El Gobierno abre la puerta a que el estado de alarma se levante por territorios antes de un mes

El Gobierno quiere que esta quinta, y parece que última, prórroga del estado de alarma que este miércoles votará el Congreso suene a otra música. “Es radicalmente diferente”, aseguró la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, buscando un aval que en vísperas de la votación aún no está claro. Calvo presentó en su comparecencia este lunes en la Comisión Constitucional del Congreso la próxima prórroga como la de la “cogobernanza” entre el Gobierno y las comunidades autónomas y aseguró que si algunos territorios van más rápido en las fases de desescalada por el control de la pandemia se podría levantar “allí donde avancen más”. Una medida que el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, había solicitado al Gobierno hace dos semanas cuando dio su apoyo in extremis a la cuarta extensión de la medida.

Como ya anunció el sábado el presidente, Pedro Sánchez, la vicepresidenta confirmó este lunes que esta será la última prórroga que pedirá el Ejecutivo aunque, si sale adelante, tendrá mayor duración que las anteriores, de 15 días cada una. La intención del Gobierno, dijo, es “acompañar hasta el final las cuatro fases de desescalada”, por lo que la situación se podría mantener hasta finales de junio o principios de julio. Para entonces, añadió, el Gobierno quiere tener una “hoja de ruta” para el turismo y la empresa. “Esta prórroga marca un antes y un después para empezar a reaccionar y planificar la reconstrucción y la salida cuanto más rápido mejor”, incidió.

El Consejo de Ministros aprobará este martes el fondo de la medida, que como ya explicó el presidente, simplifica la autoridad competente que hasta ahora había centralizado la crisis en torno a los ministros de Sanidad, Interior, Defensa y Transporte, una situación que a medida que se fue prorrogando fue generando cada vez más críticas en los gobiernos autonómicos del País Vasco o Cataluña. “La cogobernanza imperará en esa prórroga”, reiteró la vicepresidenta. En caso de ser aprobada, solo se mantendrá la autoridad sanitaria. “Sentimos la responsabilidad de tener ese último control”, pidió la vicepresidenta.

El Gobierno no lo tiene fácil para sacar adelante la propuesta en el pleno que se celebrará el miércoles. El no en la votación anunciado por el PP ―hasta ahora se había mantenido en la abstención― obliga al Ejecutivo a negociar sus apoyos con el resto de partidos. Tal y como pasó hace dos semanas en los días previos al pleno, la incógnita se mantuvo hasta el mismo día de la votación, en el que el PNV y Ciudadanos anunciaron haber alcanzado un acuerdo con el Gobierno para votar a favor.

La situación de alarma se hace larga en el interior del Congreso, que a cada prórroga que se consume va perdiendo más apoyos, y en el exterior, con las primeras protestas en las calles, aunque aún muy minoritarias y localizadas. Calvo quiso aclarar durante su intervención que el Gobierno ha limitado, “en ningún caso suspendido”, algunos derechos desde que el 14 de marzo entró en vigor. Y ha destacado la cantidad de comparecencias y controles a los que se ha sometido el Ejecutivo en este tiempo en comparación con otros países europeos: “No ha habido un solo Gobierno que se haya sometido a un control de esta naturaleza habiendo declarado algo parecido” al estado de alarma.

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