13 fotosCrisis migratoriaCruzar la frontera con la vacuna puestaLas personas que emprenden la ruta migratoria entre los Balcanes y Europa tienen necesidades sanitarias que no siempre logran satisfacer. En el borde entre Francia e Italia una red de voluntarios ofrece vacunas y medicinasValeria MongelliTurín - 04 mar 2022 - 08:01CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLa línea fronteriza entre Oulx (Italia), Claviere (Italia) y Briançon (Francia) se ha convertido en una parada fundamental de la ruta de los Balcanes. Miles de personas migrantes de Irán y Pakistán cruzan la barrera alpina francoitaliana entre estas localidades. En la imagen, Briançon.Valeria MongelliVarios migrantes de origen afgano pasan junto al puesto de socorro en el patio del centro de acogida de refugiados de Oulx, en el lado italiano de la frontera. En este lugar, una red de voluntarios ofrece algo igual de importante o más que el alimento y el refugio para los recién llegados: la atención sanitaria, incluida la vacuna contra la covid-19.Valeria MongelliSiempre con medidas preventivas debido a la pandemia, los recién llegados son vacunados de la covid-19 y reciben los cuidados necesarios si presentan otras enfermedades. En la fotografía, Shler, una mujer kurda de 37 años, con su hijo Parva, de dos, aguardan en el patio del centro de acogida de refugiados Fraternità Massi de Oulx. Como muchos otros, intentarán cruzar la frontera con Francia de noche, por abruptos senderos de montaña, con la esperanza de que la policía no los detenga.Valeria MongelliLos migrantes caminan meses, o incluso años, por la ruta de los Balcanes, y suelen tener las extremidades inferiores en pésimo estado, como muestra este primer plano de los pies de un recién llegado al refugio Fraternità Massi de Oulx. En el centro de acogida se atiende a personas con heridas mal curadas y con problemas psicológicos. Algunos refieren los malos tratos que sufrieron en Croacia. Otros han perdido el contacto con sus seres queridos.Valeria MongelliUna enfermera de la ONG Rainbow4Africa comprueba la temperatura de una mujer afgana en el refugio Fraternità Massi de Oulx. Cada día, las sanitarias realizan exámenes generales de las personas acogidas como medida preventiva contra la covid-19.Valeria MongelliUna enfermera mide la presión sanguínea de una afgana en la enfermería del centro de acogida de refugiados Fraternità Massi de Oulx. La mujer dijo que no se encontraba bien, y después explicó que estaba embarazada.Valeria MongelliUna sanitaria pone hielo alrededor de la rodilla de un hombre de origen afgano. El paciente tiene artritis y la rodilla se le ha hinchado a causa de las largas caminatas. Las personas migrantes y refugiadas corren un riesgo mayor de tener algún problema de salud que las poblaciones de acogida, según la OMS.Valeria MongelliUna voluntaria de la ONG Rainbow4Africa controla la saturación de oxígeno en la sangre de un niño afgano. Si bien el colectivo migrante suele gozar de buen estado físico –necesario para recorrer las grandes distancias que les separan de Europa– el hecho de vivir en condiciones de pobreza aumenta el riesgo de que sufran enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares o cáncer.Valeria MongelliLas personas acogidas en el centro Fraternità Massi de Oulx reciben ropa de abrigo y calzado. En el refugio también se inocula la vacuna de Johnson & Johnson contra la covid-19. Es una dosis única que facilita que los migrantes obtengan el certificado europeo exigido en la entrada a cualquier país europeo.Valeria MongelliUnos hombres en ruta hacia Europa preparan sus mochilas en el centro de acogida de refugiados antes de reemprender su viaje a través de la frontera alpina francoitaliana.Valeria MongelliUna familia de Kurdistán se prepara para salir de Fraternità Massi de Oulx y coger el autobús de Oulx a Claviere. Desde allí cruzarán a pie la frontera de Claviere a Briançon, en Francia. En el refugio, el dormitorio siempre está casi lleno. Cada noche duermen aquí entre 50 y 80 personas, sobre todo familias.Valeria MongelliFraternità Massi abrió sus puertas en junio de 2018, cuando el flujo migratorio se desplazó a los caminos que conducen desde Claviere, el último municipio de la frontera, al valle de la Clarée. Hasta entonces, la mayoría de los migrantes procedentes de la ruta mediterránea prefería entrar en Francia cruzando la frontera de los Alpes marítimos, entre Ventimiglia y Menton. En la foto, una familia procedente del Kurdistán iraquí, antes de coger el autobús de Oulx a Claviere.Valeria MongelliUn grupo sale del refugio Fraternità Massi de Oulx. Intentará cruzar la frontera alpina francoitaliana y llegar a la ciudad de Briançon, en Francia. Desde octubre, el refugio abre las 24 horas del día. Rainbow4Africa calcula que, desde marzo hasta julio de 2021, el valle de Susa ha acogido sobre todo a viajeros procedentes del Kurdistán iraquí, Irán y Afganistán. Por Oulx han pasado al menos 1.547 personas solo de este último país.Valeria Mongelli