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Las agendas de los juzgados: del parón al caos

Los jueces tienen que recolocar las vistas suspendidas por la pandemia en un calendario ya copado de nuevas citas

Reyes Rincón
Sala de vistas de la Ciudad de la Justicia de Valencia con los asientos precintados.
Sala de vistas de la Ciudad de la Justicia de Valencia con los asientos precintados.EUROPA PRESS

Los juzgados españoles se preparan para ver cómo se da la vuelta el refranero en los próximos días. “Después de la calma viene la tempestad”, advierte un juez de lo Contencioso-Administrativo de Madrid. Tras el parón impuesto por las fases más duras del estado de alarma, los tribunales empezarán a recobrar su actividad habitual a partir de la próxima semana. Vuelven las vistas, que se alternarán entre telemáticas y presenciales, y los jueces tienen que encajar las que ya estaban señaladas para junio y julio con las que se han suspendido en marzo, abril y mayo y los nuevos asuntos surgidos estos meses. El puzle, en muchos casos, parece imposible de resolver.

El calendario fijado por el Ministerio de Justicia, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la Fiscalía sitúa en la segunda semana de junio la “plena operatividad” de la justicia. Pero, a pocos días de que llegue esa fecha, las agendas de señalamientos de la mayoría de los juzgados están patas arriba. El CGPJ ha dado unos criterios generales, y los Tribunales Superiores de Justicia y el decano de cada partido judicial han afinado los planes. Pero es el juez (el presidente en el caso de los órganos colegiados) quien tiene que decidir cómo rehace su calendario.

La tarea es complicada porque a la acumulación de asuntos se le suma una variable que, en la práctica, reduce las fechas disponibles: las medidas de seguridad laboral, que obligan a espaciar las vistas o evitar las estancias muy pequeñas o mal ventiladas. Y en la mayoría de los casos no hay una sala de vistas para cada juzgado, sino que las comparten entre varios, por lo que el juez tiene que adaptarse a los turnos que le hayan asignado.

En Madrid, por ejemplo, la juez decana ha distribuido las salas de cada edificio teniendo en cuenta no solo el número de juzgados y de salas, sino también el tamaño y la ventilación de estas, el número de plantas y de ascensores y hasta la anchura de los pasillos (para calcular las personas que pueden acumularse respetando la distancia mínima de seguridad de dos metros).

Por los juzgados de Madrid pasan cada día más de 15.000 personas, según los datos que maneja el decanato. Pero las instrucciones remitidas por el Área de Prevención de Riesgos Laborales de la Consejería de Justicia obligan a reducir el aforo hasta un 75%. En los Juzgados de Plaza de Castilla, la principal sede judicial de la capital, de una afluencia media de 4.500 personas diarias debe pasarse a un máximo de 1.164 personas, mientras que en los juzgados de lo Social, por los que antes de la pandemia circulaban entre 3.000 y 3.500 personas, no deben pasar a partir de junio más de 680, según el acuerdo firmado por la decana, María Jesús del Barco.

Cada juez está readaptando su agenda con los días y horas que se le han asignado, pero no hay una única fórmula. Unos intentan mantener los juicios que ya tenían señalados, mientras otros han optado por empezar a recolocar vistas con el calendario en blanco. Es el caso del Juzgado de lo Social 35 de Madrid, cuyo titular ha acordado suspender todo lo que tenía fijado entre el 8 de junio y el 31 de julio y ha encargado a la letrada de la Administración de Justicia que empiece por señalar los asuntos urgentes suspendidos desde que se decretó el estado de alarma y luego vaya fijando el resto.

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Este baile de fechas trae de cabeza a los abogados, que tienen que encajar su agenda con la de decenas de juzgados. “Entiendo que tienen que espaciarse más los señalamientos y que hay menos salas disponibles. Pero si eso no lo acompañas de medidas de refuerzo es imposible”, advierte Urbano Blanes, un abogado laboralista de Madrid a quien ahora le están llegando con cuentagotas las decisiones de cada juez para encajar las vistas pendientes.

Por ahora, ninguno está aprovechando las tardes, habilitadas por un decreto-ley del Gobierno durante los próximos tres meses, y la mayoría no ha conformado si mantiene los ya señalados hasta el verano y cuándo va a recuperar lo aplazado durante el estado de alarma. A su despacho, integrado por cuatro abogados, le han suspendido ente 50 y 60 vistas en las últimas semanas. “Se dijo que se iba a celebrar lo urgente, pero a nosotros nos han anulado más del 95%”, asegura.

En el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña el criterio general es no tocar los señalamientos ya programados “que sean compatibles con las fechas y horarios impuestos por razones sanitarias”. “Hay que ir mirando asunto por asunto para ver qué hace falta priorizar y teniendo en cuenta la agenda de los abogados, que en muchos casos vienen de fuera”, afirma un magistrado de una sección de lo civil de la Audiencia Provincial de Barcelona.

En la Audiencia, al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los juzgados unipersonales, el estropicio del parón por el estado de alarma es menor porque las vistas suelen estar más espaciadas. “Nos quedan asuntos pendientes, pero no hemos parado de trabajar y de deliberar de forma telemática durante estas semanas. Antes de la avalancha de nuevos pleitos, vamos a tener una avalancha de notificaciones”, apunta.

La ley de videoconferencias, pendiente desde 2011

Las directrices marcadas por el Ministerio de Justicia y el Consejo General del Poder Judicial dan preferencia a las vistas telemáticas en los próximos meses, aunque algunos jueces se muestran escépticos de cómo va a funcionar este sistema. El Consejo ha aprobado una guía en la que ya advierte de que la experiencia en el uso de esta tecnología “es limitada” y que su empleo para celebrar un juicio íntegro precisa de un marco normativo más completo y una mayor inversión económica. Una ley de 2011 obliga al Gobierno a regular el uso de videoconferencias en la Administración de Justicia, pero esta norma no se ha desarrollado.

Con todo, los tribunales se han familiarizado con las deliberaciones telemáticas en el estado de alarma y algunos jueces creen que esa experiencia allana el camino hacia los juicios virtuales. “Lo importante es crear un clima de confort que permita a las partes defenderse con garantías”, señala el magistrado de la Audiencia de Barcelona, donde se celebrarán vistas telemáticas a partir de la semana que viene.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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