Una bodega en busca de la esencia del verdejo

A principios de los 2000, Familia Martínez Bujanda se propuso llevar su pasión por el vino a otras regiones y denominaciones de origen de la geografía española. Su historia había comenzado en Oyón (Álava), donde en 1889 Joaquín Martínez Bujanda fundó la bodega original de la familia, desde la que empezaron a innovar en los procesos de elaboración vitivinícolas. Una de las zonas que ofrecía las condiciones de singularidad y autenticidad que buscaban la encontraron muy cerca de la localidad vallisoletana de Rueda. Allí se fundó en 2008 Finca Montepedroso, una bodega que desde entonces se ha dedicado a preservar la pureza de la variedad verdejo.

Situada a 750 metros de altura, y con parcelas que superan los 30 años de antigüedad, el lugar reunía unas características idóneas para la elaboración de vino a partir de esta uva, en un momento en el que la D. O. Rueda estaba despegando. A su altitud, que le confiere un microclima especial, se suman unos suelos arcillosos con sedimentos de limo y arcilla, además de una tradición en el cultivo de la variedad verdejo que se remonta a más de un siglo. Tras edificar una bodega ideada para integrarse en el paisaje y ser lo más funcional posible, Finca Montepedroso se inauguró en abril de 2012 y de sus 25 hectáreas de viñedo nacen unas 120.000 botellas anuales.

Dedicación al verdejo

A diferencia de otras bodegas, Finca Montepedroso dedica el 100% de su producción a la uva verdejo, como manera de preservar la tradición y el sabor de uno de los vinos blancos clásicos de la D. O. Rueda. Su vendimia se realiza de noche, para asegurar la frescura de la uva, y a máquina, de manera que se reduzca al máximo su tiempo de oxidación, aspecto fundamental para la calidad de sus vinos. A pesar de no criarse en madera, sí que se almacenan junto a sus lías en depósitos de acero inoxidable durante al menos cinco meses, y más tarde 18 más en huevos de hormigón. Este proceso compensa la acidez característica de esta variedad de uva, al mismo tiempo que le aporta consistencia y personalidad.

Esas características de entorno y los procesos de elaboración dan como resultado dos vinos que resumen la esencia del verdejo. Finca Montepedroso Verdejo es un blanco limpio y aromático, de sabor largo y elegante, en el que resaltan notas hinojo y anís. Un clásico moderno de Rueda perfecto para maridar con carnes blancas, pescados, mariscos y sushi. Por su parte, Montepedroso Enoteca es una edición limitada que solo se produce en los años de vendimias de calidad excepcional. Afrutado, muy mineral, con notas de humo, caliza e incienso, es un vino de poso largo y perfecto para celebrar momentos especiales.