Feher y este lunes se sentará en el banquillo para ser juzgado por los asesinatos de un ganadero y dos guardias civiles en Andorra (Teruel) en diciembre de 2017. De origen serbio, Feher será juzgado por las tres muertes con un jurado popular y entre férreas medidas de seguridad implantadas específicamente para él y que incluyen una cabina de cristal blindado. 60 testigos y peritos desfilarán por la Audiencia Provincial de Teruel durante una semana para reconstruir los días de terror que vivió la provincia.

A partir de este lunes afronta un juicio por el asesinato en diciembre de 2017 de tres personas en Andorra, un pueblo de Teruel al que llegó tras huir de Italia, país donde ya fue condenado a cadena perpetua por matar a tiros a otras dos. ¿Por qué se refugió en Teruel? ¿Quién le ayudó en su huida? ¿Tenía contactos que no se han investigado en España? Estos son algunos de los interrogantes que se pueden plantear en el juicio. Son preguntas que suscita el pasado de este criminal y que tanto familiares como abogados piden esclarecer. Su vida se desdibuja entre las certezas que existen sobre él y las historias, en algunos casos fantasiosas, que él relata.

Feher sostiene que viajó desde Italia hasta Teruel en bicicleta, algo que los letrados de la acusación consideran “inverosímil”. El abogado Mariano Tafalla representa a una de las viudas de los guardias civiles. “Lamentablemente la instrucción se ha limitado a los hechos que comete en España, no se ha podido deducir ni la forma de llegar ni de todo lo que aparece en la causa italiana”, se lamenta el letrado.

Las acusaciones piden prisión permanente revisable y su defensa solicita la absolución porque asegura que padece “neurosis de guerra”. Esta es otra de las incógnitas entre las que se mueve la vida del apodado Igor el Ruso. Mientras que él ha asegurado en numerosas declaraciones que es un excombatiente del Ejército ruso, todas las evidencias sobre su pasado apuntan a que se trata de un ciudadano serbio de origen húngaro que emigró a Italia a principios de los 2000 y allí comenzó a perpetrar robos. Con el tiempo, su escalada criminal fue en aumento hasta que en abril de 2017 cometió sus dos primeros homicidios.

Su abogado defensor, Juan Manuel Martín Calvente, confía en que en la vista podrá explicar “las vivencias que le han llevado a percibir cualquier movimiento extraño como un ataque”. “Es una persona que se ha movido en zonas de conflicto”, describe. Antes del ataque a los guardas, Calvente aseguraba que Feher responderá a las preguntas de todas las partes y que estaba ”tranquilo y sereno”. En los relatos sobre su pasado, también ha llegado a contar que ejerció como gigoló en España y que experimentó una gran iluminación religiosa en una de sus primeras estancias en prisión por hurtos en Italia.

La inquietud en la provincia de Teruel comenzó a principios de diciembre de 2017. Los vecinos de los municipios de Albalate del Arzobispo y Andorra alertaron durante días de robos en las fincas de la zona, llamadas masicos. Pero la primera muestra clara de la peligrosidad de Feher se produjo el día 5, cuando tiroteó a dos vecinos que le sorprendieron en una finca. Sobrevivieron de milagro. Feher fue condenado a 21 años de prisión por estos dos intentos de homicidio en 2020.

En aquel juicio, Feher mostró su sangre fría al buscar las cámaras, sonreír en numerosas ocasiones e incluso hacer el gesto de la victoria a los fotógrafos. Los forenses que le examinaron hace tres años en prisión le definieron como un psicópata que tiene pleno control de sus actos. Cuando la fiscal le preguntó si las dos víctimas que sobrevivieron llegaron a tocarle, él contestó: “Si me hubiesen tocado, no estarían aquí”.

El juicio

El juicio de este lunes abordará lo ocurrido en la tarde del día 14 de diciembre de 2017. Según el relato del fiscal, el ganadero José Luis Iranzo acompañó a un dispositivo de la guardia civil a inspeccionar unas cuevas entre ambas localidades ante la sospecha de que el autor de los disparos que habían alarmado a la provincia en los días anteriores pudiera esconderse ahí. Poco después, el ganadero se quedó solo y se dirigió a su finca al ver una luz encendida en la entrada. No le dio tiempo a abrir el portón del todo cuando recibió dos disparos que acabaron con su vida. Feher, que ha reconocido los hechos, se ocultaba en el interior en busca de cobijo, comida y electricidad para cargar sus dispositivos electrónicos. A continuación, robó el coche de su víctima y condujo a apenas unos metros hasta una casa abandonada en la que guardaba todas sus pertenencias dispuesto a comenzar su nueva huida. En ese momento vio llegar a los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero, se escondió y, cuando estaban a tiro, les disparó más de una docena de veces.

Con tres muertes confirmadas, la guardia civil desplegó un enorme dispositivo que prácticamente sitió los alrededores del pueblo. El pánico cundió entre los vecinos e incluso corrieron bulos de que el asesino se había atrincherado en uno de los bares de Andorra. Unas horas más tarde, Norbert Feher fue detenido. “Todo el mundo en la comarca sigue exigiendo explicaciones sobre qué hicieron los mandos de la Guardia Civil para tratar de localizar a este hombre en los días entre el primer tiroteo y los asesinatos, cuando ya había plena constancia de su peligrosidad”, asegura el abogado Tafalla, representante de una de las viudas de los guardias civiles.

Desde su detención, Feher ha sido trasladado en dos ocasiones de prisión. Según alegan los funcionarios, por su alto nivel de peligrosidad. Primero de Zaragoza a Teixeiro y por último a Palencia, donde se ha producido la agresión. La asociación de funcionarios de prisiones asegura que “la profesionalidad de los funcionarios ha evitado una tragedia, pero cada día queda más claro que es cuestión de tiempo que esto ocurra”.