Sánchez busca que el PP apoye el decreto de la nueva normalidad
El Gobierno cuenta ya con el apoyo de Ciudadanos y el PNV para la medida y negociará a lo largo de esta semana con ERC
Varios ministros se quedaron este martes sorprendidos cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el primer consejo con todos ellos presentes desde que empezó el estado de alarma, se mostró optimista ante la posibilidad de que el PP apoyara el decreto de nueva normalidad. Sánchez les explicó que el texto se ha consultado con todas las comunidades autónomas, incluidas las del PP, y se han incorporado sus sugerencias. Por ello, el presidente considera que no tendría sentido que los populares rechazaran esta norma en el Congreso como antes hicieron con las últimas prórrogas del estado de alarma. Fuentes del PP se mostraban este martes mucho más cautelosas sobre un posible apoyo. Antes quieren ver el decreto tal como ha aparecido en el BOE este miércoles y comprobar si efectivamente se han atendido las sugerencias de sus autonomías.
No hay nada ni mucho menos cerrado, pero el Gobierno confía aún en un ligero cambio de clima político tras el final de la última prórroga del estado de alarma, el 21 de junio.
La batalla dialéctica seguirá, y de hecho este miércoles se espera una nueva sesión complicada en el Congreso, pero puede que en las votaciones las cosas cambien a partir de ahora. El Ejecutivo cree que el PP va a tener más difícil oponerse abiertamente a algunas normas que benefician especialmente a sus autonomías. Así ocurre con el decreto de nueva normalidad, que les devuelve el poder y acaba con la alarma, como reclamaba insistentemente Pablo Casado. Pero también con el fondo de 16.000 millones de euros para cubrir los gastos sobre todo en sanidad y educación —aunque haya discusión sobre el reparto, no la hay sobre el fondo en sí, que no es un préstamo sino una transferencia vital para las cuentas de las autonomías— y con el Ingreso Mínimo Vital, donde el PP apunta hacia la abstención y no se muestra radicalmente en contra de la medida, pero sí exige que la gestionen las comunidades autónomas.
El PP mantiene su retórica dura contra el Gobierno, y de hecho este martes su portavoz en el Senado, Javier Maroto, se quejó de que los socialistas “hablan mucho de diálogo en la tribuna y luego practican la intolerancia hacia todo lo que no sea el Gobierno Frankenstein”. El Ejecutivo se conforma con que baje un poco la presión en las votaciones —con una abstención del PP sale cualquier proyecto— y se vuelva a una cierta normalidad también en la escena política. La Moncloa cree que poco a poco se instalará la idea, que el presidente repite constantemente, de que es absurdo apostar ahora por la caída del Gobierno y hay que diseñar estrategias pensando en que aún le queda bastante tiempo por delante.
Obviamente el Gobierno no cuenta con el PP para sacar adelante sus proyectos, porque es la oposición, y está concentrado en reforzar su mayoría y ampliarla con Ciudadanos al menos hasta que llegue la hora de la verdad con los Presupuestos, donde cree que será inviable ese acuerdo tan amplio. De nuevo, el decreto de la nueva normalidad se ha pactado con el PNV y Ciudadanos, mientras ERC se resiste a entrar aunque está a expensas de cerrar la negociación a lo largo de la semana. A partir de ahora habrá que tomar muchas medidas económicas para paliar el impacto de la crisis y al Ejecutivo le interesa especialmente pactarlas con todos los grupos que pueda, Cs incluido, y con patronal y sindicatos.
Pactos
El decreto de nueva normalidad incluye cuestiones como el uso obligatorio de las mascarillas en lugares públicos cerrados o en el transporte, y contempla multas de hasta 100 euros para quienes no las utilicen en estos supuestos. La distancia social será finalmente de 1,5 metros y no de dos metros tras el acuerdo con Cs, una medida importante para la hostelería y el comercio en general, que permite ampliar los aforos en los establecimientos. El grupo de Inés Arrimadas da mucha relevancia también a que las competiciones deportivas se autoricen “en régimen de igualdad y con las comunidades autónomas”.
El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, defendió este martes la posición de su partido, que apuesta por acuerdos pese a no ser socio del Gobierno, frente a la del PP o Vox. “¿Qué han hecho otros? Otros se han quejado de que no había plan b pero no han aportado nada. Nosotros nos hemos arremangado”, señaló.
La relación con Ciudadanos es buena y el Gobierno hizo llegar al partido el borrador del decreto para que pudieran introducir modificaciones, como hizo con el PNV. Con ERC, de momento, no hay acuerdo. Y a pesar de los deseos del presidente Sánchez, la posibilidad de que el PP se abstenga está en el aire. El nuevo ambiente político se consolida poco a poco pero hasta los Presupuestos no habrá nada definitivo.
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