La madriguera del rock

El único local del mundo donde Bruce Springsteen ha tocado más de un centenar de veces nunca ha lucido el nombre de The Boss en su fachada. Cuarenta años después de que abriera sus puertas por primera vez, The Stone Pony sigue en el mismo bloque, en el cruce de la avenida Ocean con la Segunda de Asbury Park (Nueva Jersey), cerca de las calles por las que discurren algunas de las letras de Springsteen y por las que, de vez en cuando, todavía pasea el artista norteamericano. El bar es uno de los locales que vio convertirse al músico en un mito y en el que todavía muchos habituales esperan verle aparecer, tarde y por sorpresa, como hacía en los años 80.

Se trata del único bar que queda de su clase; cuando nació El Pony, Asbury Park era un punto caliente en la costa que atraía tanto a bandas locales como a músicos que hacían ruta entre Nueva York y Filadelfia. Varias salas hoy desaparecidas (The Upstage, Fastlanes...) se repartían la urgencia por tocar en directo de grupos como Southside Johnny and the Asbury Jukes o Cats on a smooth surface.

Es un local modesto, de techo más bien bajo, a escasos metros de la playa. El blanco exterior de The Stone Pony contrasta con la negrura de su interior. Es una oscuridad que esconde miles de cigarrillos aplastados en el suelo, montones de cervezas derramadas en un momento de euforia y el sudor de los músicos por aquella mala ventilación que nunca funcionó (el percusionista Vinny López, nacido en los alrededores, solía referirse a The Pony como la madriguera).

Pese a la acústica especial de la sala y la suerte infundida por sus primeros dueños, Jack Roig y Butch Pielka, no todo en la historia del local norteamericano ha sido color de rosa. Poco después de cambiar de manos, cuando sus fundadores decidieron que “había dejado de ser un hobby” y ya no lo disfrutaban igual, The Pony cerró durante varias semanas. Al filo del cambio de siglo, el local estuvo a punto de desaparecer del mapa con los planes de remodelación de la ciudad, que buscaba rentabilizar el paseo marítimo.

Vecinos y amantes de la música de múltiples localidades organizaron una plataforma para salvar la sala de conciertos, que consiguió mantenerse en pie y hoy sigue acogiendo actuaciones, semana tras semana. Con la llegada del calor, desde hace un par de años, el local abre sus puertas traseras a un escenario de verano con capacidad para 4.500 personas que se ha convertido en el auténtico pulmón del local. “La música nunca se fue de Asbury Park”, dice un orgulloso asburita que ha cumplido ya los cincuenta y sigue siendo un habitual de la sala.

No hay un día en que la fachada de The Stone Pony se salve del clic de algún foráneo que se acerque a inmortalizar el mítico local, reconocido como “uno de los mejores clubs de rock de todos los tiempos”, y que ha acogido a artistas como Patti Smith, Jon Bon Jovi, Billy Idol, Los Ramones, Levon Helm, Peter Frampton, The Black Crowes, The Wailers, Jimmy Cliff, The Outlaws, Taj Mahal, Blues Traveler o, más recientemente, Weezer, Maroon 5, Pennywise, Bouncing Souls o Jason Mraz.

Dentro del Pony

• Las paredes de la sala de conciertos están cubiertas de guitarras firmadas por muchos de los músicos que han actuado en The Stone Pony.
• La barra trasera del bar está ambientada con la gran silueta de un pony hecho de recortes, es un collage original de los primeros dueños montado en los años 70.
• Una de las paredes del local presenta una reproducción aumentada de la portada del primer disco de Bruce Springsteen, Welcome to Asbury Park.

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