Safaris y playas en Tanzania
Ruta por el desconocido país africano para ver cebras, jirafas, ñus, antílopes y todo tipo de animales salvajes
Tanzania no es tan conocida como su vecina Kenia pero guarda muchos paralelismos con ella: espectaculares safaris, playas que quitan el sentido, paisajes que te van capturando a medida que avanzas kilómetros. Diversidad. Y es además un viaje que se esta poniendo cada vez más de moda tanto para aventureros como para recién casados. Por lo tanto, como se suele decir, mejor ir ahora antes que la mano del hombre llegue y, con bastante probabilidades, lo estropee. Aquí van una serie de consejos e itinerarios para no perderse lo mejor de este país por descubrir.
Prepara el terreno
Si te gusta planificar los viajes vas a disfrutar con este. Tómate el tiempo necesario para la labor previa de recabar la información. Mira todo tipo de información posible; vacunas, seguro de viaje, precios y sobre todo la compañía con la que vas a viajar. Consulta todas las guías que puedas y siéntete en tu derecho a preguntar. Lo normal es que tengan paquetes turísticos que ofrecer ya hechos pero también hay agencias que pueden hacer un viaje más a tu medida.
Tanzania es muy grande. Los vuelos suelen tener escala y llegarás cansado. Por eso conviene hacer una planificación milimétrica de lo que quieres ver. Depende del tipo de viaje que elijas pasarás menos o más penurias. Pero en la gran mayoría te parecerá que estás en un campamento.
Prepárate a madrugar y ducharte con agua fría mientras agarras la pastilla de jabón con la mano izquierda y el insecticida con la derecha. Prepárate a ver insectos merodeando por tu cama que no has visto en tu vida y a escuchar ruidos por la noche que te harán plantearte si estarán bien cerradas las cremalleras de la tienda de campaña. Te entrarán sudores fríos pensando que por qué no fuiste de vacaciones a la playa como todos los años.
Quieras o no, lo más probable es que acabes un poco cansado de tu conductor-guía. Le verás durante unas 14 horas diarias mientras hagas los 'safaris'. Intenta reservar como mínimo dos semanas para el viaje. Lo más aconsejable es empezar fuerte haciendo un safari de ocho días y después descansar cuerpo y mente en las playas de Zanzíbar, además de visitar la preciosa ciudad de Stone Town.
Cierto es que todos estos pequeños problemas pueden ser fácilmente solucionados si cuentas con un buen presupuesto. Pero los recuerdos y experiencias menos buenas no hacen sino reforzar el viaje, que probablemente sea de los más completos de tu vida. La planificación del mismo es muy compleja y depende de lo que te guste, pero aquí van algunas propuestas.
Arusha - Parque Nacional de Tarangire (tres días)
La mayoría de los viajes parten desde Arusha y suelen ir hacia el Parque Nacional de Tarangire en un trayecto que sólo dura entre hora y media y dos horas. Este parque es conocido como el parque de los elefantes por la gran cantidad de paquidermos que habitan en sus llanuras.
En su fauna, además, los animales que verás en la mayoría de tu recorrido durante el safari: cebras, jirafas, ñus, antílopes, y, si la suerte te acompaña, leones trepadores, uno de los habitantes del parque. Debido a su vegetación y al rio Tarangire, y a la proximidad al lago Manyara, hay multitud de reptiles, entre los que destaca la serpiente pitón.
Para el segundo día puedes combinar naturaleza con visita a algún pueblo de los alrededores, como Karatu, donde se encuentran tribus como los Iraqw, que te mostrarán sus costumbres, desde la pasta de maíz que suelen cocinar (ugali) a cómo construyen sus casas. No queda lejos el lago Eyasi.
Lago Eyasi - Parque del Serengeti (cuatro días)
Pocas veces vas a estar tan cerca de la teoría explicada por los libros de Érase una vez el Hombre como al salir a cazar con la tribu de los Hadzabe. Una de las actividades más emocionantes y diferentes que puedes hacer en los alrededores del Lago Eyasi es la de conocer la tribu nómada de los Hadzabe, su historia, asentamientos, tradiciones y su forma de cazar.
Si tienes suerte te recibirán desayunando una pequeña barbacoa. En concreto estarán degustando uno de sus platos preferidos: el mono. Lo traerán destripado con la cabeza separada del cuerpo, te ofrecerán un poco y se irán pasando su carne. Una vez recobradas sus fuerzas se levantarán, afilarán sus arcos y te dirán que les acompañes a cazar.
