El PSOE presiona al PP con ofertas de pactos a sus barones autonómicos

El Pacto de la Carrera de San Jerónimo no será fácil, pero el PSOE presiona al PP con ofertas a sus barones para replicar ese acuerdo de reconstrucción económica en las autonomías. Tras la propuesta del presidente Pedro Sánchez al líder del PP, Pablo Casado, en comunidades y Ayuntamientos se vislumbra un clima favorable a los pactos ante las heridas provocadas por la crisis. Los barones del PSOE se han puesto manos a la obra, y la acogida en las baronías del PP va por barrios: el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, aboga por un acuerdo; la madrileña Isabel Díaz Ayuso no ha contestado aún pero está abierta al diálogo.

No hay nada aún demasiado elaborado, aunque el debate sobre si los partidos políticos, en el Gobierno y en la oposición, serán capaces de acordar respuestas de urgencia a la devastación socioeconómica que dejará la pandemia se abre paso. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanzó el guante el miércoles para sacar adelante un pacto para la reconstrucción de amplio espectro a los partidos con representación en el Congreso, a los sindicatos y a la patronal. Pero también abrió la puerta a acuerdos autonómicos y locales: extendió esa oferta a los presidentes autonómicos y a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

A escala nacional, el ambiente es poco favorable, y en todo caso estos ya no serán los pactos de La Moncloa, sino los de la Carrera de San Jerónimo, ya que el PP exigió que el diálogo y la negociación se produjeran en el Congreso, a través de una comisión parlamentaria. Pero las primeras respuestas en las comunidades hacen más probables los pactos autonómicos.

Casado no contestó en el Congreso a la posibilidad de entablar negociaciones en las autonomías y en los Ayuntamientos. No hubo respuesta a esa oferta. Pero los presidentes socialistas ya han movido ficha. El presidente aragonés, el socialista Javier Lambán se adelantó la semana pasada con una propuesta y el pasado martes constituyó una mesa con los partidos y los agentes sociales; el PP se ha sentado en esa mesa, aunque reprocha que la negociación haya empezado sin un documento base.

Los barones socialistas han lanzado ofertas similares en la gran mayoría de las autonomías. E incluso algún Ejecutivo autónomo gobernado por el PP ha dado ya pasos en esa dirección: en Andalucía, el presidente de la Junta, el popular Juan Manuel Moreno Bonilla (que gobierna en coalición con Cs y con el apoyo externo de Vox), propuso este jueves una alianza de todos los partidos. La líder del PSOE andaluz, Susana Díaz, aceptó el envite e incluso adelantó que tiene ya varias propuestas que quiere llevar a la mesa de negociación. El viento sopla a favor de un acuerdo: Moreno Bonilla podrá contar con Díaz para modificar los presupuestos.

También hubo movimientos en Madrid. Al igual que otros dirigentes socialistas, el número uno del PSOE en Madrid, Ángel Gabilondo, reclamó a la presidenta de la comunidad, la popular Isabel Díaz Ayuso, que encabece un acuerdo entre partidos. Aún no hay respuesta, pero Ayuso está dispuesta a hablar.

Dificultades

En otras autonomías hay mayores dificultades. No hay buena receptividad inicial en el PP de Castilla-La Mancha a la propuesta del presidente socialista, Emiliano García-Page y a su “plan de reconstrucción”, que para el líder del PP, Francisco Núñez, solo es mero un catálogo de ideas. Otro socialista, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara, busca acuerdos para actualizar los presupuestos de 2020 y adaptarlos a la nueva situación. En un discurso muy emotivo, alejado de planteamientos políticos y con un recuerdo a los fallecidos, confesó: “Nunca he estado tan roto en mi vida como ahora”. Pero el PP no muestra una gran receptividad; ni siquiera Podemos ha dado pasos en esa dirección.

En la Comunidad Valenciana, el presidente socialista, Ximo Puig, ofreció también un pacto político a todas las fuerzas y agentes sociales una vez se levante el estado de alarma. No está descartado del todo: la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, se ofreció hace unos días a negociar con Puig un presupuesto para el resto de la legislatura.

La mano del presidente del Principado de Asturias, el socialista, Adrián Barbón, también está tendida a la oposición, a la que ya ha convocado por carta. Los acuerdos asturianos, si llegan, serían “los pactos de Fruela”, nombre de la calle de la Junta General. Pero de momento ese nombre es un significante vacío: el PP asturiano califica por ahora de “ocurrencia” la oferta de Barbón. En La Rioja, en cambio, el PP ha dado su visto bueno a acudir a la reunión convocada para el próximo lunes por la presidenta de la comunidad, Concha Andreu. También en Cantabria —bajo la presidencia de Miguel Ángel Revilla, del PRC— hay al menos posibilidades de iniciar las conversaciones. No hay noticias de pactos en el País Vasco ni en Galicia, a la espera de una convocatoria de elecciones que quedó en el aire con el estado de alarma.

En el ámbito municipal hay ya muchos alcaldes que sin pactos solemnes tienen muy en cuenta a la oposición en estos tiempos de desgracias compartidas. Desde el socialista, Ignacio Urquizu en Alcañiz hasta el regidor de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, al que la oposición de izquierda ha ofrecido toda su colaboración.

Con información de Lourdes Lucio, Cristina Vázquez, Pedro Gorospe y Juan Navarro.

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