15 escapadas para vivir nuevas experiencias
Desde noches de astronomía en Badajoz hasta tres días de pastoreo por las Tierras Altas de Soria, planes para viajeros con ganas de probarlo todo
El turismo de experiencias, aquel que convierte al viajero en partícipe activo en su destino y le invita a ponerse manos a la obra, está en auge desde hace varios años. La oferta de propuestas es cada vez más grande y son muchos los ámbitos donde surgen. En Barcelona, además de visitar el parque Güell y admirar el colorido dragón y los bancos multicolores de Antoni Gaudí, uno puede apuntarse a un taller para aprender la técnica del trencadís con la que se crearon. Además de brindar con una cerveza artesanal, en un pueblo de Toledo podemos elaborarla. Pastorear ovejas durante unos días o recoger y tostar café en una finca canaria son otras opciones a nuestro alcance.
Según Manuel Figuerola, director del doctorado de Turismo de la Universidad Antonio de Nebrija, este auge se debe a dos factores: por un lado está el turista, que tiene el “deseo de vivir, de sentir, de gozar las cosas de una forma inmediata”, y por el otro, los destinos, que buscan nuevas fórmulas complementarias a sus proyectos más tradicionales. Seleccionamos 15 planes entre una oferta cada vez más nutrida que pueden dar forma a un fin de semana muy original.
En el hotel rural El Privilegio de Tena, en la provincia de Huesca, se puede aprender a elaborar pacharán
1 Aprendices de astrónomos
Fregenal de la Sierra (Badajoz)
Un plan perfecto para amantes del cielo nocturno. Entre Encinas y Estrellas (e-EyE) es un complejo astronómico-turístico que ofrece a sus huéspedes observar el limpio cielo de Fregenal de la Sierra, en la provincia de Badajoz. La actividad comienza aprendiendo a localizar, a simple vista, la Estrella Polar y dos o tres constelaciones importantes. A continuación, los observadores de cielo noveles pasan al telescopio de 12 pulgadas y descubren el anillo de Saturno, Júpiter con sus cuatro lunas o los cráteres de la Luna. “En cuanto el ojo se acostumbra y comienzas a apreciar los detalles, el resto del mundo desaparece, estás solo, es un ejercicio de atención plena, una desconexión terapéutica”, cuenta Luis, un psicólogo extremeño que acaba de vivir la experiencia. “Dependiendo de la curiosidad de los participantes, les animamos a hacer fotos astronómicas y llevárselas a casa en formato digital”, cuenta Cristina Fabo, copropietaria del hotel rural. Se puede dormir en una casa rural del complejo a partir de 120 euros la noche.
2 Un ‘souvenir’ muy especial
Barcelona
Aprovechando un trimestre sabático, Benay Stein, profesora de español en la Universidad de Northwestern de Chicago, decidió viajar a Barcelona, ciudad que conocía bien de visitas anteriores. Así que buscó un plan diferente. Y como le apasiona el modernismo, se apuntó a un taller de trencadís (una técnica de mosaico ideada por Antoni Gaudí y Josep Maria Jujol) para fabricarse su propio souvenir. “Hice un marco de fotos y no descarto volver para hacer alguna cosa más”, explica. La amiga que la acompañaba, española, se decidió por un gato. Es una actividad de dos horas del taller Mosaiccos que responde a la inquietud de su propietaria, la alemana Angelika Heinbach: “En mis viajes he echado de menos actividades que me hicieran partícipe del lugar que visitaba. Porque, al final, te acuerdas más de lo que haces y vives que de lo que te limitas a ver”. El taller sale por 40 euros por persona.
3 Mariscadores por un día
Cambados (Pontevedra)
Cuando una pareja amiga de Julia y su marido, vigueses residentes en Chester (norte de Inglaterra), quisieron conocer Galicia el año pasado, Julia tuvo claro que les daría “una sorpresa especial”. Así que organizó una ruta de una semana por las Rías Baixas con broche final en la playa de Cambados, equipados con botas y rastrillo (no llovió como para enfundarse el chubasquero), aprendiendo a pie de arena de las mariscadoras. Por ejemplo, a diferenciar los distintos tipos de almejas o a recolectar berberecho y miñoca (gusano de mar que se utiliza como cebo para pescar). El taller, organizado por Bluscus en la playa de O Sarrido, uno de los espacios marisqueros más grandes de Galicia, se completa con un paseo explicativo por el barrio marinero de San Tomé y sus recursos patrimoniales a cargo de una mariscadora jubilada. La empresa también organiza este tipo de talleres (a partir de 10 euros por persona) en Carril e Illa de Arousa, siempre con mariscadoras locales.
