Petanca en Guillaumes
El creativo y escritor Ignasi Giró recuerda sus días de desconexión y trabajo, y la rica 'pissaladière', en este pintoresco pueblo del interior de Francia
Entre otras actividades, Ignasi Giró ha dado conciertos como cantautor, ha dirigido varios documentales, un corto de animación y ahora acaba de publicar el ensayo Teoría optimista del fracaso (Kōan Libros). Aquí nos lleva hasta Guillaumes, el pueblito del interior de Francia en el que acabó de escribirlo.
¿Por qué eligió Guillaumes?
He ido ya un par de veranos con mi chica, que es francesa y su familia es de allí. Es como de postal: está entre los Alpes y la Costa Azul, colgado de las montañas. Es un lugar muy tranquilo.
¿Alguna peculiaridad?
En Francia es un clásico jugar a la petanca al aire libre, y en Guillaumes, como el pueblo está en cuesta, usan una especie de cubos de madera que ruedan, los llaman les boules carrées. El 15 de agosto hacen un concurso y participa mucha gente.
¿Cómo es el ambiente ese día?
Muy animado. Al ser verano, se juntan todas las generaciones del pueblo. Hay bandas de música que tocan serenatas por las casas y los vecinos les dan comida, vino y licor de grosella, que se bebe mucho allí.
Pero usted necesita calma para escribir…
Y de hecho la obtengo. Me levanto, desayuno mi cruasán, saludo a los vecinos y me pongo a leer y a escribir en una terraza. A veces, después de comer, bajo a la calle a tocar la guitarra en un banquito.
Todo muy pintoresco.
Así es, incluso la comida es curiosa, porque mezcla costumbres italianas y francesas. Por ejemplo, elaboran la llamada pissaladière, una tarta salada parecida a la coca de recapte que se come en Tarragona.
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