Inteligencia Artificial al servicio de las finanzas

Las innovaciones tecnológicas tienen aplicaciones para la mayoría de los ámbitos de nuestra vida. La Inteligencia Artificial, por ejemplo, es la base de los sistemas de asistencia por voz, pero también puede mejorar los diagnósticos médicos o, incluso, ayudarnos a gestionar nuestra economía diaria. Esta última es la línea en la que Santander trabaja para ofrecer a sus clientes soluciones y herramientas más intuitivas, rápidas y que, en ocasiones, se adelantan a sus necesidades.

La aplicación de la Inteligencia Artificial permite a Santander gestionar grandes volúmenes de datos de cada cliente y generar patrones analíticos y predictivos que les resulten de ayuda en la información que reciben para la toma de decisiones sobre sus finanzas. Estas recomendaciones personalizadas son enviadas a través de los canales digitales, como las notificaciones push predictivas, que avisan a cada persona de movimientos o recibos que van a recibir en los próximos días. Por ejemplo, se anticipa a los movimientos y nos recuerda un pago importante a finales de mes, de manera que se evite dejar la cuenta bancaria al descubierto llegado ese momento.

Otra de sus funcionalidades es “Mis suscripciones”, un apartado que permite al usuario consultar en un único lugar todos sus pagos recurrentes, informando del gasto mensual y ayudando a tomar de decisiones.

Operaciones más protegidas

La seguridad es también un aspecto que mejora día a día gracias a las aplicaciones de Inteligencia Artificial. Un ejemplo es el uso de la biometría, un método de reconocimiento de personas basado en su comportamiento, su huella digital, su cara o incluso su voz. De esta manera, los servicios digitales de Santander no solo están ideados para evitar de manera más efectiva los posibles fraudes, sino que además buscan mejorar la experiencia del usuario, eliminando pasos como el de introducir contraseñas en determinadas operaciones.

En ese sentido, Santander Key es una tecnología incluida en la APP de Santander que permite autorizar operaciones con el reconocimiento de la huella digital. De la misma forma, la biometría ayuda a analizar la manera en la que el usuario interactúa con las herramientas digitales para establecer un patrón único que nos alerta de una posible suplantación de personalidad.