Tú probablemente irás equipado con todos los complementos de última tecnología de senderismo, al estilo de Indiana Jones. Ellos llevarán unas sandalias hechas de neumático y solo una tela para taparse. Y sus arcos y sus cuchillos para lanzarse a por cualquier presa que se les presente más adelante.
Intentando asimilar lo que acabas de ver cambiarás de ruta en dirección al Serengeti, donde pasarás de sentirte como Pedro, personaje de la serie infantil Érase una vez el hombre, a una sensación más cercana a la de Simba, protagonista de la película El Rey León.
El Serengeti
El parque con mayúsculas. Donde probablemente verás más diversidad de fauna y flora. Donde jugarás a encontrar animales camuflados entre la vegetación. Donde la mirada fija de los búfalos o el reojillo de las cebras y jirafas te harán sentirte parte del parque. Tendrás que tener tu cámara preparada. Y varias tarjetas de memoria. Toda foto es bonita y no la querrás borrar.
Escenas con pájaros haciendo la simbiosis con hipopótamos y búfalos. O guepardos cuidando a sus crías o hienas haciéndose las dueñas de los caminos de tierra. Kilómetros y kilómetros de paisaje variado que se juntarán con atardeceres entre baobabs.
Es el parque para dormir en tienda de campaña básica, sin más. Para que cuando acabes tu día de Jeep avistando animales puedas seguir metiéndote de lleno en la experiencia del safari con los ruidos de la noche. Verás de todo. Bien por azar, bien porque otros compañeros de tu conductor han visto algo y le han avisado y te conducirán directamente hasta el lugar específico.
Desde animales pastando mansamente con sus crías hasta los predadores más temibles del ecosistema en plena caza. Antílopes, jirafas, elefantes, ñus, zorros, leones, leopardos, guepardos, gatos monteses, hipopótamos, buitres, águilas, avestruces. Abre una página al azar de cualquier libro de animales y apunta con el dedo sin mirar.
El Ngorongoro
Entre los dos famosos parques merece la pena hacer una parada cultural en la garganta de Olduvai, que constituye uno de los lugares más importantes en el este de África en relación a yacimientos paleontológicos y arqueológicos prehistóricos.
Ya en el Ngorongoro, uno de los cráteres más famosos del mundo, tendrás que poner todos tus sentidos en marcha para disfrutar de la experiencia al máximo ya que la entrada está restringida a seis horas máximo por vehículo.
Dentro del cráter podrás ver cómo es terreno predominante de hienas, ñus y gran variedad de aves. Verás también animales como los que has estado observando en los anteriores parques, sólo que las dimensiones del cráter son de 300 kilómetros cuadrados, y si tienes suerte podrás ver uno de los seis rinocerontes que quedan en el parque, así como familias de leones descansando haciendo la digestión.
Sera tu última experiencia de safari en Tanzania, con lo que te mereces un buen descanso en algún hotel que te permita disfrutar del microclima y las vistas del cráter. De entre las actividades que destacan en esta zona, se pueden destacar el senderismo mientras te explican la flora y fauna o la visita a un pueblo masai para conocer de cerca su cultura y forma de vida.
Zanzíbar y Stone Town - Cinco días
Si tu bolsillo te lo permite, regálate unos días en las playas de Zanzíbar, a tan sólo 45 minutos en avión. Ve a Paje Beach y reserva alguno de los hoteles de primera línea que den directamente al Oceano Índico. No te arrepentirás. Playas vacías de arena blanca.
Zanzibar cuenta además con uno de esos restaurantes considerados como mas exóticos del mundo: The Rock. Para la ida te tendrán que llevar en barca puesto que está en una pequeña isla. Para la vuelta (depende de la hora en la que termines) probablemente puedas volver andando ya que la marea habrá bajado. Además, la comida es estupenda y no es caro.
Termina tu viaje con Stone Town, centro histórico de la ciudad de Zanzibar que fue la antigua capital del sultanato de Zanzíbar entre 1856 y 1964. Debido a su singular arquitectura y cultura, ha sido declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Es una ciudad para vivirla, perderte en sus calles angostas y fundirte en los aromas que se mezclan y representan a quienes estuvieron y están. No en vano es una de las ciudades mas cosmopolitas del mundo, ya que cuenta con influencia de colonias inglesas, árabes, portuguesas e indias.
Después de dos semanas inmerso en safaris hablando con el guía, visitas a pueblos, conversaciones con gente de diferentes tribus, experiencias en comercios, colegios, encuentros con gente local, te darás cuenta de cómo el que se te hubiera olvidado la localización exacta de la República de Tanzania cuando estabas a punto de empezar a planificar el viaje no importa en absoluto. Tras pasar unos dias con ellos te convertirás en todo un tanzanita.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.