Mallorca es dulce
Ruta deliciosa por el centro de Palma con cinco propuestas para merendar entre 'llonguets' y cruasanes de almendra
Más allá de ese clásico bollo mallorquín del siglo XVII que se ha convertido en un acompañante habitual en el viaje de vuelta a casa de quienes visitan Palma de Mallorca, la ciudad esconde algunos rincones donde degustar otras deliciosas meriendas. Ruta dulce por la capital mallorquina con cinco paradas imprescindibles.
La Madeleine de Proust
La Madeleine de Proust (Anibal, 17) es una panadería de origen francés fundada por el cocinero Laurent Techt que se ha hecho un merecido hueco entre las preferencias de los palmesanos, gracias a su variedad de panes de harina biológica y sus cruasanes de almendra y chocolate, que invitan a sentarse y contemplar, a través de la cristalera, la vida del mercado Santa Catalina.
La Molienda
Para los amantes del buen café, este pequeño local situado en el centro de Palma (Bisbe Campins, 11) ofrece estilo, mucho amor y materia prima de primerísima calidad (Right Side Coffe Toasters), servido con leche fresca. La Molienda cuenta con servicio de take away ya que hay que tener algo de suerte para encontrar mesa libre y disfrutar de los pequeños detalles de su decoración, así como la simpatía y amabilidad de sus dueños, que te enseñarán cómo degustar los mejores cafés de la ciudad.
Can Joan de s’Aigo
Perfecta parada si acabas de visitar la catedral, situada en el precioso casco antiguo de Palma. En Can Joan de s’Aigo (Sans, 17), cafetería histórica abierta desde 1700, puedes saborear productos autóctonos, el mejor chocolate a la taza de la isla o helado artesanal acompañado de cuarto (un pequeño bizcocho casero). Imprescindible.
Toque de Queda
El recuperado el antiguo Forn Cremat, uno de los hornos históricos de la isla, es famoso en la ciudad por las ensaimadas elaboradas por la familia Maqueda. Cerró en 2009 y volvió a abrir este mismo año completamente renovado con el nombre de Toque de Queda (Can Cavalleria, 15b). Cualquier de sus llonguet (típico panecillo mallorquín y nombre que se les da a los que son de Palma) con embutido son una buena opción para merendar, especialmente el de jamón serrano y queso de trufa. Si te acercas ya de noche, no hay problema, también sirven cenas gourmet. Eso sí, conviene reservar mesa.
Rosevelvet Bakery
Escondida en una de las callejuelas del centro (Missió, 15), Rosevelvet Bakery nació a partir de la ilusión y el trabajo de su propietaria, Rosa Planisi. Su cariño y sensibilidad hacia la cocina, inculcados por su madre (que también fue cocinera), se ven plasmados en todos sus elaboraciones, que recuperan la pastelería 100% artesanal, con recetas tradicionales a partir de productos frescos y naturales. Con una decoración cuidada y acogedora, es la parada más dulce de esta ruta.
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