La pandemia cerca a las tropas en el exterior
España repatriará tropas de Malí tras registrar su primer postivo y la ONU demora dos meses la vuelta de la Legión de Líbano
Salieron de España con la misión de consolidar precarios alto el fuego, apuntalar estados frágiles o luchar contra piratas y contrabandistas, pero se han encontrado con una amenaza para la que no estaban preparados: el coronavirus. La pandemia, que ha causado más de 16.000 muertos en España, se extiende por todo el mundo y paraliza las misiones que cumplían los soldados españoles en Malí o Irak y dificulta otras, como en Líbano.
El Ministerio de Defensa está adaptándose sobre la marcha a la situación, repatriando tropas, reprogramando relevos y revisando la viabilidad de unas misiones que el año pasado costaron 793 millones de euros y este año estaban presupuestadas en 979,8 (un 23,5% más).
Misiones militares españolas
en el extranjero
Presupuesto 2020 (millones de euros)
y número de soldados*
ONU
OTAN
UE
España
Fuerzas Navales
Permanentes
Policía Aérea
del Báltico
Bosnia
0,4
3
66,7
161,3
Letonia
0
0
81,4
349
Seguridad
Cooperativa
(Túnez, Mauritania,
Senegal, Gabón
y Cabo Verde)
Turquía
39,4
Unifil
149
129,8
609
Irak
4,7
146,2
5
532
Senegal y
Gabón
Afganistán
56
10,1
90
65
Somalia
Colombia
5,4
1,7
20
5
Malí
Atalanta
110,1
95,6
278
Sea Guardian
(Mediterráneo)
296
República
Centroafricana
34,3
Sophia
0
33
3,5
45
6
* A 26 de febrero. En algunas misiones figura el presupuesto pero no los efectivos porque a esa fecha no estaban desplegados.
Fuente: Ministerio de Defensa.
EL PAÍS
Misiones militares españolas
en el extranjero
Presupuesto 2020 (millones de euros) y número
de soldados*
ONU
OTAN
UE
España
Fuerzas Navales
Permanentes
Policía Aérea
del Báltico
Bosnia
66,7
161,3
0,4
Letonia
0
0
3
81,4
349
Seguridad
Cooperativa
(Túnez, Mauritania,
Senegal, Gabón
y Cabo Verde)
Turquía
39,4
Unifil
149
129,8
609
Irak
4,7
146,2
5
532
Senegal y
Gabón
Afganistán
56
10,1
90
65
Somalia
Colombia
5,4
1,7
20
5
Malí
Atalanta
110,1
95,6
278
296
Sea Guardian
(Mediterráneo)
República
Centroafricana
Sophia
34,3
33
3,5
0
45
6
* A 26 de febrero. En algunas misiones figura el presupuesto pero no los efectivos porque a esa fecha no estaban desplegados.
Fuente: Ministerio de Defensa.
EL PAÍS
Misiones militares españolas en el extranjero
Presupuesto 2020 (millones de euros) y número de soldados*
ONU
OTAN
UE
España
Fuerzas Navales
Permanentes
Policía Aérea
del Báltico
Bosnia
66,7
161,3
0,4
Letonia
0
0
3
81,4
Turquía
349
39,4
Seguridad
Cooperativa
(Túnez, Mauritania,
Senegal, Gabón
y Cabo Verde)
149
Unifil
129,8
609
4,7
Irak
5
146,2
Senegal y
Gabón
532
56
Afganistán
90
10,1
65
Colombia
Somalia
1,7
5,4
5
20
Malí
Atalanta
110,1
95,6
278
296
Sea Guardian
(Mediterráneo)
República
Centroafricana
Sophia
34,3
33
3,5
0
6
45
* A 26 de febrero. En algunas misiones figura el presupuesto pero no los efectivos porque a esa fecha no estaban desplegados.
Fuente: Ministerio de Defensa.
EL PAÍS
Un militar español desplegado en Malí ha dado positivo al coronavirus. Según fuentes militares, se encuentra bien y sometido a medidas de aislamiento. Es el primer positivo que se registra entre los más de 2.500 efectivos que participan actualmente en 14 misiones en cuatro continentes.
El pasado 18 de marzo, Defensa ya tuvo que repatriar a los 22 miembros del Estado Mayor embarcado de la operación Atalanta porque el contralmirante que iba a tomar el mando de la flota de la UE dio positivo a su llegada a Yibuti, pero aquel contagio se produjo en España y no en la zona de operaciones, como este.