4 Secretos cafeteros
Agaete (Gran Canaria)
La finca La Laja-Bodega Los Berrazales se sitúa en Agaete, municipio al noroeste de Gran Canaria, una producción pequeña de café (apenas supera los 1.500 kilos) a la sombra de naranjos, mangos, guayabos y aguacates. Hasta ella llegan viajeros que quieren participar en todo el proceso de elaboración: desde la planta y recolección hasta el descascarillado y tostado. También se cata el producto final con diferentes formas de preparación. “Poca gente ha visto en su vida la planta del café”, destaca el responsable, Víctor Lugo Jorge, que guía la actividad y muestra el trabajo que hay detrás de una simple taza de café. La experiencia cuesta 30 euros por persona, incluyendo una comida canaria (para grupos de un mínimo de seis personas).
5 Sidroturismo en Tornón
Villaviciosa (Asturias)
La finca La Rionda, en Tornón (Villaviciosa), ofrece visitas guiadas y cata de sidra como la mayoría de bodegas situadas en la Comarca de la Sidra asturiana. Pero además anima a los viajeros a hacer sus propias elaboraciones, participando en un proceso que se divide en dos épocas del año: recolectar las manzanas del árbol, seleccionarlas, lavarlas, picarlas, prensarlas y meterlas en toneles (entre octubre y finales de diciembre), y, como segunda parte, hacer el embotellado y corchado, unos cuatro meses después, a partir de marzo. “La recolección y el trabajo en el campo se vive muy festivamente, con el grupo compartiendo la espicha [fiesta con sidra y platos típicos] y bebiendo el zumo de la manzana que sale directamente de la prensa”, cuenta Antonio Torres, propietario de la finca y guía en este tipo de experiencias. La actividad de elaborar sidra cuesta 35 euros por persona.
6 Tres días trashumantes
Tierras Altas de Soria
Somos Trashumantes es el proyecto de la Mancomunidad Tierras Altas de Soria y los Ayuntamientos de Las Aldehuelas y Oncala para invitar a los viajeros a recrear la vida pastoril durante tres días de julio, recorriendo tierras sorianas junto a un rebaño de 1.200 ovejas que vuelven a casa tras pasar el invierno más al sur. Juan Barreno, gaditano de Algeciras, quiso vivir la experiencia el año pasado, recién prejubilado. “Sabía que iba a disfrutar, pero no me esperaba lo que me encontré; por ejemplo, los paisajes. El paso de las ovejas por campos de tomillo es impresionante”, cuenta. Con él y el ganadero Eduardo del Río había otros seis turistas-pastores. “Había un escritor danés de 71 años estudioso del legado de Antonio Machado y un profesor de la Universidad de Santiago de Compostela experto en el Santo Grial”. Vivió momentos como la entrada al centro histórico de Soria entre los aplausos de la multitud. No pudieron dormir al raso, que es uno de los atractivos de la propuesta, pero quizá lo consiga este año, en el que piensa repetir. La excursión de tres días, durmiendo dos noches al aire libre, sale por 115 euros por persona.
7 Taller de cocina ‘halal’
Córdoba
Los participantes de este taller, que se organiza bajo demanda en Córdoba, comienzan la jornada comprando la carne en una tienda halal (con alimentos permitidos según la religión musulmana) y después enfilan el mercado para abastecerse de verduras. Bien pertrechados, se instalan en un patio cordobés y, guiados por la dueña de la casa, se introducen en la rica gastronomía de la ciudad. Croquetas, guisos de verduras, el famoso salmorejo, tortilla de patatas, garbanzos con espinacas o, si lo prefieren, un pescado (bacalao, por ejemplo). También aprenden a cocinar flamenquines con filete de pollo, cecina de ternera o carne de pavo en lugar de cerdo. La propuesta la diseñó la empresa local CulturARTours.
