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Granada para principiantes: consejos, monumentos básicos y muchas pistas para pasear y tapear

La ciudad andaluza puede ser la protagonista de una escapada o para quedarse a vivir toda una vida entre sus cármenes, las huellas de su pasado andalusí y renacentista e innumerables opciones para callejear y disfrutar de la buena comida

Granada
Visitantes en el palacio de Carlos V, que se encuentra en la Alhambra de Granada.Alamy Stock Photo

Para un trotamundos, no conocer Granada es casi un pecado capital. Puede ser una ciudad para una escapada o para quedarse toda una vida, pero siempre hay una primera vez para descubrir la urbe y, a partir de entonces, repetir, insistir y seguir descubriendo rincones en las próximas visitas. Con una prodigiosa orografía y una luz única, Granada está llena de Granadas: la de los turistas y los artistas, la de los estudiantes y los científicos, la de los músicos, la renacentista y la andalusí.

Antes de entrar en el detalle de los monumentos y pistas gastronómicas que siempre son un éxito, aquí van tres consejos para principiantes en la ciudad andaluza que no quieran perderse nada.

Primer consejo: si se quiere visitar La Alhambra —lugar estrella e imprescindible de Granada— hay que comprar las entradas anticipadas en la página web o se corre el riesgo de perderse la experiencia.

Segundo consejo: olvídate de tu coche al llegar a Granada. No solo está prohibido circular en gran parte del centro (excepto residentes), es que se puede ir andando a todas partes porque las distancias son cortas y los paseos agradables. Y, si alguna cuesta se hace dura, siempre hay un taxi disponible.

Y tercero: siempre se ha dicho que en Granada no hace falta, en los bares, pedir raciones para cenar porque, por menos de 3,5 euros, sirven bebida y tapa. Sigue siendo así: con cada consumición se sirve una tapa. Sin embargo, cada vez hay más polémica en torno al futuro de esta tradición porque las tapas son, cada vez, más escuetas. Aun así, en zonas de estudiantes y en barrios menos turísticos (como el Zaidín) los tamaños y la variedad de las tapas siguen siendo increíbles.

Más información en la guía Granada de cerca y en la web lonelyplanet.es.

Los cinco monumentos básicos

La Alhambra, el Generalife, el Palacio de Carlos V, la catedral y la Capilla Real son los básicos imprescindibles, las asignaturas obligatorias de un primer viaje a Granada. Una vez visitadas estas joyas, queda callejear por el maravilloso barrio del Albaicín, asomarse a sus miradores y ver el resto de la ciudad con algunas claves para poder sacar el máximo jugo a la visita.

El Generalife, construido entre los siglos XII y XIV, era el palacio utilizado por los reyes musulmanes como lugar de descanso.
El Generalife, construido entre los siglos XII y XIV, era el palacio utilizado por los reyes musulmanes como lugar de descanso.Alamy Stock Photo
El sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real, en Granada.
El sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real, en Granada.Alamy Stock Photo

La Granada nazarí

Además de la Alhambra y el Generalife, la Granada nazarí guarda las huellas de una época en la que fue una de las ciudades más prósperas de Europa (siglos XIII al XV). La principal es el Albaicín, el barrio más antiguo de la ciudad, que ha conservado una nostalgia árabe entre un laberinto de callejuelas y cuestas para perderse, entre tapias de cármenes. Pero hay más, como el Corral del Carbón, antigua alhóndiga —tenía como función ser almacén y punto de venta del trigo, además de alojamiento para los mercaderes—, uno de los pocos edificios nazaríes que se conservan en la cristiana ciudad baja. O la antigua madraza, primera universidad de Occidente donde se impartía enseñanzas de Derecho, Medicina o Matemáticas, hoy convertida en un palacio barroco con huellas nazaríes. O el Cuarto Real de Santo Domingo, antigua qubba localizada en el Realejo, que sirvió de inspiración para el Salón de Embajadores de la Alhambra

Hay huellas nazaríes también en el Baño del Nogal o Bañuelo, el único baño completo que permanece de los cientos que hubo en la ciudad musulmana, en el Palacio Dar al-Horra, Casa de la Sultana, de la Reina o de la Señora. Y en el urbanismo de la ciudad: la plaza de Bib-Rambla fue el centro comercial de la antigua medina y la Alcaicería fue el antiguo mercado de la seda, que en el período nazarí alcanzó un gran nivel económico y que hoy ocupan tiendas de souvenirs junto a la catedral.

La Granada renacentista

Si bien la Capilla Real y la catedral son las dos claves de la ciudad cristiana que Carlos V levantó en la colina de la Alhambra y en la ciudad baja, gran parte de Granada transita del gótico al renacimiento. Se ampliaron las calles, se crearon plazas para adaptar la urbe al modelo castellano, sobre las ruinas de antiguas mezquitas se levantaron iglesias y la aristocracia militar tomó los cármenes y palacios de la antigua nobleza musulmana. De estas y más formas se transformaron viviendas nazaríes en casas señoriales al estilo castellano. Además, también se construyeron edificios civiles como la Real Chancillería.

