Taberna marinera cumple 25 años
FLANIGAN, pescados y mariscos en el mallorquín Puerto Portals. Y además, la famosa tarta fina de manzana
Con el éxito de siempre, el restaurante Flanigan conmemora este verano su 25º aniversario. Un cuarto de siglo atendiendo a clientes españoles y extranjeros en sus terrazas de Puerto Portals (Mallorca), situadas sobre el muelle, frente a las embarcaciones de recreo. Mérito de su artífice, Miguel Arias, gran empresario, que en su escueta carta y en las pizarras que los camareros pasean por los comedores, encabezadas con la frase “Hoy tenemos...” reúne una treintena de especialidades mallorquinas, mediterráneas y peninsulares. Platos informales que permanecen intocables —pocos— junto a otros que rotan y se incorporan. Y además, pescados y mariscos del día, según mercado, elaborados al horno o a la plancha. Informalidad y dinamismo que alcanzan al servicio, rápido, avispado, como le gusta al patrón de la casa, que ha convertido este lugar en una taberna marinera entre popular y elegante que funciona entre la una de la tarde y medianoche. No es extraño que, según los días, doble y hasta triplique mesas.
Puntuación 6 | |
Pan | 5,5 |
Café | 6 |
Bodega | 6 |
Aseos | 6 |
Ambiente | 6 |
Servicio | 6 |
Cocina | 6 |
Postres | 6,5 |
En la lista de enunciados, cosas tan apetitosas como los calamares fritos, el pulpo a la gallega, la sopa de pescado, el tumbet mallorquín, tomates con queso mozzarella, verdinas con rape y almejas, arroces, hamburguesitas, steak tartar y chuletillas de cordero. Justo lo que gusta a todo el mundo. “Seguimos enseñando a los extranjeros a comer pescado”, asegura Arias en el vértice de su torre de Babel en la que se hablan todos los idiomas.
Se puede empezar con un buen jamón ibérico con pan con tomate, con unas anchoas del Cantábrico o con las típicas gambas al ajillo. El origen cordobés de su cocinero jefe, Javier Morales, explica el punto de sus sopas frías. Espléndido el salmorejo y acertadísimo el gazpacho, que se presenta en un original cuenco de barro helado. Está bien su tortilla de patatas y pasa con más pena que gloria el salpicón de marisco, menguado de aderezos. Tampoco entusiasman los chipirones a la plancha, algo insulsos. Para terminar, pescados del día al horno o solomillo de vacuno gallego. Y también arroces y pastas para compartir, que figuran entre sus especialidades más vendidas. Aceptable la fideuá de almejas y gambas, y correcto el arroz negro, dos recetas que salen airosas, pero que no entusiasman.
Láminas de fruta finísimas
Y para concluir, la famosa tarta fina de manzana, uno de los hitos golosos de la repostería madrileña de los últimos 30 años. Surgió en 1982 en el desaparecido restaurante Las Cuatro Estaciones (nombre que rememoraba The Four Season neoyorquino), inaugurado por Arias en 1981 (y clausurado en 2008). Fue en 1982 cuando tres de sus jefes de cocina viajaron hasta Burdeos al restaurante El Clavel donde oficiaba el español Francis García (después se trasladaría a Le Chapon Fin, donde lograría tres estrellas). De Francia trajeron dos platos, el gazpacho con bogavante y la tarta fina de manzana, hojaldre extraplano cubierto de láminas finísimas de fruta. Crujiente, melosa, dulce y ácida, que aquí se sirve con helado de vainilla.
Como guinda de su aniversario, la casa ha inaugurado Único, en la planta alta de Flanigan, un restaurante de vistas panorámicas y precios elevados donde se ofrecen los mejores pescados y mariscos del día preparados de forma bastante sencilla.
Puerto Portals, local 16. Mallorca. Teléfono: 971 67 91 91. Web: www.flanigan.es. Cierra: ningún día. Precio: entre 45 y 55 euros por persona. Croquetas de chipirones, 8. Arroz con verduras, 20. Steak tartar, 26. Tarta fina de manzana, 10 euros.
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