_
_
_
_

Día de muertos: ocho países, ocho tradiciones únicas

Desde la mundialmente conocida festividad mexicana, pasando por los pasacalles de Irlanda, hasta miles personas empujando enormes cometas en Guatemala, la jornada de muertos está más viva que nunca entre todos aquellos que quieren honrar a sus seres queridos fallecidos

Day of the Dead
Una mujer indígena coloca una vela en la tumba de un familiar en la isla Janitzio, en el Estado de Michoacán (México).Richard Ellis (Alamy / CORDON PRESS)

Durante los días 1 y 2 de noviembre en gran parte del planeta los esqueletos abandonan las sepulturas y salen a las calles, toman los bares, se sientan en las mesas para comer con sus familiares vivos, se celebran desfiles de máscaras, se lanzan al vuelo enormes cometas o se bañan las cruces con ron. El Día de Difuntos es también una vistosa expresión cultural a lo largo del mundo de los vivos.

1. México: el país en el que todo el mundo piensa en el Día de los Difuntos

México ocupa, por supuesto, el primer lugar en el imaginario colectivo en los días que se conmemora o se recuerda a los que ya no están. El cementerio de la isla de Janitzio, en el precioso pueblo de Pátzcuaro del Estado de Michoacán, atrae estos dos días a un buen número de visitantes y lugareños por la vistosidad y el misticismo de sus celebraciones. Las tumbas se adornan con velas, flores de cempasúchil, la planta Tagete —la flor es parecida a la margarita—, y platos con la comida favorita del familiar difunto. Además, en muchas localidades del país se celebran coloridos desfiles, se come el pan de muertos con formas de distintos personajes y en puntos como Aguascalientes las calaveras toman las calles en su festival y se consumen como dulces.

Cementerio de la isla de Janitzio, en el precioso pueblo de Pátzcuaro del Estado de Michoacán.
Cementerio de la isla de Janitzio, en el precioso pueblo de Pátzcuaro del Estado de Michoacán.Marica van der Meer (Arterra / Universal Images Group / Getty Images)

2. Irlanda: la celebración sale a la calle

La creencia general es que la celebración del Samhain —fiesta gaélica que se celebra el 1 de noviembre y que marca el final de la temporada de cosechas—, en Irlanda y de tradición celta, es muy probablemente el origen del Halloween de Estados Unidos y hoy una fiesta ya planetaria. Estos días, en la isla europea las máscaras ocultan el rostro de quienes celebran la fiesta alrededor de las hogueras. La gastronomía local no podía faltar tampoco en Irlanda y el gran protagonista es el dulce Barmbrack —pan con levadura que lleva pasas y sultanas—.

Desfile por el Día de Difuntos en Cork, Irlanda.
Desfile por el Día de Difuntos en Cork, Irlanda. David Creedon (Alamy / CORDON PRESS)

3. Estados Unidos: calles plagadas de niños pidiendo caramelos y sus decoraciones pintorescas

Halloween, la fiesta del ¡truco o trato!, ha dejado de ser una celebración puramente estadounidense para exportarse prácticamente a todo el globo. En Estados Unidos se celebra en la noche del 31 de octubre, ya que la tradición irlandesa en el origen de esta fiesta afirmaba que esa noche los muertos caminan junto a los vivos. Las imágenes de los niños disfrazados de bruja y otros seres del inframundo llamando a las puertas de sus vecinos y las calabazas iluminadas ya pueden verse casi en todo el resto de países.

Una casa decorada para Halloween en Nueva York, Estados Unidos.
Una casa decorada para Halloween en Nueva York, Estados Unidos. Fatih Aktas (Anadolu / Getty Images)

4. Haití: los rituales vudú

En Haití, donde los ritos del vudú llegados con los esclavos africanos florecieron antes que en ningún otro lugar del continente americano, los días 1 y 2 de noviembre —si la grave situación de violencia y hundimiento del Estado lo permite en esta edición— los celebrantes, envueltos en ropajes rojos y negros y tocados con pañuelos morados, bailan en las calles al ritmo de los tambores durante el Guédé o Festival de los Muertos. Las procesiones van camino de los cementerios —la más tumultuosa es la que se dirige al de la capital, Puerto Príncipe—, donde las sacerdotisas Mambo bañan cruces de madera en ron para prenderles fuego, mientras los vivos depositan flores, comida o café en las sepulturas de sus familiares.

