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fin de semana

Cádiz, belleza interior

Diez visitas a palacios y mansiones gaditanas que dan cuenta de la pujanza económica en los siglos XVIII y XIX gracias al comercio

Jesús A. Cañas
Oratorio de la Santa Cueva, en Cádiz.
Oratorio de la Santa Cueva, en Cádiz.

Hubo un pasado, no tan lejano, en el que Dumas alabó el cosmopolitismo de Cádiz, y gaditanos como Alcalá Galiano hacían ascos a Madrid porque estaban acostumbrados a la opulencia de sus casas palacio. Era el Cádiz de los siglos XVIII y XIX, de comerciantes burgueses con Europa y América, tan habituados al trabajo duro como a erigirse en bons vivants de su acomodada existencia. Recorremos sus interiores palaciegos de ensueño, aparentemente ocultos, que esperan a ser redescubiertos por los viajeros avezados.

1 / Casino Gaditano

Aunque del siglo XVIII, su estilo actual corresponde a dos reformas acometidas en el siglo XIX. La primera le otorgó la decoración isabelina a la fachada y salones. La segunda transformación recubrió el patio de yeserías y estucos neomudéjares.

javier belloso

2 / Banca Aramburu

Decoración isabelina, art déco, modernista, regionalista e italianizante conviven en la casa Aramburu, que, sin embargo, data de principios del siglo XVIII. La familia, en 1910, decide reformar la casa según los gustos eclécticos del momento. Destaca su escalera modernista, en su primer tramo; con azulejos regionalistas, en el segundo. La sorpresa está asegurada al llegar al patio pompeyano de la planta principal. De ahí se accede a los salones de baile y comedores.

3 / Palacio Mora

La noche del 30 de octubre de 1862 la reina Isabel II entraba por el gran zaguán del palacete de los Moreno de Mora. Venía a presidir un fastuoso baile en su honor que, de paso, inauguraría la casa construida según los cánones estéticos de la época. Ver hoy el impresionante patio, presidido por la escalera imperial, hace que no sea difícil imaginar la escena. La visita también incluye la bodega.

4 / Palacio de la Aduana

Madera dorada, mármol, terciopelos y cristal de roca; esos son algunos de los nobles materiales que componen el Salón Regio de la Aduana, actual sede de la Diputación. La mezcla de estilo imperio francés, renacentista y manierista lo convierten en una obra única y exuberante. Se realizó cuando el edificio se adaptó a residencia real para la visita de Isabel II en 1862.

5 / Casa de Luis Gargollo

Las expresivas y burlescas ménsulas que sostienen la balconada de la Casa de Luis Gargollo, la actual Cámara de Comercio, dejan paso en su interior a una pura decoración neoclásica de 1801, admirable en balaustradas, escaleras, pasamanos y pinturas murales. El gran patio es de acceso libre.

Patio de la Casa Pinillos, rehabilitada en 2011 por el arquitecto Francisco Reina, en Cádiz.
Patio de la Casa Pinillos, rehabilitada en 2011 por el arquitecto Francisco Reina, en Cádiz.FERNANDO ALDA

6 / Casa Pinillos

Aunque el edificio se construyó a principios del siglo XVIII, la familia que le da nombre lo habitó desde mediados del XIX. La mansión, hoy convertida en edificio auxiliar del Museo de Cádiz tras la rehabilitación en 2011 obra del arquitecto Francisco Reina, es exponente de la vivienda de un comerciante burgués: cuatro plantas articuladas en tres cuerpos y una torre mirador que se usaba para controlar la llegada de mercancías. Destaca el patio con columnas y la escalera.

7 / Hospital de Mujeres

El Hospital de Mujeres, hoy obispado, está considerado el ejemplo barroco más sobresaliente del siglo XVIII gaditano. Destaca su capilla, el patio con mármoles genoveses, azulejos de Delft y la imponente escalera imperial, única en España. Tiene seis tramos dobles y dos mesetas.

8 / Casa Lasquetty

La burguesía mercantil gaditana del XVIII creó edificios altos y esbeltos, dada la escasez de suelo. En esa especulación urbanística se idearon edificios como la Casa Lasquetty. Destaca por su portada y por su grandilocuente patio y escaleras, realizados en mármol genovés. Hoy es una casa de vecinos, enclavada en el barrio más flamenco de Cádiz, Santa María.

9 / Gobierno Militar

Aunque su uso era militar, se concibió como un palacio dieciochesco dividido por plantas para residencia de ingenieros y gobernadores militares. Hoy es un centro cultural en el que conviene no perderse la visita al patio, la escalera, la planta principal y la azotea, donde se pueden divisar vistas increíbles de la bahía.

10 / Oratorio de la Santa Cueva

Un impresionante conjunto de finales del XVIII que utiliza patrones palaciegos: su escalera conecta con una capilla alta de planta ovalada con yeserías, mármoles de colores y pinturas de Goya. Hasta cuenta con una composición musical que se le encargó a Haydn: Las siete palabras.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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