Ocho de los 12 países con los que España restaura la movilidad vetan la entrada a españoles

Ocho de los 12 países a los que España abre las puertas desde este sábado no permiten aún la entrada de españoles en su territorio. El Gobierno ha decidido incluirlos en el listado de países ajenos al espacio europeo Schengen con los que reanudará las conexiones directas en pocas horas pese a que incumplen el criterio de reciprocidad. Esa regla, en cambio, sí se ha aplicado para excluir de la lista a Marruecos, Argelia y China, que tampoco admiten a europeos. Las fuentes consultadas argumentan que el volumen de tránsitos —escaso con los ocho países en los que se dará una situación desigual y elevado con los tres últimos— determina esa disparidad.

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Las fronteras españolas se abren a terceros países por primera vez desde la emergencia del coronavirus. Pero esas aperturas serán, de momento, con cuentagotas. El Boletín Oficial del Estado ha publicado este viernes la lista de Estados a cuyos ciudadanos se permite la entrada siguiendo la recomendación europea. El grupo de autorizados —Australia, Canadá, Georgia, Japón, Montenegro, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez y Uruguay— ya da idea de que los tránsitos no serán muy frecuentes. Además, de esa lista solo Montenegro, Serbia, Corea del Sur y Túnez aceptan pasajeros provenientes de España, según detallan fuentes de Exteriores, que confían en que esa falta de reciprocidad de la mayoría sea transitoria. “Estamos en conversaciones con el resto de países para que la situación se revierta”, aseguran.

La situación epidemiológica de los territorios fuera de la libre circulación europea ha sido el factor determinante para elaborar la lista de países seguros que logró pactar, tras muchos días de discusiones, el Consejo de la UE este martes. Los 15 territorios incluidos en esa nómina inicial, que se irá revisando, tienen datos de incidencia de la enfermedad iguales o inferiores a la media de la UE. Sin embargo, el criterio de reciprocidad figura en la propia recomendación como parámetro que debe tenerse en cuenta al evaluar ese listado.

España ha decidido aplicarlo en tres de los casos y obviarlo en ocho. En el caso de Marruecos y Argelia, se debe principalmente a la gestión de fronteras. España comparte vecindad con los dos países magrebíes (marítima y también terrestre en el caso de Marruecos, en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla). Permitir los flujos en un sentido pero no en el inverso plantea problemas. En cuanto a China, conectada por vía aérea, el Gobierno ha seguido la recomendación expresa del documento europeo y supedita la apertura a que Pekín haga lo mismo con los ciudadanos comunitarios. En cambio, en los ocho casos desiguales, España accede a restaurar las conexiones porque los flujos de llegada son reducidos y, por tanto, no plantea grandes problemas acogerlos en caso de que las aerolíneas presten el servicio.

Exteriores no tiene una estimación de cuántos ciudadanos pueden entrar a partir de ahora en España por el fin de las restricciones con ese pequeño listado de terceros países. El número, en todo caso, no será elevado. Si se toman solo los datos del turismo —no de otro tipo de desplazamientos—, casi el 83% de los visitantes que recibe España proviene de países europeos, según datos del Instituto Nacional de Estadística relativos a 2019. Aunque la situación será radicalmente diferente este año por el impacto del coronavirus, la prioridad para el Gobierno era recuperar la movilidad con el entorno de la UE y Schengen. Y esa libre circulación ya está garantizada desde el pasado 21 de junio (10 días después en el caso de Portugal).

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