Cien camiones de Madrid recogen 3.500 toneladas de sal de Torrevieja para descongelar las carreteras
La capital recurre a una remesa extra procedentes de unas salinas alicantinas que producen 600.000 toneladas al año
La actividad de las salinas de Torrevieja (Alicante) volvió frenética este domingo ante un pedido extraordinario e imprevisto. Las fuertes nevadas caídas en Madrid tras el paso de la borrasca ‘Filomena’ urgían un cargamento de sal para rebajar el punto de congelación del agua por debajo de los cero grados, con el fin de que no se produjeran heladas en las principales carreteras de la capital. La maquinaria se puso en marcha. Había que preparar 3.500 toneladas de sal para abastecer a los servicios de emergencia madrileños. Cerca de cien camiones enviados por el Ayuntamiento de Madrid recogerían el suministro desde primeras horas de este lunes. La Guardia Civil y Policía Local se han encargado de que los accesos entre Torrevieja y Madrid estuvieran despejados para el transporte.
Las gestiones se realizaron en los despachos. El alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida aprovechó su amistad con el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, quien a su vez se comunicó con el primer edil torrevejense, Eduardo Dolón, todos del Partido Popular (PP). Madrid se había quedado sin sal para paliar los efectos del temporal. Y la solución estaba en la principal explotación salinera de España, que produce unas 600.000 toneladas anuales recogidas en la Laguna Rosa de Torrevieja.
“Era un pedido que ayer [domingo] no estaba previsto”, indica José Pérez, el director de la planta salinera alicantina, perteneciente a la empresa Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja. “Pero estamos preparados para algo así, porque tenemos capacidad de enviar hasta 5.000 toneladas en un día”. De hecho, la firma ha preparado este lunes otras 1.500 toneladas para su “mercado habitual”, que se extiende por casi toda España, “desde las dos Castillas hasta Valencia o Aragón”. Allá donde las inclemencias del tiempo interrumpan el tráfico y sea necesario disolver la nieve o el hielo. “Los clientes mandan sus camiones y nosotros se los cargamos”, relata Pérez.
La empresa alicantina es la principal suministradora de sal de España y una de las mayores de Europa. “Producimos unas 600.000 toneladas anuales”, asegura Pérez, “de las que 200.000 se distribuyen en España y el resto, principalmente, en el norte de Europa”. La mayor parte de esa cantidad se destina a carreteras, pero no es el único uso de la sal torrevejense. “Unas 100.000 toneladas del mercado nacional son de sal de mesa”, especifica. Y otras tantas, pero en el extranjero, se destinan a la conserva de pescado en los barcos que salen a faenar.
Para alcanzar este nivel de producción, la explotación es distinta a la habitual, ilustra Pérez. Una salinera normal suele cosechar “entre agosto y octubre”, mientras que en la Laguna Rosa, con una extensión de 1.500 hectáreas, se trabaja “desde agosto hasta junio”. “Una máquina extractora recoge la sal que se precipita en el fondo de la laguna” y solo descansa en el mes de julio, “que se dedica al mantenimiento” de la explotación. Posteriormente, continúa el director de la planta, el material “se lava y se almacena” cerca del puerto “y después se procesa” para cada uso que se le desee dar.
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