Los 11 mejores restaurantes baratos de Nueva York
La famosa hamburguesa de Burger Joint, el sándwich de pollo frito del chef David Chang y los puestos del mercado de Gotham. Es posible comer bien a precios asequibles en la Gran Manzana
En su famoso ensayo Goodbye To All That (adiós a todo esto), Joan Didion escribió que Nueva York era una ciudad solo para los muy ricos o para los muy pobres. No era una opinión propia; estaba reproduciendo algo que había escuchado con frecuencia. Cincuenta años más tarde, el dicho sigue encerrando al menos una verdad: Nueva York es cara. Casi todas las grandes ciudades lo son. Pero eso no quiere decir que para pasarlo bien en la Gran Manzana haya que endeudarse con el banco o, por el contrario, conformarse con ingerir perritos calientes en algún parque público todos los días. Los que disfrutan del buen comer cada vez tienen más opciones de buena calidad a precios razonables. En los últimos años la ciudad ha evolucionado gastronómicamente, y el espacio entre el fine dining (la cocina de calidad) y el fast food (la comida rápida) se ha llenado con decenas de restaurantes asequibles que no sacrifican el buen diseño o el buen producto. Este sector ha sido bautizado como fast casual (rápido informal) y ha prosperado en parte por las necesidades del estilo de vida de los neoyorquinos y en parte por los imperativos económicos. “Todos los chefs hablan ya de la necesidad de conceptos gastronómicos de bajo coste que puedan ser reproducidos en diferentes poblaciones, esencialmente redefiniendo el fast food”, declaró el chef David Chang a la revista GQ. “Es una forma de diversificarse y de contrarrestar la ineficiencia de los restaurantes de lujo, que no son rentables por sí solos”. Chang, creador del imperio asiático Momofuku, abrió Fuku y Fuku+, dos locales de éxito que sirven sándwiches gourmet y algún que otro platillo, además de vinos y cervezas.
En este escenario también han proliferado los food markets (mercados de comida) de diseño, donde se pueden probar diferentes cocinas — mexicana, japonesa, española, norteamericana…— en un ambiente agradable. Gotham West Market, por ejemplo, abrió en el Midtown, el centro de Manhattan, hace tres años con varios puestos de cocineros de renombre, como Seamus Mullen e Ivan Orkin. “Nuestra calidad es muy alta porque son varios los restaurantes que se reparten el coste del espacio”, explica Chris Jaskiewicz, uno de los fundadores del mercado. “Además, la gente está muy ocupada y quiere tener acceso a buena comida hecha con rapidez, aunque si desean tener una experiencia más relajada también se la ofrecemos”. En breve abrirán un segundo espacio en Brooklyn, en la zona de Fort Greene. Más allá de estas tendencias, nunca faltan en Nueva York los restaurantes de barrio bien logrados, sitios como Malaparte, donde priman tanto el encanto como la sencillez. Solo hay que saber encontrarlos.
Gotham West Market
Una sopa y un café
Hasta hace poco no había muchos motivos para visitar el extremo oeste de Midtown. Esta área silenciosa de torres residenciales se ha animado ahora con el Gotham West Market, un mercado cerrado con varios puestos de chefs reconocidos que está atrayendo tanto a neoyorquinos como a turistas a la olvidada 11th Avenue (en el número 600). Ivan Ramen Slurp Shop, por ejemplo, sirve excelentes sopas japonesas, y Blue Bottle, la afamada cafetería californiana, uno de los mejores cafés de la Gran Manzana.
Quality East
Asador asequible
Los neoyorquinos tienen debilidad por los steakhouses y sus jugosas chuletas de proporciones monumentales. El problema es que estos asadores suelen ser carísimos. Quizá por eso la reciente apertura de Quality Eats en el West Village (19, Greenwich Avenue) fue recibida con entusiasmo. Este restaurante de estilo joven ofrece carnes de calidad a buen precio. Por ejemplo, el Flatiron, un sabroso filete, no llega a 20 euros.
Burguer Joint
Hamburguesa con queso
Este pequeño antro escondido en un rincón del hotel Le Parker Meridien dejó de ser un secreto hace mucho tiempo. Para probar sus famosas cheeseburgers, hay que hacer cola hasta llegar al mostrador y luego cruzar los dedos para que se libere un asiento. Por suerte, Burger Joint abrió un segundo local en Greenwich Village (en el 33 de la calle 8, Oeste; en la foto), mucho más amplio y mejor ambientado, con paredes de ladrillo visto y suelos de madera recuperada.