El exterior de la Real Chancillería, antigua Audiencia levantada en tiempos del nieto de los Reyes Católicos, y hoy el Tribunal Superior de Justicia andaluz.
El exterior de la Real Chancillería, antigua Audiencia levantada en tiempos del nieto de los Reyes Católicos, y hoy el Tribunal Superior de Justicia andaluz. Alamy Stock Photo

Para conocer la Granada renacentista lo mejor es seguir la llamada ruta de los Reyes Católicos y Carlos V, que lleva a la Lonja de Mercaderes, construida como casa de contratación en época del Carlos V, o al antiguo Hospital Real de los Reyes Católicos que hoy es sede de la Universidad de Granada. El recorrido también pasa por la Real Chancillería, antigua Audiencia levantada en tiempos del nieto de los Reyes Católicos, y transformada en la actualidad en un magnífico edificio que alberga el Tribunal Superior de Justicia andaluz. Hay mucho más por descubrir: el monasterio de San Jerónimo, el convento de Santa Isabel la Real, La Cartuja, la Casa de Zafra o la Casa de los Tiros, una imponente casa señorial en el Realejo propiedad de los Granada Venegas.

Cármenes para todos

El paraíso perdido de los árabes está escondido en los cármenes granadinos, en la colina del barrio del Albaicín. En el interior de las altas tapias se esconden impresionantes jardines aterrazados de origen islámico, en los que perviven postigos, arquitecturas de diferentes volúmenes con yeserías y alicatados, pozos con brocales, albercas o surtidores en el suelo de azulejería. A partir de la conquista cristiana, el Albaicín fue despoblándose por la emigración sucesiva de musulmanes y transformándose debido a que los nuevos compradores se hacían con varias de las pequeñas casas para unirlas y construir un único carmen.

El carmen de los Mártires, un edificio abierto al público.
El carmen de los Mártires, un edificio abierto al público.Alamy Stock Photo

Hay cármenes privados y otros que se pueden visitar. Entre ellos, el de Max Moreau —conocido como Carmen de los Geranios—, que fue el refugio de este pintor, músico, escritor y escenógrafo belga durante tres décadas. Otro es el del Aljibe del Rey, un precioso carmen en el Albaicín alto que acoge el mayor de los aljibes de Granada y el Centro de Interpretación del Agua. El carmen de la Victoria, el único público de la ciudad, pertenece a la universidad y es una residencia que no ha perdido su carácter de vivienda-jardín. Y el carmen de Aben Humeya, formado por dos casas moriscas del siglo XV, acoge la fundación Carlos Ballesta que promueve la difusión de la historia del reino de Granada en los siglos XVI y XVII.

Hay muchos más que pueden descubrirse con calma. El carmen del Ave María, que fue vivienda del maestro Manuel de Falla entre 1922 y 1939, se mantiene suspendido en el tiempo con vistas “al panorama más hermoso del mundo”. Además, en algunos se puede comer. De estos, destaca el Mirador de Morayma, que mira a la Alhambra, lleno de estancias secretas, miradores y un torreón. El Huerto de Juan Ranas es otro clásico granadino que desde un carmen ofrece vistas a la colina roja. Y justo debajo del mirador de San Nicolás está el carmen Las Tomasas, con varios ambientes escalonados y unas vistas increíbles. Y, además, el famoso Carmen El Agua también tiene vistas de postal.

Guía básica para callejear y tapear por la ciudad

Después de visitar los cinco monumentos básicos, la Granada nazarí y la cristiana; y tras descubrir el paraíso de los cármenes granadinos, aún queda mucho por descubrir. Aquí ofrecemos una guía básica para callejear por los barrios de la ciudad, descubrir sus rincones más secretos y degustar la gastronomía.

Varios turistas toman fotos desde el mirador de San Nicolás, desde donde hay una de las mejores vistas de la Alhambra de Granada.
Varios turistas toman fotos desde el mirador de San Nicolás, desde donde hay una de las mejores vistas de la Alhambra de Granada.Leisa Tyler (LightRocket via Getty Images)

Descubrir el Albaicín

Vista del Albaicín desde el Mexuar de la Alhambra.
Vista del Albaicín desde el Mexuar de la Alhambra.Alamy Stock Photo
La Cuesta de los Chinos, el acceso medieval que comunica la Alhambra con el Albaicín.
La Cuesta de los Chinos, el acceso medieval que comunica la Alhambra con el Albaicín.Alamy Stock Photo

Tapas, helados, cafés y copas… ¿será por bares?

Callejear por las tiendas de la Alcaicería, pasear por la neurálgica plaza de Bib-Rambla y sus puestos de flores, tomarse en el camino gambas de Motril en Cunini o Oliver, y asomarse a la plaza de la Romanilla, son algunas de las cosas que pueden hacerse en los alrededores de la catedral.

Descubrimientos y rincones secretos

El jardín de la Fundación Rodríguez-Acosta, un museo de pintura moderna en un carmen del Realejo granadino.
El jardín de la Fundación Rodríguez-Acosta, un museo de pintura moderna en un carmen del Realejo granadino.Alamy Stock Photo

Dos pistas más fuera de circuito

  1. Una idea diferente es sentarse en el banco de la última planta del Centro José Guerrero, un museo de arte contemporáneo donde se contemplan, a través de un muro abierto, las cubiertas de la Capilla Real y de la catedral.
  2. Otra opción, en un barrio de bloques altos (La Chana), es ir al mejor bar-restaurante de Granada para comer pescados y mariscos. Se llama Bar FM y está en el número 54 de la avenida Juan Pablo II. El local no tiene ninguna pretensión estética, pero es un lugar de peregrinación para foodies en busca de su ensaladilla, las quisquillas de Motril y su famoso carabinero.

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