8 Un baño de bosque
Salvador Grau i Tort (Girona)
¿Qué es un baño de bosque? Quienes participan en esta actividad en Salvador Grau i Tort, en el parque natural de La Garrotxa (Girona), caminan despacio mientras el guía les propone cerrar los ojos, escuchar, oler... “Lentitud y silencio son las dos claves”, explica Silvia Gili, de la asociación Selvans, que dirige estas inmersiones con una mezcla de técnicas de yoga, meditación y mindfulness (conciencia plena). “El guía lanza propuestas para sentir el cuerpo y vivir el presente, despertando todos los sentidos”, explica. Los grupos son de un máximo de 14 personas y los paseos (desde 20 euros por persona) duran dos o tres horas en las que apenas se recorre un kilómetro y medio. La experiencia cambia según el escenario (Selvans ofrece inmersiones en siete bosques de la Costa Brava y el Pirineo de Girona), la época del año y el momento del día. “Al Salvador Grau vamos por la tarde, cuando baja el sol”, dice Silvia Gili, e insiste en que quienes prueban la experiencia se asombran de cómo un paseo consciente aporta tal sensación de desconexión y le deja a uno “con las pilas cargadas”.
9 Verano de lavanda
Brihuega (Guadalajara)
Brihuega se vuelca con la floración y recolección de la lavanda durante julio y parte de agosto (según la climatología). La destilería Intercova Aromáticas organiza el Festival de la Lavanda, con conciertos de música al atardecer en mitad de campos morados. El Ayuntamiento de Brihuega ofrece una serie de actividades gratuitas: visitas guiadas por las fincas, vuelos en globo o en ala delta, un rali fotográfico, varios conciertos y talleres que el año pasado enseñaron a incorporar las flores aromáticas a la coctelería y a la cocina. Una oferta de actividades en torno a un paisaje precioso.
10 Jugar a los bolos
Zerain (Gipuzkoa)
Los viajeros acuden a Zerain, un pequeño municipio de Gipuzkoa que lleva muchos años apostando por el turismo rural, por su paisaje natural y cultural, su museo etnográfico, su tienda de productos artesanales, su antigua prisión medieval, sus pastores, sus sidrerías y su serrería hidráulica del XIX, que se pone en marcha en festivos y fines de semana. “Y en medio del pueblo, la bolera, la única que queda de las 14 que había”, apunta Aitziber Makazaga, quien, además de responsable de la oficina de turismo local, es una de las mejores bolaris de la comarca. Nadie mejor que ella para guiar al visitante por la historia de su pueblo utilizando como hilo conductor un juego tradicional más difícil de lo que parece. “Es más maña que fuerza”, advierte. El grupo de participantes practica un rato con las nueve birlas (bolos) y el chaparro (la birla pequeña) y después compite en un campeonato. La actividad cuesta 7,50 euros por persona, con cata final de sidra y queso incluida (reservas en la oficina de turismo: +34 943 80 15 05).
11 Maestros del pacharán
Tramacastilla de Tena (Huesca)
Hace unos años, Ignacio, informático oscense de 28 años, pasó con su pareja un fin de semana en el hotel rural El Privilegio de Tena, en Tramacastilla de Tena (Huesca), entre mediados de octubre y mediados de noviembre, el momento justo: la propietaria, Anabel, les ofreció un taller en el que aprenderían a elaborar su propio pacharán. Toño, de la empresa local Partcharan, los fue guiando por todo el proceso. Recogieron los arañones (endrinas) silvestres, los limpiaron, los seleccionaron, los mezclaron con el anís y lo personalizaron con aderezos como cáscaras de naranja y menta. Se llevaron su elaboración a casa, a que reposara, y se bebieron el resultado ocho meses después. “Nos gustó tanto la experiencia que este otoño salimos por nuestra cuenta al campo a recoger endrinas y hemos hecho nuestro pacharán”, cuenta Ignacio. La propuesta ha sido finalista en los Premios a la Mejor Experiencia Turística de Aragón. Se puede asistir al taller de elaboración por 30 euros por persona o, si se quiere, optar por un paquete que incluye alojamiento, desayuno, una cena y actividad para dos personas y que cuesta 290 euros.
