Las mejores lámparas para estudiar

La luz natural mejora la salud visual, reduce la fatiga ocular y aporta una sensación de bienestar que ayuda a combatir el estrés y el cansancio. Por eso, los estudiantes deben asegurarse de que la iluminación en su sitio de trabajo es la apropiada; de lo contrario, se verán obligados a forzar la vista y perderán capacidad de concentración. Para ello es esencial una buena lámpara de mesa que permita cambiar la intensidad y el color de la luz y agrandar o disminuir el espacio iluminado (según los puntos de articulación y la capacidad de plegarse que ofrezcan), entre otras funcionalidades.

¿Qué lámparas hemos elegido?

En esta comparativa hemos probado cinco lámparas ideales para iluminar el espacio de estudio: Dyson Solarcycle Morph (con una puntuación media de 9 puntos), Philips Ivory Luz Blanca (8,75), Qualcore Lámpara Escritorio, (9,5), SLATOR Lámpara Escritorio LED (9,8) y Xiaomi Mi Smart LED Desk Lamp Pro (9,5). Aunque hay algunas diferencias de precio, todas emplean bombillas LED y reúnen las cualidades necesarias para convertirse en el complemento que no puede faltar en el escritorio de cualquier estudiante. Estos son los aspectos que hemos tenido en cuenta a la hora de probarlas:

• Fuente de iluminación. ¿Qué tipo de luz utilizan? y, ¿cuál es su potencia eléctrica?
• Modos de luz. Además de personalizar los niveles de brillo, se ha valorado que incorporen distintos modos de uso para ajustar la temperatura del color (luz más amarilla o más blanca).
• Diseño. Las dimensiones y el peso del producto, el material con el que está construído, la forma, si incorpora botones o pantalla táctil…
• Flexibilidad. La cantidad de puntos de articulación de un flexo y su capacidad de plegarse y adaptarse para conseguir diferentes ángulos y, como consecuencia, distinta iluminación (más enfocada, abierta…).
• Otros. Funciones extra como la de apagado automático; puertos USB para cargar otros dispositivos; control de la luz mediante aplicación para el smartphone…

Así los hemos probado

Para valorar estas lámparas las hemos montado, configurado (en el caso de aquellas que funcionan mediante apps) y utilizado en diferentes momentos del día y habitaciones. Según la actividad —trabajar con el portátil, leer un libro, escribir…—, también pusimos a prueba sus niveles de brillo e intensidad y su capacidad para conseguir distintos ángulos de luz (gracias a sus brazos con puntos articulados).

Después de 40 horas de pruebas, consideramos el modelo SLATOR Lámpara Escritorio LED como ganador indiscutible por su diseño y versatilidad: se trata de un flexo muy completo, con 10 niveles de brillo y 5 modos de iluminación que, además, incluye un práctico puerto de carga USB. Aunque el resto de flexos también aportan una buena iluminación, ninguno ofrece las características y calidad del elegido a tan buen precio (27 euros).

Lámpara de escritorio LED SLATOR: nuestra elección

Su diseño elegante y sencillo queda bien en cualquier espacio: escritorios, oficinas, dormitorios o, incluso, en el salón. Esto, unido a su facilidad de transporte, consigue que sea muy versátil. Es ideal para actividades que exigen una gran fuente de iluminación como dibujar, pero también para aquellas más ‘relajadas’, como leer, gracias a sus variados modos para cambiar la luz. De hecho, las opciones para regular el nivel de brillo (10) y los modos de iluminación (5) son su punto fuerte.

Basta con pasar el dedo suavemente sobre la base táctil para ajustar el brillo de su luz a nuestro gusto. Para configurar entre luz blanca, amarilla o más anaranjada (2700K - 6000K), hay que pulsar el botón central. Además, gracias a la función de memoria, no hace falta volver a establecer el brillo y color deseado; sigue siendo el mismo cuando se vuelve a poner en marcha. Todos estos aspectos favorecen su facilidad de uso: sus otros dos botones se corresponden con el de encendido y apagado y con el temporizador, que se puede configurar para 30 o 60 minutos, por si te descuidas y se te olvida apagarla.

Por si fuera poco, permite orientar la luz en la dirección que mejor se adapte al área de nuestro escritorio o mesa de trabajo. De esta manera, es posible iluminar solo ciertas partes sin que el haz de luz afecte la visión directamente. Esto se consigue gracias a su eje de base, que gira un máximo de 160 grados, y a un brazo flexible de metal articulado que se dobla hasta alcanzar 225 grados (con el que comprobamos que se iluminaba la habitación entera).

Funciona conectada a la corriente eléctrica a través de un cable micro USB. Esta conexión se encuentra en la parte trasera de su base y, justo al lado, cuenta con un puerto USB para cargar algún dispositivo electrónico portátil, como el smartphone, la tablet…

Lámpara de escritorio Qualcore: mejor relación calidad-precio

Por casi el mismo precio que el modelo ganador, la lámpara de Qualcore es la alternativa perfecta para los que no necesitan tanta variedad en los modos de luz y flexibilidad para iluminar los apuntes, los libros o la zona de trabajo. Y es que esta lámpara dispone de 5 modos para configurar el brillo y otros 5 para la intensidad, que van desde un blanco muy claro hasta un tono amarillo perfecto para leer. Por otro lado, su pie es capaz de girar 90 grados y su brazo regulable alcanza los 180.

