Ayuso se desmarca de otros barones del PP y rechaza pactos con el PSOE

Los pactos para la reconstrucción muestran distintas formas de hacer oposición dentro del mismo partido. El líder del PP, Pablo Casado, no se ha pronunciado sobre la oferta de acuerdos autonómicos, pero varios barones han recogido ya ese guante. La presidenta de la Comunidad de Madrid se desmarcó de esos pactos. Cs y Vox ejercen una pinza sobre el PP: los primeros, llamando a la negociación, y los segundos, acusando al partido con el argumento de “derechita cobarde”.

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, propone una “gran alianza” para hacer frente a los efectos de la epidemia. “O salimos juntos o no salimos”, advirtió. “Se puede y se debe pactar. No debemos añadir a la crisis económica y social del coronavirus una crisis política. Los ciudadanos no nos lo perdonarían”, declara a EL PAÍS la líder popular en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, que asegura que es capaz de “ponerse en la piel” del presidente Ximo Puig y “tenderle la mano para buscar soluciones”. “Hay que integrar posturas porque todos tenemos un enemigo común”, dijo también el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. “Propongo un pacto amplio, con los grupos políticos, para afrontar la recuperación. La esencia del pacto es la capacidad de abandonar una postura propia para buscar el interés general, no el particular”, añadió.

Las comunidades autónomas piden más liderazgo en la transición a la desescalada

Pero no todo el partido va en esa línea. La presidenta de la Comunidad de Madrid, la más casadista de las líderes regionales —ni Moreno ni Bonig ni Mañueco apoyaron al actual líder del PP en las primarias—, detalló las razones que dificultan que llegue a buen puerto la propuesta de pactar unos presupuestos regionales de emergencia, lanzada por Ángel Gabilondo, líder del PSOE en la comunidad. Tras mostrarse abierta al diálogo, Ayuso defendió la necesidad de liberar suelo para apostar por el sector de la construcción, abogó por mantener impuestos bajos, y aseguró que era fundamental perseverar en la colaboración público privada, asuntos todos ellos que le separan de los socialistas. Díaz Ayuso, además, aprovechó su primera intervención en la Asamblea de Madrid desde el 5 de marzo para insistir en las críticas que viene haciéndole al Gobierno de Pedro Sánchez por su gestión de la crisis sanitaria: “Nos están llevando a una situación sin salida”, dijo.

El clima pactista que se respira en algunas autonomías y municipios es muy distinto en el Congreso de los Diputados, el escenario al que Casado ha trasladado la negociación de los acuerdos de reconstrucción tras rechazar los nuevos Pactos de la Moncloa que proponía Sánchez por considerarlos “un señuelo”. Escenas como la vivida en el pleno del Ayuntamiento de Madrid, con agradecimientos mutuos entre el alcalde, del PP, José Luis Martínez-Almeida, y la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, son impensables en la Cámara baja. Casado no respondió al ofrecimiento de Sánchez en el pleno para buscar acuerdos autonómicos y municipales, pero varios de sus dirigentes sí lo han hecho con el argumento oficial de que los ciudadanos reclaman unidad frente a la crisis y la ventaja de mutualizar errores en la desescalada si hay que dar marcha atrás.

“Ya habrá tiempo de analizar los errores cometidos y exigir responsabilidades, pero la situación es lo suficientemente grave como para que nos centremos en lo que hace falta”, afirma Bonig. “Yo estoy dispuesta a olvidar el pasado, y eso que a nosotros nos han montado muchas comisiones de investigación y nos han tratado con dureza. Ahora toca estar todos a una. Los presupuestos se han quedado obsoletos”, avisa la líder del PP valenciano. Bonig pone un ejemplo: destaca la buena interlocución estos días con el consejero de Educación, Vicent Marçà (Compromís), al que antes de la crisis del coronavirus llevaron varias veces a los tribunales. Pero ve más difícil llegar a acuerdos a nivel nacional “por la actitud de Sánchez”. Si Mañueco agradecía la interlocución con el Gobierno central, Bonig recuerda que Sánchez no advirtió previamente a Casado de su intención de pedir una nueva prórroga del estado de alarma.

Mientras, el Gobierno mete presión a Casado. Detrás de las ofertas de pacto de los barones socialistas hay una estrategia del equipo de Sánchez para tratar de dejar sin espacio al PP en el Congreso y forzarle a cambiar de tono, según fuentes del Ejecutivo. La dureza del líder de la oposición quedará más aislada si Sánchez puede reivindicar que los barones socialistas están teniendo una actitud completamente diferente con los Gobiernos del PP. “Gabilondo ha ofrecido un pacto en Madrid, Susana Díaz en Andalucía. Esperamos que el jefe de la oposición responda para que gobierne quien gobierne podamos colocar el bienestar colectivo por encima de los intereses partidistas”, señaló el viernes la ministra portavoz, María Jesús Montero. “Esta crisis sanitaria se ha convertido en una crisis social. Todos tendremos que ceder un poco, con generosidad y altura de miras, dejando atrás lo que nos separa y buscando lo que nos une”, sentenció.

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