Chapuzones en Badajoz
La diseñadora de moda Mamen Flores nos lleva entre pantanos, chiringuitos y noches estrelladas por la comarca de la Siberia extremeña
Extremadura es la tierra y también la inspiración de Mamen Flores: su marca de moda sostenible Carmela Caramela se elabora con tejidos locales como la lana de ovejas merinas, y en sus prendas no faltan motivos relacionados con la naturaleza y los animales extremeños. Por eso, al pedirle a la diseñadora que nos cuente un viaje, se decanta por la comarca de la Siberia extremeña, en la provincia de Badajoz.
¿Sabe quién le puso ese nombre tan ruso?
Dicen que fue el duque de Osuna en el siglo XIX. Le recordó al paisaje de esa zona de Rusia. Pero la Siberia extremeña no solo tiene zonas planas y secas, otras son más verdes y hay también peñas y, sobre todo, embalses.
¿La gente se baña en ellos?
Sí, acudir a las playas de agua dulce es un típico plan veraniego. Hay un montón: la de Peloche, la de García de Sola, la de Calicantos... Son muy distintas entre sí: la de García de Sola, por ejemplo, es rocosa, y por eso se ven buitres sobrevolándola.
¿También tienen chiringuitos?
Claro. Y sombrillas y merenderos para hacer pícnic en algunas de ellas. Todo está muy bien organizado. A mí me gusta ir a comer ajoblanco y carne al restaurante de Juan Emilio, en la playa García de Sola. Y para ver puestas de sol bonitas suelo ir a La Barca del Tío Vito, el chiringuito de la playa de Peloche.
¿Qué más se puede ver por allí?
Si el verano es muy seco surgen en la orilla del Guadiana los restos de los viejos molinos de harina: son unas piedras enormes, nada que ver con los molinos de Don Quijote. Se construían junto al río para aprovechar la fuerza de la corriente del agua.
¿Y algún plan nocturno?
No hay que perderse el cielo estrellado, que en esa zona declarada reserva de la biosfera es una maravilla. Un lugar típico para verlo es el chiringuito La Movida, en Esparragosa de Lares. Allí se hacen quedadas para ver estrellas fugaces en la noche de San Lorenzo. Y el dueño ha creado una especie de oasis con palmeras que resulta muy hippy.
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