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Sánchez exige al PP que levante los vetos pero no se plantea renovar el Poder Judicial sin los populares

El presidente culpa a la oposición de la ruptura de las negociaciones y defiende sin citarlo al juez Prada, que ha sido rechazado por Casado: “Tiene un currículum acreditado”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Moncloa. En vídeo, Sánchez pide al PP que "recapacite" y desbloquee la negociación del CGPJ.Foto: ANDRE COMAS | EPV
Carlos E. Cué

Las negociaciones entre el Gobierno y el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se han roto, pero Pedro Sánchez no tiene previsto recuperar la reforma legal que cambiaría las mayorías exigidas y permitiría renovar ese órgano en las Cortes sin el principal partido de la oposición. La situación está bloqueada, pero el presidente del Gobierno, que culpa al PP del fiasco, confía en que haya una rectificación de la oposición y se levanten los vetos, en especial al juez José Ricardo de Prada, que fue el escollo principal, porque Unidas Podemos reclamaba que estuviera entre los vocales y el PP se negó en redondo. Prada fue fundamental en la sentencia del caso Gürtel que impulsó la moción de censura que sacó al PP del poder en 2018. Sánchez no ha ofrecido más salida que la rectificación del PP. El presidente ha insistido en que no tiene sentido que el PP acepte los consejeros propuestos por Unidas Podemos para RTVE, que se pactó el jueves, y no para el órgano de gobierno de los jueces. El presidente ha defendido a Prada, aunque sin citarlo, al señalar que los populares no pueden vetar a candidatos “con un curriculum acreditado”.

“Espero que la oposición abandone el bloqueo. Con la emergencia que estamos viviendo, España se merece a una oposición que camine por el camino del diálogo. Cuando hay voluntad de llegar a un acuerdo hay voluntad. Los nombres propuestos no dejan de ser personas con un curriculum, acreditadas. Hablar de vetos no es la manera de plantear una negociación. El bloqueo no puede ser la alternativa al acuerdo”, ha asegurado. “Con RTVE hemos logrado un consenso que no teníamos desde hace 15 años. Ahí todas las partes cedimos en nuestras pretensiones iniciales. No se entiende el bloqueo en el Poder Judicial y el resto de órganos. Hemos sido flexibles planteando alternativas. Esperemos que la oposición recapacite. España necesita un nuevo clima político de concordia”, ha insistido el presidente.

El PP y el PSOE han roto en la madrugada de este viernes las negociaciones para renovar los principales órganos constitucionales, en especial el Consejo General del Poder Judicial. Horas después de alcanzar el primer gran acuerdo de la legislatura para renovar el consejo de RTVE, que se cerró sin muchos problemas con representantes del PSOE, del PP, de Unidas Podemos y del PNV, el veto de los populares al juez José Ricardo de Prada, clave en la sentencia del caso Gürtel, ha sido el escollo definitivo que ha impedido el pacto, según admiten fuentes de los dos sectores. Unidas Podemos no aceptó en ningún momento ese veto, y el PSOE tampoco.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha lamentado este viernes en una entrevista en Canal Sur Radio que los de Casado pongan el “foco delante de personas con nombres y apellidos” a la hora de negociar la renovación del Poder Judicial, algo que hace “muy difícil sacar” adelante el acuerdo. “Yo no voy a sacar nombres a relucir. Lo importante es que los jueces actúen como tal de manera imparcial con las normas que les damos. Como esto es lo más importante, cuando se baila con tantos nombres para [decir] sí o para vetar acaban siendo muy difíciles las cosas. Lo más importante es la calidad del currículum de las personas que llegan al órgano, porque esa calidad está objetivada y son requisitos que hay que cumplir antes de proponerlos”, ha subrayado Calvo.

Era más fácil para el sector progresista asumir el veto a Victoria Rosell, exdiputada de Unidas Podemos, pero no el de Prada, un juez respetado y no estrictamente vinculado a ningún partido. El PP no cedió y eso ha terminado de romper unas negociaciones que parecían encarriladas. El PSOE, que gobierna en coalición con Unidas Podemos, no podía permitirse una ruptura con su socio en un asunto clave. Los negociadores del PP parecían dispuestos a vetar prácticamente a cualquier juez que tuviera alguna vinculación con Unidas Podemos o que fuera claramente propuesto por ellos, y eso ha terminado de romper las negociaciones.

Pese al intento de Pablo Casado de romper con el pasado y alejarse del trauma del caso Gürtel, la sentencia que derivó en la moción de censura a Rajoy sigue siendo un elemento central de la historia del partido y los populares no aceptan bajo ningún concepto tener que votar como vocal a uno de sus artífices. Esta última ruptura deja en el aire también la renovación del Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo. El Poder Judicial lleva más de dos años con el mandato caducado, una situación absolutamente excepcional. El de este viernes ha sido el tercer fiasco en la negociación sobre este asunto en dos años. En diciembre de 2018, renunció el juez Manuel Marchena, pactado ya como presidente. Y en agosto de 2020 Pablo Casado se echó atrás cuando estaba ya todo casi cerrado.

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