12 Con las manos en el barro
Sierra (Cantabria)
Alberto y Luisa reciben en su taller en Sierra, localidad del municipio cántabro de Ruiloba, a unos cinco kilómetros de Comillas, a turistas que quieren experimentar con el barro. Alberto destaca lo gratificante que les resulta crear una escultura, un jarrón en el torno a los más diestros o un simple cuenco hecho con las manos. Y lo curiosos que se muestran por piezas tradicionales de la zona, como una mantequillera o una tarreña (jarra de pastor para ordeñar). “La arcilla es un material muy plástico, abundante y barato para dar rienda suelta a la imaginación”, destaca. Los ceramistas ofrecen su actividad (con precios desde 3 euros por persona) a través de la empresa Cantabria Experiencial, que insta al turista a ser “un habitante más” del territorio que visita.
13 Cerveza artesanal
Gerindote (Toledo)
Rual y Roberto Prieto, maestros cerveceros de la marca artesana Monkey Beer, con fábrica en Toledo, dirigen talleres para elaborar una bebida cada vez más demandada. “Acude gente sobre todo de ciudades, ni muy jóvenes ni muy mayores, que buscan tener su huerto, hacer su pan, fabricar su propia cerveza”, explican. Los neófitos se sorprenden, por ejemplo, de que el producto sea dulce en sus primeros pasos, mientras que quienes ya han hecho cerveza en casa plantean cuestiones más técnicas. Todos aprenden cuándo añadir maltas, lúpulos, levaduras; experimentan con los olores y los sabores. “Tiene mucho de cocina”, dice Rual, que, junto con su hermano, realiza esta actividad, de unas seis o siete horas de duración, bajo demanda. Cada grupo de participantes elabora 20 litros de cerveza y están invitados a volver, 15 días después, para embotellarla ya fermentada. El precio es de 120 euros por persona.
14 La fiesta, desde dentro
Alicante
Una familia noruega se viste con los trajes típicos de saragüell y el de mudar (cuyo origen se remonta al siglo XVIII), desfila junto al resto de miembros de la comisión de la hoguera por el centro de Alicante y vibra con la mascletà y los fuegos artificiales desde la primera fila. O, lo que es lo mismo, vive la gran fiesta de la ciudad desde dentro. “Me ha sorprendido la inmersión, no esperaba algo tan auténtico. Fue fantástico”, cuenta Line en una entrevista realizada por Spain Inside, la empresa que les ha procurado la experiencia y que se dedica precisamente a diseñar escapadas a medida para que los viajeros vivan como uno más distintas celebraciones en toda España. Como el desfile de la ofrenda de flores en las Fallas de Valencia (por 440 euros), Moros y Cristianos en la provincia de Alicante, la Semana Santa en Andalucía…
15 Vivir el cine
Iznájar (Córdoba)
Quienes acuden la última semana de agosto a la Muestra Internacional de Cine Lagos de Iznájar, en la Subbética cordobesa, además de ver las proyecciones, pueden participar en una masterclass gratuita de interpretación dirigida por la actriz Lluvia Rojo, en otra de guion llevada por Juan Vicente Córdoba (ganador del Goya al mejor corto documental en 2017 por Cabezas habladoras), en una sobre cómic con Borja Crespo, y también de producción y manejo de cámara. El cordobés de 28 años Carlos Urban no se ha perdido ninguna de sus tres ediciones. “Viene gente de todo tipo”, recuerda este aspirante a actor. “Al ser un pueblo pequeño, es un ambiente familiar, los invitados van contigo a las proyecciones”. En la cuarta edición, los organizadores propondrán a los alumnos de las clases realizar un clipmetraje (un corto de un minuto) para presentarlo al festival de Manos Unidas. También están pensando en lanzar un paquete turístico (hasta ahora los visitantes se buscan el alojamiento por su cuenta) en colaboración con los hoteles rurales de la zona. Las actividades son gratuitas.
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