Y tú, ¿qué tipo de viajero eres?
Del trotamundos comprometido al viajero conectado a redes sociales, seis maneras de viajar
Cada persona es un mundo y viaja de una manera por el mundo. Así que hay cientos de miles de maneras de viajar, una por cada persona que emprende el viaje, pero, sobre todo, hay seis maneras que se irán afianzando de aquí a 2030, cuando haya un 20% más de viajeros tras el crecimiento de la clase media mundial. Un futuro de reequilibrios planetarios en el que la media de edad de los viajeros aumentará en cuatro años y la tecnología (redes sociales, realidad virtual, inteligencia artificial, Big Data) seguirá marcando el ritmo.
Las da el informe Future traveller tribes 2030 realizado por la consultora Amadeus junto con The Future Foundation. Conocerlas es importante para la industria del turismo, cada vez más enfocada a personalizar sus productos y dedicarse a segmentos concretos del mercado: “Estamos en una realidad que presenta desafíos importantes, por ejemplo la aparición de agentes como Uber o Airbnb, por eso es cada vez más importante entender al cliente, entender qué parte del mercado hay que atacar”, dice Alex Luzarraga, vicepresidente de Estrategia Corporativa de Amadeus. Y también nosotros podemos conocer en qué tribu nos clasificamos mediante la web www.amadeus.com. “Estas tribus ya están presentes ahora, en forma de grupos de trendsetters minoritarios”, dice Luzarraga. “Es trabajo de los futurólogos comprender cuáles de las tendencias minoritarias van a tomar presencia”. La predicción es esta.
Trotamundos comprometidos
El viajero ético: sus viajes estarán planificados teniendo en cuenta su huella medioambiental o el respeto a los derechos humanos en el país de destino. En su estancia se incorporará algún elemento relacionado con el voluntariado o el desarrollo social. Preferirán viajar de forma austera (sobre todo a enclaves rurales) y reclamarán transparencia y compromiso en los servicios que consuman (por ejemplo, que los hoteles inviertan en los barrios en los que se radican). Con la app CO2 Fit pueden calcular las emisiones que producirá su viaje y cargarán sus dispositivos electrónicos pedaleando, a través de la tecnología WeWatt.
Amantes de la comodidad
El viajero comodón, quemado de su vida ajetreada, al que le guste que le faciliten las cosas. Muchos de ellos procederán de las nuevas clases medias de las economías emergentes, los BRIC. Dispone de dinero, pero no de tiempo, así que prefiere utilizar agentes de viajes, paquetes turísticos y guiarse por las valoraciones de las comunidades digitales de viajeros. Por ejemplo, Pin.Pack.Go es un servicio de planificación de viajes que permite a los usuarios de Pinterest recibir recomendaciones de expertos locales de la cadena hotelera Four Seasons. Los comodones querrán usar técnicas de realidad virtual para conocer con antelación el hotel, el asiento del avión y las actividades vacacionales que le esperan, buscarán las conexiones aéreas más rápidas y utilizarán aplicaciones de traducción para comunicarse con el entorno. El asistente virtual Nina, de la compañía Nuance, que puede mantener una conversación a viva voz con el usuario, será de su gusto. La buena vida, la vida fácil.
Puristas culturales
En un mundo en proceso de homogenización, estos viajeros buscan la inmersión completa en la cultura que les recibe, aun cuando esto puede ocasionales incomodidades. Son viajeros que valoran la autenticidad, lejos de las rutas turísticas convencionales. Se guiarán más por sus lecturas o el boca a boca que por TripAdvisor y preferirán la comida local al fast food (aunque acaben comiendo cosas que nunca hubieran imaginado). No les gusta planificar, prefieren descubrir lugares desconocidos y el trato humano a las máquinas. La app Traffle, dedicada a los más aventureros, inspira viajes interesantes y te pone en contacto con nativos de perfiles semejantes al tuyo. Y, aunque se asocie este tipo de viaje con la juventud, cada vez se dará en una horquilla de edad más amplia.
Buscadores de capital social
Obsesionados con las redes sociales, “pasan de explicar su vida en la red a que la red explique su vida”, dice Luzarraga. Las fronteras entre la vida off line y on line se vuelven difusas y son sus contactos los que les inspiran destinos o los validan con sus “me gusta”. Si uno tuitea su destino y presupuesto a @Stayful, la plataforma Stayful le busca las mejores opciones. Priorizan experiencias que puedan compartir (el hotel Mandarin Oriental de París ofrece una listas de los mejores lugares de la ciudad en los que tomarse un selfie que colgar en Instagram) y hoteles y actividades que tengan presencia en las redes; además se comunican con ellos por este medio: un 20% de los usuarios británicos esperan respuestas a sus quejas o peticiones en menos de una hora. Loews Hotel permite a los usuarios reservar mediante Twitter, Conrad Hotels a través de Instagram y las aerolíneas KLM a través de Facebook y Twitter.
Viajeros por obligación
Tiene un objetivo muy concreto, ya sea laboral o familiar, y tienen limitaciones de tiempo y presupuesto. Por eso reclaman una tecnología que minimice las incidencias. Trabajan durante las largas esperas en el aeropuerto y quieren aprovechar bien su limitado tiempo libre. Que estén en París por trabajo no quiere decir que no quieran visitar un momento la Torre Eiffel, por eso en los Yahoo Labs de Barcelona han desarrollado un algortimo que permite buscar las mejores rutas para rentabilizar ese tiempo. Packnada es un servicio basado en Singapur que prepara tu equipaje (con la ropa limpia y planchada) y lo envía a tu próximo destino. “Una forma de evitar las cola en el Prado (un fast track) podría permitir a muchos ejecutivos con prisa visitar la pinacoteca”, señala Luzarraga.
Cazadores del lujo
Su vida cotidiana requiere un esfuerzo máximo, por eso en vacaciones buscan un lujo extremo. Viajar en helicóptero privado a otro país para asistir a una fiesta es el tipo de experiencia que le satisface, y no escatima en gastos: según la OCDE el ingreso medio del 10% más rico es nueve veces mayor que el del 10% más pobre, y se ha multiplicado por siete en los últimos 25 años. Zona vip en el aeropuerto, primera clase en el avión y hotel con spa de lujo. La aplicación Headspace les ayudará a meditar y vaciar sus cabezas de preocupación. Y les encantarán los Zano Drones, pequeñas aeronaves que se manejan desde el smarthphone y pueden sacar fotos y videos desde las alturas. El mundo de aquí abajo se queda corto para ellos.
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