_
_
_
_
Presupuestos Generales Estado
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Cuando en política predomina la táctica

Las alianzas que se están forjando para la aprobación de los Presupuestos ignoran la historia y el debate vasco sobre Bildu

Luis R. Aizpeolea
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua (d) y su compañero de partido, Oskar Matute (i) a su llegada al Congreso este jueves durante la segunda jornada de debate a la totalidad de los Presupuestos de 2021.
La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua (d) y su compañero de partido, Oskar Matute (i) a su llegada al Congreso este jueves durante la segunda jornada de debate a la totalidad de los Presupuestos de 2021.Chema Moya (EFE)

Todos los pactos unitarios de los partidos democráticos contra ETA, desde el de Ajuria Enea de 1988, pretendieron que la banda terrorista cesase definitivamente la violencia y su brazo político, Batasuna, aflorara como partido y se incorporara al parlamento. En octubre de 2011 se logró ese hito histórico. ETA anunció el fin del terrorismo y la izquierda abertzale, hoy representada por Bildu, presentó nuevos estatutos que condenaban el terrorismo, incluido el de ETA, y se incorporó a la política.

Los partidos democráticos valoraron el paso, pero consideraron que a la izquierda abertzale le quedaba pendiente una autocrítica por su pasada complicidad con ETA. Nueve años después del cese del terrorismo este debate sigue vivo en Euskadi, donde Bildu tiene una presencia notoria como segundo partido. Los principales partidos vascos han acordado, y el PNV y el PSE lo ratificaron en la campaña electoral de julio, que no gobernarán Euskadi con Bildu mientras Sortu —su partido matriz, descendiente de Batasuna— no reconozca la injusticia del terrorismo etarra, porque gobernar es liderar. No existe un afán revanchista, de mantener heridas abiertas. Se trata de leer bien la página antes de pasarla, de mejorar la convivencia.

Las alianzas que se están forjando para la aprobación de los Presupuestos ignoran la historia y el debate vasco sobre Bildu. El tacticismo predomina en la política nacional. Pablo Iglesias, en su prioritario afán por reforzar su posición en el Gobierno de coalición, ha otorgado una relevancia a Bildu que Arnaldo Otegi ha aprovechado para alardear de su influencia política. Chirría esa insensibilidad en alguien que tiene pendiente una autocrítica por su pasado compromiso con ETA. Podemos, como partido joven, no participó de los pactos democráticos contra ETA. Pero Iglesias conoce el debate vasco y sabe que la exigencia de autocrítica a Sortu tiene un sentido democrático y pedagógico. Los jóvenes deben conocer que ETA no tuvo justificación cuando el 92% de sus asesinatos fueron muerto el dictador. Debe aclarárselo a Otegi.

Pablo Casado también se mueve en el regate corto de la táctica. Sigue utilizando ETA como ariete, como en los peores momentos de la historia del PP. Recae en la burda identificación de ETA y Bildu y su discurso no será creíble, especialmente en Euskadi como mostraron las elecciones de julio, hasta que no reconozca que la banda desapareció, los estatutos de Bildu condenan el terrorismo y asume la legalidad. Sus exigencias sobre Bildu contrastan con su ausencia de escrúpulos para gobernar algunas comunidades sostenido por Vox, un partido antisistema. Toda una muestra de incoherencia y tacticismo.

El presidente Sánchez se encuentra reiteradamente en una difícil encrucijada ante decisiones claves de su legislatura. Gobernar sin mayoría requiere comprensión. Pero decisiones claves, que afectan a cuestiones éticas, no pueden limitarse a una justificación táctica. Si contara con Bildu requeriría una explicación política. En Euskadi tiene un referente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_