Fuku +
Asia sabrosa
David Chang ha dado un gran impulso a la escena culinaria asiática de la Gran Manzana. Su primer local, Momofuku Ssäm Bar, donde Chang creó sabores que integraban tradición e innovación, causó furor y dio pie a una cadena que ahora incluye más de diez restaurantes en varias ciudades. Uno de los más recientes es Fuku+, en el número 15 de la calle 56 Oeste, a dos pasos de la Quinta Avenida y Central Park. La especialidad es el sándwich de pollo frito, que vale la pena probar por la suavidad de la carne y la esponjosidad del pan.
Malaparte
Pizza casera
A unas pocas manzanas del jaleo del Meatpacking District —zona del Whitney Museum, el parque High Line, dos hoteles de moda y un escuadrón de boutiques de lujo—, Malaparte ofrece un ambiente distendido y cálido. Desde su apertura hace cinco años, este restaurante italiano se ha convertido en uno de los lugares favoritos de los residentes del West Village, que se reúnen allí a compartir garrafas de vino al atardecer. Con el estilo de una trattoria antigua, ofrece un menú accesible que no falla: las pizzas y pastas caseras siempre salen bien.
Russ & Daughters
Un buen ‘bagel’
Josh Russ Tupper y Niki Russ Federman son los dueños de Russ & Daughters (179, Houston Este), tienda centenaria del Lower East Side donde a cualquier sibarita se le acelera el pulso. Por eso, la reciente apertura de Russ & Daughters Cafe (127, Orchard Street) fue más que bienvenida. A tres manzanas del local original, este restaurante ofrece las mismas especialidades judías. Lo más pedido son las tablas, con pescados ahumados y acompañamientos para armar un buen bagel.
Pier A Harbor House
Junto al Hudson
En apenas un año, Pier A Harbor House (22, Battery Place) se ha convertido en un clásico. Con una ubicación privilegiada a orillas del río Hudson, en uno de los pocos sectores del Downtown Manhattan (la parte baja de la isla) donde se respira amplitud, este centro gastronómico ofrece platos típicos norteamericanos para distintas ocasiones y bolsillos. En la amplia planta baja del edificio histórico (construido en 1886) se sirven calamares fritos, hamburguesas y alitas de pollo en mesas comunales alrededor de una gran barra. El primer piso incluye un restaurante formal y un pub estilo años veinte con vistas de película.
Sunday in Brooklyn
Cruzando el río
Dar un paseo por la zona de Williamsburg, en Brooklyn, cuna del mundo hipster, ya es casi obligatorio. La vía principal, Bedford Avenue, es agradable y ofrece muchas opciones para comer y comprar, pero preferimos calles secundarias como Berry o Wythe, donde se aprecia mejor la esencia del barrio. El nuevo Sunday In Brooklyn, en Wythe (en el 348), es un mercadillo y restaurante con interiores escandinavos dignos de Instagram. Todo está bien pensado, desde el menú fresco y económico a la hora del almuerzo hasta los platos más sofisticados de la noche.
By Chloe
Delicias veganas
By Chloe, cuyo local principal ocupa una de las esquinas más encantadoras del Greenwich Village (185, Bleecker Street), demuestra que la comida vegana puede ser deliciosa. Más de un carnívoro se ha prendado de la Guac Burger, una hamburguesa de judías negras, quinua y batata servida con guacamole y alioli picante. Y el sitio es realmente atractivo, decorado con baldosas vintage, sillas de colores y plantas. El problema es conseguir sitio, lo que ha impulsado a la chef, Chloe Coscarelli, a abrir nada menos que cuatro sucursales en los últimos meses.
Parm
Italiano moderno
El primer Parm abrió en 2011 con un concepto tan simple como audaz: recetas clásicas italoamericanas, platos y bocadillos que hasta entonces solo se ofrecían en restaurantes demodé, elaborados con buen producto y técnicas modernas. Por ejemplo, las albóndigas son cocidas al horno en salsa de tomate a exactamente 82 grados durante 40 minutos. El local del Upper West Side está en el 235 de Columbus Avenue.
E. A. T.
Cebollinos y salmón
Muy cerca del Metropolitan Museum, en el 1064 de Madison Avenue, está E.A.T., una institución del Upper East Side. Aquí se degustan las especialidades creadas por el restaurador Eli Zabar, incluido el famoso sándwich Tower of Bagel (Torre de Bagel), con varias capas de queso cremoso, cebollinos y salmón noruego. En la misma zona, por la noche, conviene acercarse al nuevo Eli’s Wine Bar 91. A partir de las cinco de la tarde se ofrecen más de 20 vinos por copa a buen precio (para Nueva York) y platos clásicos de la región como cangrejo de concha blanda.
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