La misión EUTM Malí, de la que España es el mayor contribuyente, con 278 soldados, reconoció el pasado día 8 su primer caso de coronavirus: un miembro de su cuartel general en Bamako había dado positivo. Desde días antes, las tareas de adiestramiento e instrucción de las Fuerzas Armadas malienses quedaron temporalmente suspendidas. "La prioridad actual de la misión es la salud de su personal y el de sus socios en la lucha contra el coronavirus”, argumentaba el comunicado de la misión europea.
La preparación de las tropas malienses para enfrentarse a los yihadistas es la razón de ser del contingente español desplegado en el centro de instrucción de Kulikoro y nadie sabe cuándo podrá reanudar su trabajo. Por eso, el Ministerio de Defensa procederá en los próximos días a repatriar hasta un centenar de militares de Malí, manteniendo la compañía que garantiza la seguridad de la base.
A finales de marzo, España ya retiró a unos 200 efectivos de los 523 que tenía en Irak y a un pequeño grupo de los 65 de Afanistán. El asesinato del general iraní Suleimani por Estados Unidos desencadenó una serie de ataques de las milicias chiís contra las bases de la coalición que impidieron mantener la instrucción de las tropas iraquíes, pero esta labor quedó definitivamente paralizada por la Covid-19: Bagdad comunicó que no enviaría más soldados para ser instruidos al menos hasta el fin del Ramadán, el 23 de mayo. La transferencia de las tropas a la misión de la OTAN también está en suspenso.
Los 609 cascos azules españoles desplegados en el sur de Líbano no se dedican a tareas de instrucción sino a la vigilancia del alto el fuego entre Israel y la milicia chií Hezbolá. Sin embargo, el pasado fin de semana, el secretario general de la ONU, António Guterres, adviritó a los países que contribuyen a las misiones de paz de Naciones Unidas que todas “las rotaciones, repatriaciones y nuevos despliegues de personal militar y policial deberían suspenderse hasta final de junio”, con limitadas excepciones, para evitar la expansión del coronavirus. Eso supone que los legionarios del contingente español de Unifil (Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano) no podrán regresar a casa a medidos de mayo, tras seis meses de misión, como estaba previsto, sino que tendrán que esperar hasta julio.
Defensa aún no ha comunicado cuando hará el relevo, pero prepara ya los controles a los que deberá someterse el nuevo contingente: test de la Covid-19 con resultado negativo; aislamiento de dos semanas en el interior del cuartel; y traslado encapsulados desde el aeropuerto de Beirut hasta la base Miguel de Cervantes en Marjayún. Todo con tal de evitar que los cascos azules, además de la paz, lleven el temido virus a los vulnerables países donde se despliegan.
Pese a la pandemia, los compromisos internacionales asumidos por España siguen en pie: entre mayo y agosto se desplegarán en los países bálticos cinco aviones de combate en la misión de policía aérea de la OTAN, como lo vienen haciendo periódicamente desde 2006; y el Gobierno debe comunicar si mantiene, más allá de julio, la batería de misiles Patriot desplegada en la frontera de Turquía con Siria. Aunque España es ya el único país de la OTAN que contribuye a esta misión, militarmente obsoleta, es probable que la mantenga, si Turquía no vuelve a incautar respiradores para enfermos de la Covid-19 en hospitales españoles.
En cambio, ha puesto fin a su misión el avión de patrulla marítima que vigilaba las rutas de la inmigración irregular en el Mediterráneo central desde la base de Sigonella (Sicilia). La UE ha finiquitado definitivamente la Operación Sophia, que se puso en marcha en 2015 y languidecía desde que Italia cerró sus puertos al desembarco de inmigrantes rescatados en el mar. En su lugar, ha puesto en marcha una nueva operación (Irini) dedicada al control del embargo de armas a Libia. España no se ha sumado todavía a esta misión, la primera de la UE con el español José Borrell como Alto Representante.
Fuentes gubernamentales admiten que, aunque aún no hay decisión oficial, es probable que España no participe por vez primera en una misión militar de la UE: las restricciones impuestas por Austria o Hungría (alejamiento de los buques europeos de las aguas libias para evitar tropezarse con náufragos) la hacen poco operativa, además de lo jurídicamente espinoso que resulta inspeccionar un buque en alta mar en contra de su voluntd. Además, el Gobierno debería pedir permiso al Parlamento para participar, lo que en este momento no es una prioridad.
No solo el coronavirus está detrás de la reorganización del despliegue militar en el exterior: el fin de la vida útil del Hércules C-130 que operaba desde Dakar ha obligado a trasladar a Senegal el avión de transporte C-295 destacado en Libreville y clausurar el destacamento del Ejército del Aire español que operaba desde Gabón.
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