Pablo Iglesias se lanza a por el control total de Podemos
Once comunidades celebran su congreso para elegir nueva dirección territorial del partido
Pablo Iglesias busca esta semana redimirse de la única cuota de poder que se le ha resistido en Podemos desde su nacimiento hace seis años: el territorial. Con una dirección nacional afín al cien por cien, el hasta ahora único secretario general de la formación tiene en su mano, por primera vez, la posibilidad de extender el pablismo en comunidades que no siempre comulgaron con la línea dictada desde Madrid.
Hasta 11 autonomías están celebrando estos días, de forma telemática, sus congresos para elegir una nueva dirección. Los resultados se conocerán este viernes. Iglesias se ha asegurado ya el control de Madrid, Murcia, Cantabria y Extremadura, al no presentarse más que una candidatura, y están en juego Andalucía, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco, Castilla-La Mancha y la Rioja.
Andalucía es una de las principales batallas en liza. A Iglesias, que nunca le ha resultado difícil ir apartando de su camino a sus críticos, siempre se le había atragantado el sur. La cabeza visible del sector crítico Anticapitalistas, Teresa Rodríguez, se hizo fuerte en el partido desde 2015 y su figura fue desde entonces uno de los mayores contrapesos internos al líder. El pasado mes de febrero, los Anticapitalistas anunciaron su salida de Podemos por sus discrepancias, aireadas no pocas veces de forma pública, con la entrada del partido en el Gobierno de coalición. Su marcha, un año después de la salida del también fundador del partido Íñigo Errejón, despejó el camino de Iglesias a prolongar su liderazgo una vez más sin el menor ápice de crítica interna.
El proceso asambleario también busca acabar de una vez por todas con el monumental caos territorial de la formación, con ocho de sus comunidades dirigidas por gestoras a raíz de destituciones desde la dirección nacional o disputas internas. La lista de los afines a Iglesias Un Podemos contigo —nombre de la candidatura del secretario general al congreso estatal— se impondrá sin oposición en lugares como Madrid, donde una dirección interina lleva el partido desde la dimisión de Ramón Espinar, poco después de la salida de Errejón.
A Iglesias ya solo le quedan los flecos para cerrar el círculo del poder absoluto en Podemos. Después de ser reelegido para un tercer mandato al frente del partido con un 92,19% de apoyos (con un poco más de 11% de participación de los inscritos) hace menos de un mes, el secretario general tiene todo de cara para extender el pablismo allí donde llegue Podemos.
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