España da un ultimátum de 72 horas para evitar un “Brexit duro” en Gibraltar

Entre el palo y la zanahoria. A 72 horas de que, a las doce de la noche del 31 de diciembre, el Reino Unido quede definitivamente fuera de la UE, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, aseguró este lunes que España está dispuesta a “levantar La Verja” para facilitar la libre circulación de personas con Gibraltar; pero, advirtió, en caso de que no se logre un acuerdo, el Peñón será “el único lugar donde se aplique un Brexit duro”.

El Peñón está expresamente excluido del pacto al que Bruselas y Londres llegaron el pasado día 24 para regular las relaciones que, a partir del 1 de enero, mantendrá la UE con su antiguo miembro, por lo que su encaje en Europa dependerá del desenlace de las negociaciones que España y el Reino Unido (con el Gobierno gibraltareño integrado en la delegación británica) mantienen desde junio.

González Laya insistió en que España es partidaria de un acuerdo que permita la máxima movilidad y favorezca un “espacio de prosperidad compartida” a ambos lados de La Verja; y aseguró que seguirá negociando “hasta el último segundo de 2020” para evitar que Gibraltar se convierta en una “frontera dura” de la UE. Sin embargo, si no se logra un acuerdo, agregó, habrá que sellar el pasaporte para entrar o salir de la colonia (salvo los 15.000 trabajadores transfronterizos previamente registrados, a los que bastará con un documento de identidad). “A menor escala, una de las consecuencias puede ser que se formen colas parecidas a las que hemos visto en Dover”, admitió la ministra, aludiendo al colapso del túnel del canal de la Mancha por el cierre de la frontera francesa ante la nueva cepa del coronavirus.

La jefa de la diplomacia española recordó que tampoco se aplicarán a los gibraltareños los beneficios personales que el acuerdo del Brexit reconoce a los británicos. Y citó, por ejemplo, que el Peñón quedará fuera del espacio aéreo europeo y que sus habitantes dejarán de tener acceso a la Seguridad Social española, necesitarán un reconocimiento específico de su carné de circulación o tendrán que pagar un complemento del seguro de su automóvil.

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar este martes un paquete de medidas de adaptación al acuerdo entre la UE y el Reino Unido en materia laboral, de reconocimiento de cualificación profesional, acceso a la Universidad o subsidio de desempleo, de las que solo en parte se beneficiarán los gibraltareños, según fuentes diplomáticas. Concebidas al principio como medias de contingencia para paliar un Brexit duro, servirán de puente desde el marco legal actual al previsto en el nuevo tratado entre Londres y Bruselas.

González Laya descartó la posibilidad de que el reloj se pare y se siga negociando después del jueves y recordó que fue el primer ministro británico, Boris Johnson, quien puso el 31 de diciembre como fecha límite para consumar el desenganche de su país del club comunitario. Lo que sí admitió es que, si se llega a un principio de acuerdo sobre el Peñón, se podría “modular la frontera” mientras se formaliza.

Aunque la ministra no quiso revelar los puntos de desacuerdo, fuentes de su departamento negaron que España exija la presencia de sus policías en el aeropuerto de Gibraltar, construido sobre el istmo ocupado ilegalmente por el Reino Unido, como han sugerido algunos medios.

Dichas fuentes señalaron que la negociación sigue atascada en el mismo punto que la semana pasada: España admite que temporalmente la agencia europea de fronteras (Frontex) asuma el control de pasajeros en el puerto y el aeropuerto gibraltareños, limitando la visibilidad de los agentes españoles. Pero subraya que Frontex debe depender y reportar a las autoridades españolas, pues será España quien se responsabilice ante sus socios de que en Gibraltar se cumplen las normas de Schengen, el espacio europeo sin fronteras que agrupa a 26 países (22 de ellos de la UE). El Reino Unido no puede hacerlo porque no ha firmado el tratado y Gibraltar tampoco porque no es un Estado,