La base es muy similar a la del modelo de SLATOR: es táctil y solo se diferencia en la distribución de los botones. Además, también cuenta con un temporizador (30 o 60 minutos), función de memoria (que recuerda la configuración anterior) y dos puertos en la parte trasera (USB y micro USB).

Podríamos decir que cumple con creces todas las expectativas para un producto de estas características. Con una potencia de 8 W, el ambiente lumínico que crea es muy cómodo para usarlo en diferentes ocasiones. Es más pequeña que la lámpara ganadora y más ligera; sin embargo, esto puede repercutir en su estabilidad.

Xiaomi Mi Smart LED Desk Lamp Pro

De estilo minimalista, dispone de un brazo largo y estrecho con tres puntos de articulación diseñados para iluminar un área de 1,2 metros cuadrados. Con 12,5 W, la forma de la lente se asemeja a la de una lupa y reparte la luz según la altura a la que se coloque. Situada a unos 20 centímetros de un libro ayuda para obtener una luz central; al subir el brazo 20 centímetros aproximadamente se adapta al trabajo con el ordenador. Aunque el rango puede hacerse más amplio, estas dos posiciones son suficientes para estudiar o trabajar.

Dispone de un diseño especial de la placa de guía de luz basado en el de las lámparas quirúrgicas sin sombras. Además, según el fabricante, el brillo lateral permite difundir la luz de manera uniforme en todo el entorno de trabajo, por lo que evita la fatiga visual.

Hecha de metal y en color blanco, funciona conectada a la corriente y gracias a un simple botón situado en la base. A través de este, que tiene forma de ruedecilla, se enciende y se apaga pulsando y se ajusta la temperatura girando (2500K – 4800K). También se puede configurar desde el móvil. Para ello, emplea la app ‘Mi Home’, desde la que es posible controlar otros aspectos como el brillo.

Lámpara de mesa Dyson Solarcycle Morph: la alternativa

Se trata del modelo más moderno de todos los analizados y más completo en cuanto a prestaciones; sin embargo, es también el más caro con diferencia. Y es que la propuesta de Dyson no solo sirve para estudiar o trabajar; ajustándola actúa como luz indirecta para una suave iluminación de fondo o para reforzar el sentido del espacio; punto de luz, es decir, una luz de alta calidad para exhibir obras de arte y elementos decorativos; o luz ambiental, el brazo se ilumina para crear un ambiente relajante con luz azul reducida.

Es también el modelo más grande y más pesado (3,5 kilos) y, aunque puede cambiar fácilmente la posición girando de forma independiente el cabezal óptico, el brazo horizontal y el brazo vertical hasta 360 grados, no es apropiada para transportarla.

Su uso es sencillo a través de los controles situados en el brazo horizontal, con los que es posible ajustar el brillo y la temperatura, configurarla o desconfigurarla para que se adapte a las condiciones de luz ambiente de forma inteligente y activar un sensor de movimiento (la lámpara se encenderá cada vez que detecte movimiento cerca y se apagará cuando no se detecte movimiento durante cinco minutos), lo que supone una buena opción para ahorrar energía.

Del mismo modo, es posible controlarla desde el smartphone descargando la app MyDyson. Gracias a ella, el usuario puede explorar las funciones exclusivas de la aplicación, como los modos predeterminados, los modos personalizados, la programación de la luz para que vaya aumentando su intensidad gradualmente a la hora de despertarse y mucho más. También permite seleccionar una función que hace que siga (e imite) la luz a lo largo del día en la ubicación concreta del usuario. Para ello, la app tiene en cuenta la localización, la edad y otras preferencias.

Lámpara Philips Ivory luz blanca

Su forma recuerda a la de los dos primeros modelos presentados en esta comparativa: un flexo con base redondeada, brazos estrechos y un punto de articulación. No obstante, en este caso, está fabricada por completo en metal y no dispone de pantalla táctil. En su lugar, encontramos un botón que sirve para encender, apagar y configurar los 3 niveles de intensidad de luz (2700K, 3600K y 5000K). El primero de ellos es el más adecuado para trabajar con una pantalla, mientras que los otros dos se adaptan a la lectura en papel.

La bombilla LED de Philips ofrece una vida útil hasta 15.000 horas, lo que equivale a 15 años de uso. Además, es muy cómoda a la vista y favorece la concentración: los LED EyeComfort están diseñados para eliminar el ruido audible que producen algunas de estas luces, de modo que es posible trabajar, estudiar y jugar sin distracciones. Se trata de una iluminación adecuada para estudiar en dormitorios, habitaciones infantiles o salas de estar ya que, además, el flexo es pequeño y ligero.

Su punto débil es la flexibilidad: no tiene un rango amplio, por lo que la posición más adecuada para usarla es, probablemente, colocando el brazo a 90 grados. La siguiente posición (120 grados) reparte la luz de forma más amplia y no es tan indicada para focalizar la atención en el estudio. Funciona con batería de litio que viene incluída.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 1 de febrero de 2024.

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