Álvaro de Orleans niega ser el testaferro del rey emérito y se desvincula de su última regularización fiscal
El primo lejano de Juan Carlos I aclara que la decisión del exmonarca de ponerse al día con Hacienda no le afecta “en ningún caso”
Álvaro de Orleans-Borbón, propietario de la fundación Zagatka, que pagó durante años los vuelos privados de lujo de Juan Carlos I, ha negado este miércoles ser “testaferro” o “fiduciario” de este, y se ha desvinculado de la decisión del rey emérito de regularizar la situación fiscal derivada de la recepción de estos servicios, una cuota tributaria de 4,4 millones de euros. En un comunicado, el equipo legal de Álvaro de Orleans-Borbón manifiesta que esta segunda regularización fiscal del exmonarca no afecta “en ningún caso” a su cliente, ya que se trata de “una iniciativa de una tercera persona, contribuyente español, que tributa por los fondos de que ha dispuesto”.
El comunicado recuerda que la fundación Zagatka, constituida en 2003, tenía por objeto “gestionar a nivel administrativo y financiero una parte del patrimonio” de Álvaro de Orleans-Borbón, primo lejano de Juan Carlos I y, al mismo tiempo, “materializar [la] ayuda” de aquel a la Casa Real española. “Como es sabido, como parte del objetivo de la Fundación y fruto del compromiso heredado de su padre y de su abuelo, D. Álvaro puso voluntariamente a disposición del Rey don Juan Carlos ayuda financiera a través de la Fundación Zagatka para la atención de gastos de viaje”, señala la nota.
De Orleans-Borbón rechaza que Juan Carlos I prestase “servicios” a la fundación Zagatka, como sostenía el comunicado del pasado 26 de febrero en el que el abogado del rey emérito, Javier Sánchez-Junco, confirmaba que este había realizado la regularización. “El comunicado de la defensa legal del Rey don Juan Carlos no afirma en ningún momento que éste haya prestado servicios a la Fundación Zagatka. Los “servicios” a los que se refiere el comunicado forman parte de los gastos de viaje, como pueden ser servicios de agencias de viaje”, señala la nota de los representantes legales de Álvaro de Orleans-Borbón.
“El hecho de que el Rey [Juan Carlos I] haya regularizado su situación tributaria no significa, en absoluto, que la fundación Zagatka o sus fondos fueran de su propiedad”, aclara el comunicado de Álvaro de Orleans-Borbón. Este aristócrata se reclama como “fundador y único propietario” de la fundación, y niega que esta sea una sociedad pantalla o instrumental o esté acusada de serlo. La nota rechaza que De Orleans-Borbón sea “testaferro” o “fiduciario” del rey emérito, y recuerda que “no está siendo objeto de ningún procedimiento penal en Suiza, España o cualquier otro país”.
La fundación Zagatka se constituyó en Liechtenstein el 1 de octubre de 2003. Su primer beneficiario es Álvaro de Orleans, ingeniero y empresario de 73 años. Según sus estatutos se creó para ayudar al entonces jefe del Estado en reconocimiento a su contribución a la democracia en España. El segundo beneficiario era un hijo de Orleans; el tercero era Juan Carlos I y el cuarto, Felipe VI, en el supuesto del fallecimiento de los Orleans. En quinto lugar figuraban Elena y Cristina de Borbón.
El pasado junio, la fundación Zagatka modificó sus estatutos y suprimió a Juan Carlos I y a sus tres hijos como beneficiarios de la misma. Desde entonces solo figuran como únicos beneficiarios de sus fondos Álvaro de Orleans y su hijo Andrés. Y su objetivo estatutario es “garantizar la asistencia financiera a la familia del fundador”. En marzo del pasado año, la cuenta de Zagatka acumulaba alrededor de 10 millones de euros, según Orleans.
La cuota tributaria de 4,4 millones de euros que el rey emérito regularizó, a través de sus abogados, el mes pasado corresponde con una serie de gastos de viaje del exmonarca con su antigua amante Corinna Larsen por valor de unos ocho millones de euros, pagados por Zagatka. Juan Carlos I recaudó los fondos para ponerse al día con Hacienda de una decena de amigos empresarios. La fórmula elegida fue la de un crédito personal de estos allegados en lugar de una donación directa, que le hubiera obligado a pagar otro 40% en impuestos.
El sindicato de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha criticado la “lentitud” de la Agencia Tributaria y de la Fiscalía para investigar al rey emérito, que abdicó la Corona el 19 de junio de 2014 y perdió la inviolabilidad de que gozaba hasta ese momento. Juan Carlos I presentó en diciembre pasado una primera regularización por 678.393 euros por el uso de tarjetas bancarias con fondos opacos que le proporcionó tanto a él como a sus familiares el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause entre 2016 y 2018. Esta regularización está siendo investigada por la Fiscalía del Tribunal Supremo. Al igual que la anterior, la segunda puesta al día voluntaria, por los vuelos pagados por Álvaro de Orleans-Borbón, se produce antes de ser notificado por la Agencia Tributaria, lo que en principio le protege de un posible delito fiscal.
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