Los 10 templos y pirámides más increíbles de Egipto
Estos templos y pirámides fascinaron al mundo moderno. ¡Es hora de que los descubras!
Egipto es un país fascinante que hay que visitar, por lo menos, una vez en la vida. Hay muchas razones, pero la que tiene un mayor peso es que está repleto de tesoros arqueológicos que explican la historia de la humanidad y de una civilización que consiguió cambiar el mundo. El Antiguo Egipto, que alberga arte e historia, tiene tantísimos encantos que no podríamos terminar de enumerarlos: ciudades con sus imponentes templos y artesanía inmaculada; sarcófagos; el Nilo como fuente inagotable de inspiración; las pirámides, que fascinan a todo aquel que se planta ante ellas, y el Gran Museo Egipcio de antigüedades, el más grande del mundo dedicado al Antiguo Egipto, que ha abierto sus puertas recientemente.
Viajamos a Egipto de la mano de EL PAÍS VIAJES para conocer sus templos más aclamados y la alineación solar, un evento que solo sucede dos veces al año y que estará previsto para el próximo 22 de febrero de 2025. Será entonces cuando un grupo de viajeros se adentre en él para vivir el espectáculo en Abu Simbel. Tú también puedes unirte a ellos, pero mientras tanto repasamos algunos de los lugares que podrás visitar en este increíble viaje al pasado.
Los templos de Abydos
Sabemos que Egipto no solo tiene pirámides y templos, pero cómo no vamos a embelesarnos ante la belleza de los templos de Abydos. La ciudad de Abydos (nombre que proviene del griego) fue una de las más importantes del Alto Egipto y el lugar de enterramiento más importante del periodo protodinástico y de las primeras dinastías del Antiguo Egipto. Era, además, el corazón religioso del país porque aquí se encontraba la tumba del dios Osiris. Seti I, el hijo de Ramsés I, mandó construir un templo funerario que acabaría de terminar su hijo, el gran Ramsés II, conocido como el faraón más poderoso y celebrado de Egipto, que gobernó durante 66 años. El templo funerario en Abydos es, por tanto, el centro de culto más importante de Osiris, el dios del más allá y el más importante del panteón egipcio. Tanto la capilla de Osiris como sus decoraciones son joyas arqueológicas, también la lista real de Abydos, como se conoce a la lista de las 76 dinastías reconocidas de Egipto.
Templo de Dendera
Más de 40.000 metros cuadrados ocupa este complejo dedicado a la diosa del amor y la fertilidad, Hathor. El templo, localizado a unos 2,5 kilómetros de Dendera, una ciudad cercana a la ribera oriental del Nilo, capital del Alto Egipto y situada a unos 60 kilómetros de Luxor, es el centro de este complejo, que es, a la vez, uno de los mejor conservados de Egipto. Gracias a que permaneciera sepultado bajo la arena y el lodo, su templo principal sobrevivió al paso del tiempo y se puede disfrutar ahora de esta gran necrópolis. En su interior se hallan dos salas hipóstilas, doce criptas decoradas y dos capillas funerarias dedicadas a Osiris.
Templo de Luxor
El templo de Luxor, situado en la antigua Tebas, fue construido durante el Imperio Nuevo, bajo las dinastías XVIII y XIX egipcias. Estaba unido al templo de Karnak mediante una avenida (dromos) flanqueada por esfinges. Concretamente, lo mandaron construir dos faraones: Amenhotep III (construyó la zona interior) y Ramsés II, que finalizó el templo. Desde 1979 forma parte del conjunto denominado Antigua Tebas con sus necrópolis, y está declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. En su interior alberga el prestigioso museo de Luxor, que muestra cómo este lugar se convirtió en uno de los mayores centros de culto del mundo.
Templo de Karnak
En el Antiguo Egipto, especialmente durante el Imperio Nuevo, el templo de Karnak fue el más influyente de los centros religiosos (y el conjunto de templos más grande de Egipto). El templo principal estaba dedicado al culto del dios Amón, dios de la creación, pero como en otros templos egipcios también se veneraba a otras divinidades. La ciudad fortificada, como se la conoce popularmente, también forma parte del conjunto denominado Antigua Tebas con sus necrópolis, y está declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1979.
