La alineación solar en Abu Simbel: un fenómeno natural que solo podrás ver dos veces al año en Egipto
El templo de Abu Simbel en Egipto se ilumina de forma mágica dos veces al año: el 22 de febrero y el 22 de octubre. Esto es todo lo que debes saber para asistir al evento
Si hay una fecha marcada en el calendario de Egipto, esa es la de la alineación solar. Como sabemos, los egipcios veneraban al Sol, de hecho, tenían a un dios propiamente dedicado a él: Ra, el que daba origen a la mitología egipcia. Por esa razón, muchas de sus construcciones estaban erigidas y orientadas hacia el sol. Eso es lo que ocurre con uno de sus templos más famosos, el de Abu Simbel, ubicado al sur del país, en la región de Nubia. El templo de Abu Simbel, que recibe unos 6.000 visitantes al año, según fuentes oficiales de turismo, fue excavado en la roca durante el reinado del faraón Ramsés II en el siglo XIII antes de Cristo. Este estaba dedicado a los dioses Amón, Horus, Ptah y el propio soberano, para conmemorar la batalla de Qadesh y mostrar todo el esplendor de su reinado a los nubios. Para construirlo tardaron 20 años, se calcula que su construcción estuvo en activo desde 1284 antes de Cristo hasta 1264 antes de Cristo. A su lado, el templo pequeño de Abu Simbel tenía como objetivo honrar a su esposa y a la diosa Hathor.
Hoy en día forma parte del Museo al Aire Libre de Nubia y Asuán, y fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. El templo fue descubierto por el explorador suizo Johann Ludwig en 1813, por aquel entonces estaba prácticamente cubierto de arena. En 1960 la Unesco inició una campaña internacional para salvar los monumentos de Nubia que finalizó en 1980, costando unos 40 millones de dólares. En ese momento fue cuando se inició una carrera para salvar los templos de la construcción de la presa alta de Asuán, si no se llegaba a tiempo, los templos quedarían sepultados bajo el agua para siempre.
Los monumentos se reubicaron en 1968 en una colina artificial. Primero se cortaron en bloques y cada uno de ellos —de unas 20 y 30 toneladas— se transportó e instaló en una nueva ubicación, la que visitan los turistas actualmente, unos 65 metros más arriba de la ubicación original y a 200 metros de distancia del río Nilo, convirtiéndose así en uno de los mayores desafíos arquitectónicos del siglo XX.
Abu Simbel, el gran templo egipcio
Ramsés II tenía un objetivo con este templo: mostrar su esplendor a los nubios y a todo el mundo. Así fue como esta majestuosa construcción pasó a la historia. Este no es el único templo que existe en Nubia, ni tampoco el único excavado en la roca, hay otros templos en Amada, Wadi Sebua, Kalabsh y Philae. Además, varios de los templos fueron trasladados durante la campaña internacional de la Unesco y algunos incluso regalados a países que se destacaron en su ayuda a Egipto para salvarlos de las aguas.
El templo de Abu Simbel se excavó en una ubicación muy precisa, se dispuso para que los rayos del sol penetraran hasta las cámaras de su interior tan solo dos veces al año, durante los equinoccios. Es aquí donde se produce una alineación solar, un curioso fenómeno natural que congrega a miles de curiosos y amantes de Egipto con relación al sol. La alineación solar se produce cada año el 22 de febrero y el 22 de octubre cuando los primeros rayos del sol recorren los 60 metros desde el acceso hasta donde se encuentran las cuatro estatuas en el interior del templo de Abu Simbel. Durante unos 20 minutos (eso fue el periodo de tiempo que duró el año pasado, pero puede llegar hasta los 30) se iluminan mágicamente tres de las cuatro estatuas que hay en su interior. Las tres que quedan iluminadas corresponden a las dedicadas a Re-Harakhty (dios del sol), Ramsés II y Amón-Re (dios supremo). Tan solo una queda en la penumbra, casualmente es la estatua dedicada a Ptah, un dios ctónico de la Tierra.
Este fenómeno es mágico, ya que solo tienes la oportunidad de verlo dos veces cada año. Pero, sin duda, cobra mucho más significado cuando acudes con un guía que pone todo en contexto. En este sentido, EL PAÍS VIAJES junto con el doctor en Historia Antigua por la Universidad Complutense de Madrid y experto en Egipto, José Miguel Parra Ortiz, organizarán un viaje del 15 de febrero al 22 de febrero de 2025 para conocer este fenómeno de cerca y mucho más sobre la cultura milenaria de Egipto. En este viaje a la tierra de los faraones podrás disfrutar de la historia y su legado impreso en alguno de los templos más significativos del país: el templo de Isis en Philae, Luxor y Karnak, Kom Ombo y Edfu, el valle de los Reyes con las tumbas de Tutankamón y Seti I, el templo funerario de Hatshepsut, la tierra sagrada de Osiris en Abydos y Dendera, entre otros. Por supuesto, no faltará en esta aventura una parada en El Cairo para conocer sus mejores museos y monumentos históricos.
Otros lugares de Egipto donde ver la alineación del sol
Abu Simbel no es el único templo donde se puede ver este mágico fenómeno, aunque sí el más famoso. Existen otros monumentos egipcios donde también se producen hierofanías, en Guiza y en el templo de Karnak también se puede disfrutar de la alineación solar.
Guiza fue el lugar donde se construyeron las tres grandes pirámides de Egipto, hace unos 4.600 años, durante la IV dinastía. Estas tres pirámides forman parte de la gran necrópolis de Menfis, que era conocida en el imperio antiguo de Egipto como Her-necher (la Necrópolis) o Imentet (Occidente). Localizadas a unos 18 kilómetros de la capital, El Cairo, las pirámides pertenecen a Keops, Kefrén y Micerinos, aunque también existen otras pirámides menores de otras reinas egipcias. La de Keops es la más grande de todas, con 146,6 metros de altura original (hoy tiene 10 metros menos), con una enorme base cuadrada de 230 metros; la de Kefrén es la segunda más grande, y la única que conserva parte del su antiguo revestimiento de caliza blanca en la parte superior; y, por último, Micerinos, la más pequeña, con 66 metros de altura y una base de 100 metros.
¿Cómo se puede ver la alineación solar en las pirámides de Guiza? Pues bien, durante el solsticio de verano, el sol se pone por detrás de la esfinge entre la pirámide de Keops y la de Kefrén, y así reproducen visualmente el jeroglífico del horizonte.
Asimismo, en el templo de Karnak sucede algo similar. Ubicado en la ribera oriental del río Nilo, al norte de Luxor, este templo fue especialmente importante durante el Imperio Nuevo, siendo uno de los centros religiosos más influyentes. El templo principal estaba dedicado al culto del dios Amón, pero el recinto también contaba con otros donde se veneraba a otras divinidades. Aquí, durante el amanecer del solsticio de invierno el sol se alinea con el eje del templo.
*Tienes toda la información del viaje a Egipto con José Miguel Parra Ortiz en nuestra web de EL PAÍS VIAJES.
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