Sánchez defiende en el Senado que “no hay otra alternativa” al estado de alarma

Pedro Sánchez ha vivido en el Senado un anticipo de las dificultades que afrontará este miércoles en el Congreso, donde defenderá la cuarta prórroga del estado de alarma. “Es el único instrumento que tenemos ahora mismo constitucionalmente para luchar contra la covid-19, garantizar el confinamiento y restringir la movilidad. No hay otra alternativa”, ha zanjado. El PP discrepa mientras se resiste a aclarar qué votará. “En marzo el estado de alarma era una herramienta para proteger a los españoles, seguir haciéndolo sine die es una medida para protegerle a usted porque está atrapado”, ha afirmado Javier Maroto. Tampoco está claro el apoyo del PNV. El Gobierno ha alcanzado un acuerdo con Ciudadanos a última hora de la tarde.

El presidente del Gobierno ha constatado en la Cámara alta la merma de apoyos al estado de alarma mientras La Moncloa apura las horas para asegurar su prolongación. Sánchez ha insistido en que el segundo punto del artículo 116 de la Constitución es la única fórmula legal que puede garantizar el confinamiento y restringir la movilidad durante una desescalada que, como pronto, finalizará a finales de junio. “En un momento tan crítico, con tanta incertidumbre, al menos de los dos principales partidos se espera y desea un acuerdo para la prórroga del estado de alarma”, ha redoblado la presión sobre el PP. En La Moncloa no contemplan el voto en contra de los populares. Pero la abstención de sus 88 diputados sería un torpedo político.

El portavoz popular, Javier Maroto, ha criticado la gestión de la crisis, en la que el partido de Pablo Casado coincide con los nacionalistas en que Sánchez está actuando unilateralmente y sin consensuar la desescalada con los territorios y el resto de fuerzas políticas. “Usted nos dice que no tiene un plan b, yo pongo en duda que tenga siquiera un plan a más allá de lo que vaya surgiendo. Nadie ha planteado que haya que elegir entre el estado de alarma o el caos”, ha reprobado Maroto. El responsable del PP ha diferenciado la situación de la crisis en marzo, cuando llegó a causar 950 fallecidos diarios, a la actual, con menos de 200 decesos en los tres últimos días. “No es lo mismo febrero o marzo que mayo o junio. El PP votó a favor con responsabilidad el estado de alarma. Pero dos meses después entendemos que no es responsable volver a hacerlo si existen las medidas alternativas para garantizar la seguridad y evitar un Gobierno con poder absoluto que además vulnera las libertades públicas de nuestra democracia”, ha aseverado Maroto, que ha puesto como ejemplo el confinamiento de determinadas zonas de comunidades como Murcia, gobernada por su partido. “Dejar atrás el estado de alarma no significa en ningún caso volver a la normalidad absoluta como demuestra la gestión de presidentes de mi partido que decretaron confinamientos con la ley de salud pública en la mano mucho antes de que usted despertase y decretase el estado de alarma”, ha observado.

Maroto ha deslizado algunas condiciones que podrían facilitar que el PP no ponga en riesgo la votación del Parlamento. De entrada, que las ayudas a los más de cuatro millones de personas que están en un ERTE se puedan seguir manteniendo si el estado de alarma decae. Una petición que en la última conferencia de presidentes realizaron tanto presidentes del PP como del PSOE. El de Murcia, Fernando López Miras, llegó a hablar de septiembre. El portavoz popular también ha sido muy crítico con la falta de diagnósticos masivos: “Póngase en contacto con las empresas españolas que fabrican mascarillas y test y tienen que venderlos en otros países”. “En marzo el estado de alarma era una medida para proteger a los españoles, seguir haciéndolo sine die es una medida para protegerle a usted”, ha apostillado.

El tono de la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán, apenas se ha distinguido del de Maroto. “El mando único no significa una voz única. Piérdale el miedo al consenso. No tiene plan b y a ver qué sucede con el a”, ha advertido. “No podemos jugar a experimentos que no sabemos cuál va a ser su evolución y su eficacia. No hay otra alternativa y tenemos que ser conscientes de que tenemos que dar certidumbre a los ciudadanos”, le ha respondido Sánchez. El presidente ha pedido en el Senado desarrollar la desescalada “bajo el paraguas del estado de alarma” y dejar para más adelante “otros instrumentos que puedan amparar legalmente estas cuestiones”. Lo contrario, según Sánchez, permitiría los desplazamientos entre provincias con el riesgo de un nuevo rebrote descontrolado.

Las críticas también han llegado de uno de los socios del Gobierno. Esquerra, clave para el éxito de la investidura y la formación del primer Gobierno de coalición desde la Segunda República, anunció el lunes que votará en contra del estado de alarma. Hasta ahora se había abstenido. Su senadora Mirella Cortès ha afirmado que las comunidades autónomas llevan 52 días sin competencias. Un periodo en el que el Gobierno habría mostrado, según su opinión, “una gran vocación recentralizadora”. La ministra de Política Territorial, Carolina Darias, ha sido contundente en su rechazo a las aseveraciones de la representante de ERC: “Las comunidades autónomas siguen teniendo la competencia de sus servicios. Difícilmente se puede devolver algo que no se ha quitado”. Al igual que el presidente, Darias ha destacado las ocho conferencias de presidentes y más de 60 conferencias sectoriales celebradas durante la crisis. “Frente al ruido, es más el consenso”, ha defendido mientras repetía, como viene haciendo el Gobierno desde hace días para aplanar el resquemor de los presidentes autonómicos, que la cogobernanza regirá la desescalada. “Una vez marcada la hoja de ruta pactada con las comunidades, el Gobierno va a realizar una ronda de reuniones bilaterales para seguir trabajando”, ha reiterado la ministra. Sus diferencias con la senadora de ERC no han terminado ahí. “Nos preocupa la deriva autoritaria y militarista en la gestión del coronavirus por parte de un Gobierno que se dice progresista”, ha abundado Cortès, que considera que se “ha exhibido” a altos mandos militares en las comparecencias en La Moncloa. “A mí las Fuerzas Armadas me representan como a la mayoría de este país”, ha zanjado Darias. En una línea similar, el portavoz de Junts per Catalunya, Josep Lluís Cleries, ha acusado al Gobierno de estar ejerciendo un “estado de excepción encubierto” y un “155 renovado” que ha supuesto “un grave retroceso democrático de derechos y libertades”. A diferencia de ERC, sus socios en la Generalitat, ya votaron en contra, el pasado 22 de abril, de la última solicitud de prórroga del estado de alarma.

En la sesión de control Sánchez ha encontrado el respaldo de Eduardo Fernández Rubiño, de Más Madrid. El senador ha cargado contra la estrategia de confrontación del PP: “Me da pena que el principal partido de la oposición entre en campaña electoral en un momento como este. Es una irresponsabilidad no apoyar el estado de alarma, me parece jugar a la ruleta rusa a cambio de unos votos. Eso no le quita presidente de llamar a sus socios y pactar”, ha intervenido. La treintena de senadores presentes en la Cámara alta –dos por grupo mayoritario y uno en lugar de los más pequeños– han guardado dos minutos de silencio. El primero por la última víctima de violencia machista, un gesto que ha implantado en cada sesión la presidenta del hemiciclo, Pilar Llop. El otro minuto ha sido para las más de 25.600 víctimas del coronavirus.

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