Valle de los Reyes
Si hay un lugar conectado con el más allá en Egipto ese es, sin duda, el Valle de los Reyes. En las cercanías de la ciudad de Luxor se encuentra esta necrópolis, o lo que es lo mismo, el lugar donde durante el Imperio Nuevo se enterraba a los faraones, en hipogeos. Aquí se sepultaron los reyes de las dinastías XVIII, XIX y XX, así como algunas reinas, príncipes, nobles e incluso animales. Entre las tumbas más conocidas que se encuentran aquí las de Tutankamón, Seti I y Ramsés II, además del templo Hatshepsut, considerado uno de los monumentos incomparables del Antiguo Egipto.
Templo de Edfu
Quizá no sea uno de los más populares, pero sí merece la pena conocerlo porque es el templo más grande dedicado al dios Horus, el dios de la caza y de la guerra, y el mejor conservado de Egipto. Además, después del de Karnak, es el segundo más grande del país. Fue construido durante el periodo helenístico entre 237 y 57 antes de Cristo, y cuenta con algunas interesantísimas inscripciones que han servido a historiadores y arqueólogos por su valiosísima información sobre mitología y religión.
Templo de Sobek
La ciudad de Kom Ombo es una de las que más destacan a orillas del Nilo, es precisamente aquí donde se encuentra el templo de Sobek, un edificio inusual, completamente simétrico, con dos entradas, dos salas hipóstilas y dos santuarios. Esto se debe a que está dedicado a dos dioses: el lado izquierdo, al dios halcón Haroeris (Horus, el viejo o el grande) y el derecho, a Sobek, divinidad local con cabeza de cocodrilo. El templo se comenzó a construir en el siglo II antes de Cristo y se terminó en la época romana.
Templo de Philae
El templo de Philae está situado en la isla de Philé, a unos 11 kilómetros de Asuán.Está dedicado a la diosa Isis, una de las más populares para el Antiguo Egipto, ya que protegía el reino de los enemigos y gobernaba los cielos y el mundo natural. Este templo es uno de los más bonitos del país y de los más visitados, porque hay que acceder en barco y se encuentra en una isla, lo que le hace aún más curioso de ver. La leyenda cuenta que cuando el rey Osiris fue asesinado por su hermano, quien esparció su cuerpo a lo largo de todo el país, su esposa, la diosa Isis, se refugió en la isla de Filae para reconstruirlo.
Abu Simbel
Abu Simbel, ubicado al sur del país, en la región de Nubia, es uno de los templos más visitados de todo Egipto, con unos 6.000 visitantes al año, según fuentes oficiales de turismo. Fue excavado en la roca durante el reinado del faraón Ramsés II en el siglo XIII antes de Cristo. Este estaba dedicado a los dioses Amón, Horus, Ptah y el propio soberano, para conmemorar la batalla de Qadesh y mostrar todo el esplendor de su reinado a los nubios. Para construirlo tardaron 20 años, se calcula que su construcción estuvo en activo desde 1284 antes de Cristo hasta 1264 antes de Cristo. A su lado, el templo pequeño de Abu Simbel tenía como objetivo honrar a su esposa y a la diosa Hathor.
Hoy en día forma parte del Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán, y fueron declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1979. El templo fue descubierto por el explorador suizo Johann Ludwig en 1813, por aquel entonces estaba prácticamente cubierto de arena. La alineación solar en Abu Simbel se produce cada año el 22 de febrero y el 22 de octubre, cuando los primeros rayos del sol recorren los 60 metros desde el acceso hasta donde se encuentran las cuatro estatuas en el interior del templo de Abu Simbel. Unos 20 minutos que son únicos en el mundo.
Las pirámides y la esfinge de Giza
Las pirámides de Giza, a las afueras de El Cairo, siguen siendo a día de hoy todo un misterio. Su popularidad es tal que es uno de los lugares más visitados del país y del mundo. Se construyeron para que los faraones pudieran llegar al más allá después de su muerte terrenal, pero también estaban pensadas para que el Antiguo Egipto perdurara en la eternidad, y de momento se ha conseguido. Fue el faraón Keops quien empezó a construir la primera pirámide en el año 2550 antes de Cristo, siendo la mayor de todas ellas, con unos 147 metros de alto. La segunda pirámide fue construida por el hijo de Keops, el faraón Kefrén, en el año 2520 antes de Cristo y alcanza los 143 metros de altura, aunque se comenta que su altura era la mayor de las tres en un inicio. Se la conoce porque se encuentra junto a la gran Esfinge, la escultura monumental con cuerpo de león y cabeza de faraón.
La tercera de las pirámides de Giza alcanza los 66 metros y fue construida por Micerino o Menkaura, hijo de Jafre, hacia el año 2490 antes de Cristo.
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