En Haití, las procesiones van camino de los cementerios, siendo la más tumultuosa es la se dirige al de la capital, Puerto Príncipe.
En Haití, las procesiones van camino de los cementerios, siendo la más tumultuosa es la se dirige al de la capital, Puerto Príncipe. Richard PIERRIN (AFP / Getty Images)

5. Filipinas: bebidas y flores en los cementerios

Filipinas, de gran tradición católica, celebra el Día de Difuntos o Undas —una palabra tagala que procede del español honrar— con auténticos banquetes regados con gran cantidad de bebida en los cementerios, en los que no faltan grandes timbas de naipes y, la afición nacional del archipiélago: divertidos karaokes entre las hogueras. En estos dos días festivos se produce una peregrinación de millones de filipinos desde las localidades donde trabajan hacia los cementerios de sus ciudades de origen.

En estos dos días festivos se produce una peregrinación de millones de filipinos desde las localidades donde trabajan a sus casas para visitar a sus muertos.
En estos dos días festivos se produce una peregrinación de millones de filipinos desde las localidades donde trabajan a sus casas para visitar a sus muertos. Josefiel Rivera (SOPA Images / LightRocket / Getty Images)

6. Ecuador: cementerios y ‘colada morada’

En Ecuador, por ejemplo en la hermosa y colonial Cuenca o en la capital, Quito, los familiares llevan a las tumbas los platos preferidos de los muertos y también la colada morada, una bebida a base de un extracto de maíz negro con frutos rojos. Además, todos hacen acopio de un tipo especial de pan: las guaguas, los bebés en la lengua quechua, que se comen junto a las lápidas.

En Ecuador, los familiares llevan a las tumbas los platos preferidos de los muertos.
En Ecuador, los familiares llevan a las tumbas los platos preferidos de los muertos.robertharding (Alamy / CORDON PRESS)

7. Guatemala: miles de personas empujan grandes cometas al cielo

En Guatemala el ritual más extravagante se da en el Festival de los barriletes gigantes. Esta tradición originaria de la localidad de Santiago Sacatepéquez —donde hoy se celebra como un gran espectáculo—, consiste en lanzar al aire por la colina próxima a los cementerios esas enormes cometas de colores y diseños diferentes, después de visitar y orar ante las tumbas de los finados. Son los niños los encargados de sostener los barriletes hasta que se sueltan al viento.

Los niños son los encargados de sostener las grandes cometas que se usan el Día de los Difuntos en Guatemala.
Los niños son los encargados de sostener las grandes cometas que se usan el Día de los Difuntos en Guatemala. Luis Vargas (Anadolu Agency / Getty Images)

8. Rumanía: las sepulturas se adornan con flores

Rumanía no celebra en todas las localidades su Día de los Difuntos en estos primeros días de noviembre, pero sí lo hace en la región que más asociamos a los muertos vivientes: la montañosa Transilvania, cuna por excelencia de las leyendas de los vampiros. En los bonitos cementerios de localidades como Sighişoara y Bistriţa las sepulturas se adornan con flores. Pero algo que diferencia el rito del resto de celebraciones en otros países es que se suelen encender velas también por los muertos desconocidos. Además, las gentes se reúnen ante las tumbas de los familiares para escuchar sus historias, un modo de evitar que caigan en el olvido, y también se reparten dulces y comida a todo aquel que haya acudido al cementerio.

Cementerio de la localidad Sighişoara, en Rumanía.
Cementerio de la localidad Sighişoara, en Rumanía. Cristi Croitoru (Alamy / CORDON PRESS)

Suscríbete aquí a la newsletter de El Viajero y encuentra inspiración para tus próximos viajes en nuestras cuentas de Facebook, X e Instagram.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_